Capítulo 21 "Un misterio, una culpa y una canción de amor"

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   Si por algo se caracterizaban las hermanas Estrellas era por ser precavidas, pero desde unos meses atrás todas tenían la cabeza en las nubes, por lo cual no vieron venir la falta de dinero que había en la cuenta que estaba destinada para el hotel. Estas se alarman mucho, debido a que debían coger de sus ahorros para poder sacar el hotel a adelante, cosa que no beneficiaba a nadie especialmente a Flor, la cual no tenía ni donde caerse muerta.
    Sabiendo de lo orgullosa que eran sus hijas y que no pedirían ayuda, Mario les envía como recompensa cinco mil dólares, los cuales serían suficientes para sacarlo a flote. Carla como la principal del hotel decide guardarlo en la caja fuerte, lejos de la vista de todos, donde nadie lo encontrara.
    Estas mientras el dinero estaba en el hotel deciden hacer guardia en la oficina, donde estaba el dinero. Pero cada una incumple un poco las condiciones de la guardia, pues todas se marchan en algún momento o dejan pasar a alguien a la habitación. Vir dejó pasar a Javo, con quien se pasó toda su guardia hablando, Miru se fue en un momento al baño, Carla se quedó dormida de comer tanto helado, Lucía ni siquiera se digno a aparecer y Flor, por supuesto que pasó toda su guardia con Jaz, la cual no paraba de mirarla enamorada.
  Cuando estaban solas ahí las dos tomando un té a Flor le pasa por la mente una alocada idea, la cual se la plantea a Jaz para saber su más sincera opinión:
-Estuve pensando y quería saber qué opinas- le dice Flor nerviosa a lo que Jaz accede –Que si yo tuviera la planta, ¿No? Y no tuviera que esperar el año para heredar. ¿Vos te escaparías conmigo?- abriendo su corazón
Al oírla Jaz sonríe quedándose pensativa por un segundo, hasta que la respuesta correcta llegó a su cabeza: -No- segura
-¿No?- exclamó Flor totalmente sorprendida pues estaba casi segura que su respuesta sería un sí -¿Por?- nerviosa pensando que  ya no la quería
-Porque no, Flor, porque yo no quiero escaparme con vos, ¿Ok?- le dice Jaz tratando de explicarle sus razones –Yo entiendo que vos, bueno, no me quieras sentar en una mesa y presentarme a tus amigos, así como Dani hizo con vos. Pero yo no me quiero escapar para que nadie sepa de vos y de mí. Yo no soy así- se levanta y le da un beso en la mejilla, y mientras se iba, Florencia no podía parar de pensar en sus palabras las cuales eran todas la más pura verdad.
   A la mañana siguiente estas se reúnen en la oficina a contar el dinero una vez más para asegurarse de que estuviera todo, pero los gritos de Carla se oyeron al descubrir que faltaba casi la mitad. Las Estrellas se alarman, no saben qué hacer y en su mente comienzan a crear sospechosos.
  Todas comienzan a hacer preguntas por todo el hotel y a sacar sus sospechosos, pero la cosa se complicó cuando Flor habló con Dani. Este con toda las cosas menos buenas intenciones, manipula la mente de la Estrella, al afirmar haber visto a Jazmín merodeando por la oficina en la hora del robo. Esto cayó en la cabeza de Florencia como un cubo de agua, no sabía si era verdad o no lo que decía su ex novio, una parte le decía que no a gritos, mientras que por otro lado existía la sospecha.
   Esta, tratando de saciar sus dudas va a la cocina muy nerviosa sin saber cómo decirle lo que tanto la atormentaba.
-¿Está rara vos?- le dice Jaz al verla muy nerviosa mirándola fijamente
-No, no. Solo no quiero que te ofendas- le dice Flor nerviosa
-¿Por qué me voy a ofender?- le pregunta Jaz confundida
-¿Te acuerdas que ayer me llevaste un té?- le dice Flor haciéndola recordar
-Sí, me acuerdo, fue lo último que hice antes de irme a mi casa- le contesta Jaz
-¿Y fue lo último? ¿Estás segura?- le pregunta Flor sospechando de ella
-Sí, fue lo último. Ay, para, Flor, me estás poniendo nerviosa, ¿Por qué me lo preguntas?- le dice Jaz sin entender su actitud
-No, no es que desconfíe de vos. Solamente quiero aclararme una sospecha- le dice Flor
-¿Sospecha? ¿Aclarar qué, Flor?- le dice Jaz ya agobiada
  En ese mismo momento Juli llegaba a la puerta de la cocina y al ver a Jaz y a Flor discutiendo se detiene antes de entrar y se queda escuchando escondida.
-Es que falta plata y hay alguien que la tomó y yo… - le explica Flor
-¿Vos estás desconfiando de mí? ¿Me estás acusando a mí de haber robado esa plata, Flor?- dice Jaz dándose cuenta de las sospechas de esta, lo que hace que se sienta realmente mal y molesta, por lo que comienza a llorar llena de rabia por su desconfianza
-¡No, no, no, no te estoy acusando! ¡Solamente quiero saber si vos viste algo!- le dice Flor nerviosa tratando de retractarse
-¡No soy boluda! ¡Si me lo estás diciendo es porque piensas que yo la tomé!- le dice Jaz muy molesta y llorando se marcha de la cocina sin querer verla más.
  Flor se recuesta contra la mesa a llorar, pues sabía que había actuado mal y por culpa de eso le había hecho daño a la persona que más amaba en el mundo. Tras ver esta escena, Julieta sale callada de su escondite y se acerca a Flor: -Te equivocaste, te equivocaste mal-
-Ya sé, perdón- dijo Flor lamentándose
-¿Vos la conoces bien a Jazmín? ¿Tenés idea? ¿Conoces a su familia?- le dice Juli molesta
-No, no, no conozco a la familia- le dice Flor triste
-Puede que me meta en un lío con Jaz por decirte esto, pero ¿Vos sabes que sus padres son millonarios? ¿Y que si quiere cinco mil dólares lo tiene en tres segundo?- le dice Juli revelando un poco del pasado de la colorada
Flor se queda en blanco, dándose cuenta de que no conocía a la colorada para nada, lo único que sabía era que sabía cocinar y que era su amiga. Esta se va apenada y llena de culpa, dejando a una enojada Juli en la cocina, pues si algo no le gustaba a Julieta era que se metieran con sus seres queridos y menos con Jaz a quien quería mucho.
  Tratando de lograr calmarse, Flor va a la oficina, pero para su sorpresa al entrar encuentra a su hermana menor con un secreto entre manos. Miru nerviosa se levanta mostrando una bolsa con todo el dinero que faltaba, al verla Flor se pone a atar cabos y descubre la verdad. Miranda era la ladrona, y todas sus acusaciones habían sido en vano. Miru trata de explicarse, pero esta se lleva a dar una vuelta a Flor para que nadie se enterara.
   En la calle las dos hermanas se sientan en un banco, donde Miru le cuenta a Flor que había cogido el dinero debido a una deuda que tenía en el pasado. Florencia bien sabía que su hermana tuvo una época de su vida oscura, la cual conoció a toda clase de gente las cuales la metían en problemas hasta el día de hoy. Comprendiendo a su hermanita esta la abraza y jura no delatarla con nadie: -Miru, tranquila, yo estoy aquí para vos- le dice triste cuando comienza con los tics
-¿Qué te pasó?- le pregunta al verla
-No, nada, nada. Que por culpa de eso metí la pata y me mandé una cagada bien gorda- le dice Flor lamentándose pensando en Jaz
-Lo siento-
-Es que me quedé sin el pan y sin la torta- le dice Flor angustiada –Digo, sin mi prometido y sin mi mejor amiga-
-Flor, ¿Me vas a decir? Yo te dije lo mío- le dice Miru
-¿El qué?- nerviosa
-Yo no te voy a juzgar. Sé que te pasa algo, estás rara- le dice Miru de todo corazón
Flor se pone a pensar y decide decírselo pero no sabe cómo –Bueno, está bien… me pasan…. Bueno, no, nada, no importa- arrepintiéndose
-Flor, confía en mí- le dice Miru calmándola y dándole la mano
-Bueno, está bien que… que me pasan con Jazmín- le dice Flor nerviosa esperando la reacción de su hermana la cual la tomó por sorpresa
Miru contenta comienza a dar saltos y a gritar segura -¡Sí, sí, lo sabía!-
-¡¿Lo sabías?!- sorprendida
-Sí, claro, se te notaba- dijo Miru feliz de tener la razón
-No, no, no. ¿Me ves re machona?- le dice Flor molesta y llena de complejos
-No, Florencia, no te veo re machona, te veo enamorada. Vos y yo nos merecemos una re charla- le dice Miru emocionada
-No, no, igual no pasó nada, no ¡NO COMÍ ANCHOA! Todavía, no, nada. Bueno, no importa- le dice Flor muy nerviosa yéndose para no hablar más, pero Miru la sigue aun emocionada por tan interesante historia de amor
  Miranda no para de perseguir a Flor hasta volver al hotel, y solo le preguntaba emocionada sobre qué era lo que sentía realmente. Florencia tratando de quitársela de encima va a la cocina, donde se encuentra a Jaz preparando un pastel. La colorada al verla se pone muy seria y ni siquiera quiere hablarle ni mirarla a los ojos, cosa que pone mal a Flor. Esta de pronto ve unas hermosas margaritas sobre la mesa y trata de sacar un tema de conversación: -Que lindas, ¿De dónde las sacaste?-
-Las compré- le dice Jaz muy seria
Flor comienza a sonreír y se acerca a ella -¿Cómo era la canción esa? ¿Las de las margaritas del mantel? ¿La de Fito Páez?-  refiriéndose a la canción ¨Un vestido y un amor¨  de Fito Páez tratando de que ella le hablara pero no funciona
   En ese momento llega a la cocina Miranda, la cual se pone a beber agua y oye cautelosamente lo que se decían estas dos: -Che, Jaz, yo no sé como pedirte perdón por lo que pasó, de verdad- le dice muy triste Flor
-Ya yo te perdoné, Flor, ya está- le dice Jaz triste
-No, no me perdonaste- le dice Flor
-Ya está- le dice la colorada muy seria sin querer hablar más
    Al ver su actitud, Flor se da por vencida y se marcha muy triste hacia su habitación, dejando a Jaz muy mal en la cocina. Miru que había observado todo desde su rincón y se había dado cuenta de lo mal que estaban las dos por esta situación, decide intervenir por lo que se acerca a Jaz: -Che, está arrepentida de verdad. No sabe cómo pedirte perdón, pero está arrepentida-  le dice Miru y Jaz la comienza a mirar raro, pues el hecho de que esta supiera lo que sucedía entre ellas significaba que Flor realmente sentía algo, y ese algo se estaba haciendo cada vez más fuerte pues había tenido la confianza de contárselo a su hermana
-Afloja, dale, ustedes tienen algo re lindo, súper puro. No estaría bueno que se corte así. Además no es tan grave- le dice Miru haciéndola pensar
   Cae la noche y el hotel estaba en calma, Miru como si fuera una niña pequeña corre emocionada hasta la puerta de la Tita, donde Flor ya estaba dentro durmiendo. Esta, utilizando la llave maestra entra a la habitación de su hermana, donde se la encuentra tendida sobre la cama en pijama y con una depresión histórica. Pícara se acerca a ella y se acuesta a su lado, pero Flor solo quiere estar sola: -¿Por qué no salís un poquito y comes algo?- le sugiere
-¿Comer? No, tengo el estómago así, como un nudo- le dice Flor rehusándose
-Por eso- le dice Miru insistiendo
-No, no, solo quiero dormir- tapándose
-No quiero ponerme insistente pero me parece que saliendo a la vida, la vida te sorprende- le dice Miru con doble intención
-Ya lo creo, te puede sorprender para bien o para mal, que es lo que mes está pasando últimamente- le dice Flor
-No, pero te va a sorprender para bien- le dice Miru muy segura de sus palabras
-No entiendo- le dice Flor al oírla
-No hay que entender mucho- le dice Miru
-¿Pero por qué decís que me va a sorprender para bien?- pregunta Flor dándose cuenta de que su hermana se traía algo entre manos
-Porque te va a sorprender para bien. En la vida hay sorpresas y una sorpresa quizás te espere- le dice
-O sea, ¿Hay una sorpresa?- le dice Flor tratando de descifrar sus palabras
-Bueno, sí, te lo dije. No me hagas explicarte todo- le dice Miru cansada de que no entendiera
-Ay, Miranda, que miedo, por Dios. ¿Qué es? ¿Qué hay?- le dice Flor preocupada pensando que era una de sus locuras
-No, no te voy a decir. Ponte linda y baja- le dice Miru dándole un beso y yéndose feliz, dejando a una Flor bastante curiosa
  Flor se quita su pijama y se arregla lo mejor que puede, poniéndose aquel hermoso vestido de lunares rojos con el que había cautivado a Jaz hacia unos meses atrás. Esta siguiendo las órdenes de Miru baja al restaurante, cuando de repente siente el dulce sonido de un piano. Al oírlo esta se voltea para encontrarse a Jaz más hermosa que nunca con su cabellera suelta, tocando en el elegante piano que se encontraba para adornar las veladas en el restaurante. Esta hipnotizada por su belleza se acerca lentamente y al verla llegar Jaz comienza a tocar una hermosa canción. Ambas se miran llenas de amor y la voz melodiosa de Jaz hace que Flor se apoye  a la cabecera del piano para oírla mejor:
¨Te vi junto a las margaritas del mantel
Ya sé que te traté bastante mal
No sé si eras un ángel o un rubí
O simplemente te vi
Todo lo que diga está de más
Las luces siempre sienten en el alma
Y cuando me pierdo en la ciudad
Vos ya sabes comprender
Es solo un rato no más
Tendría que llorar o salir a matar
Te vi, Te vi, Te vi
Yo no buscaba a nadie y te vi
Y te vi, te vi, te vi
Yo no buscaba a nadie y te vi¨.
   Tras terminar de cantar, Jaz se le queda mirando llena de amor, mientras que Flor emocionada y con sus ojos aguados trata de recuperar el aliento –Que hermoso que cantas, que linda voz que tenés, Jaz-
-¿Está era la canción que no te acordabas?- le pregunta Jaz
-Sí, era esa- le dice Flor emocionada
  Jaz se la queda mirando en silencio, esperando una reacción mientras que miraba como pequeñas lágrimas de felicidad salía por sus ojos: -¿Eso significa que me perdonaste? –le pregunta Flor 
-Esto significa que no puedo estar enojada mucho tiempo con vos- le dice Jaz
  Al oír esto Flor llora emocionada, mientras Jaz la observa conmovida. Lentamente Flor se acerca a ella, la cual le da un espacio para que se sentara a su lado en el piano. Allí las dos juntas comienzan a tocar las teclas del piano como si fuera un juego, mientras que sus miradas se cruzaban sin cesar. Flor recuesta enamorada su cabeza al hombro de Jazmín, la cual con sus manos hacía que Flor tocara una melodía en el piano. Mientras tocaba y sus manos estaban juntas, Florencia comenzó a pensar en sus sentimientos y se dio cuenta en ese momento de algo; de que ya no había marcha atrás pues ya estaba totalmente enamorada de la colorada y sabía que nada ni nadie ya las podría separar.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now