Capítulo 48 "Rabas concuvinas"

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Tras una larga noche llena de amor las chicas deciden ir al hotel temprano, para así aprovechar el día al máximo. Al llegar son recibidas por Lucho y Leo quienes esperaban ansiosos a Jaz, pues Javo estaba solo en la cocina.
La colorada ignoró los reclamos del gerente y continuó con su romance, el cual ya no tenía miedo de exhibirse.
-Creo que tengo que ir a la cocina- dijo Jaz sin ningún tipo de ganas de hacerlo
-Ah, ¿Ahora?- halándola hacia ella
-Sí…Ah, pero no me quiero ir. Me cuesta un poco irme, porque me acostumbré a estar acá con vos- dijo Jaz con una voz ñoña
-Ah, sí, yo también- sujetándola de las manos
-Me quiero quedar acá con vos- le dijo besándola en los labios muerta de amor
Tras un largo beso se separó un poco con una idea en la cabeza –Para, escucha-
-¿Qué?- tratando de volver a besarla
-Como que siento que no tenemos un lugar para estar como solas tranquilas- le dijo Jaz
-Sí, ya sé, ya sé. Pero bueno, es así ¿Viste?- dijo Flor triste
-¿Es así?- con un tono juguetón –Algo se me va a ocurrir a mí-
-¿Si?- sorprendida
-Sí, un plan, un súper plan- dijo Jaz mientras que la morocha le dejaba pequeños besos en la boca
Finalmente la alcanzó y sujetándola de la cintura no la dejó escapar para dejar un delicioso beso, él cual hizo que el cuerpo de la colorada se derritiera por completo. En medio del beso, Flor abre los ojos para ver a su chica la cual estaba más que entregada, pero en ese mismo momento se percata de que había alguien observándola desde muy cerca… era Dani. Estaba parado como una estaca viendo la escena
-¡LA CONCHA PUTA! ¡EL CORNUDO!- exclamó Flor nerviosa al verlo separándose de Jaz
-Tranquila- dijo Jaz poniéndose delante de ella y dándole la cara a Daniel -¿Qué quieres, Dani?-
-Es que ya que estamos los tres quisiera decirles algo- dijo Dani muy serio
-¿El qué?- dijo Jaz en su posición de chica dura
Dani tomó aire, sin duda le costaba lo que iba a decir, mientras que Flor estaba asustada detrás de su chica, la cual estaba preparada para cualquier cosa
-Es que quiero felicitarlas. Me gusta verlas así- dijo Dani de golpe con una falsa sonrisa en su cara. Al oír esto la cara de Jaz cambió por completo, se transformó en sorpresa pero muy pronto comenzó a sospechar
-Quería pedirle disculpas, porque me gusta mucho como llevaron adelante todo esto y nada… que se lo merecen- dijo Dani fingiendo, por supuesto
Flor sonrió, pues ella si se había creído todo el cuento chino de este chico, mientras que Jaz no se lo acababa de tragar
Dani se fue con esa sonrisa inquietante y Flor miró a Jaz asombrada sin saber qué decir
-¿Qué te pareció?- dijo Flor –A mí me pareció sincero-
-Sí, fue sincero- dijo Jaz no muy segura
Florencia era muy inocente, pero Jazmín conocía muy bien a este tipo de persona. Además era imposible que este chico hubiera cambiado tan rápido ¿Hace dos días las amenazaba y ahora les pedía perdón? Había algo raro en todo esto, pero no sabía el qué.
Por otro lado un misterioso Daniel se fue al deck, donde lleno de rabia cogió su móvil y llamó a Ignacio.
-Tiene que ser hoy porque yo ya no aguanto más- y colgó rabioso
Dani se fue de allí lleno de misterio, sin darse cuenta de que toda esta conversación había sido escuchada por Mariano, quien estaba en la barra y todo esto le parecía muy pero muy sospechoso.
Luego las chicas llegan a la cocina, donde un agobiado Javo trabaja sin parar y al ver a Jaz comenzó con los reclamos
-Impresionante, muchas gracias por venir cuando te llamé- le dijo Javo
-Eran las seis de la mañana, Javier. No estaba despierta-  dijo Jaz en su defensa
-Espectacular- dijo Javo irónico
-Igual, perdón, pero ella llegó un poco más tarde de lo que tu dijiste por mi culpa porque yo la retuve- dijo Flor defendiendo a su chica
-Uh, como está la defensora- dijo Javo burlándose
-¡BOLUDO!- exclamó –Bueno, me voy-
-Te quiero, pichi- le dijo Jaz dándole un pico
-¿Para mí no hay?- dijo Javo
-¡PAJERO!- exclamó la morocha saliendo de la cocina
Una vez solos Jaz comenzó a mirar a Javo con ganas de revelarle un pequeño secreto, pero no estaba segura de decírselo
-¿Qué traes entre manos, Cachito? Te conozco- le dice Javo sin ni siquiera mirarla
-Es que yo venía ahora pensando desde hace días… yo tengo ganas de tener con Flor un lugar común, para estar las dos tranquilas… Y pensaba decirle que… por ahí, puede venir a vivir a mi casa- dijo Jaz nerviosa pues no sabía si era buena idea
Javo abrió la boca sorprendido –Sí, dale-
-No, no quiero presionarla porque ya viste como se pone ella cuando se ve presionada… entonces estoy esperando el momento indicado…- dijo Jaz
-Juan Carlos, esta chica está muerta con vos. Está muerta- dijo Javo haciendo que su amiga se sonrojara –Anda a decirle, se va a poner re contenta-
-¿Sí?- feliz
-Por supuesto que sí. Sería una tonta si dijera que no. Mira lo que se llevó. Vos so la joya del hotel- dijo Javo dándole ánimos pues sabía que no se estaba tirando a una piscina
Jaz sonreía contenta -¿Qué haces ahí parada? ¡Anda a decirle!-
-¡¿Ahora?!- nerviosa
-Sí, dale. ¡Corre!- le gritó Javo y la colorada salió corriendo de la cocina en busca de Flor
Finalmente la encontró en el deck, donde se tomaba unas copas. Al verla Jaz se trató de calmar y respiró profundo
-¿Qué pasa?- preguntó Flor curiosa
-Es que te tengo que decir algo, que te lo iba a decir luego, pero no me aguanté- dijo Jaz en ráfaga de lo nerviosa que estaba
-¿Qué?-
Jaz respiró y con los ojos iluminados se dispuso a hacer la pregunta -¿Te querés ir a vivir conmigo?-
Al oír esto Flor pensó que era una joda de ella y se comenzó a reír –Dale, decime ¿Qué?- sin creérselo aún
-Eso, ¿Qué si te quieres ir a vivir conmigo?- dijo Jaz sin borrar su sonrisa nerviosa
Ahí fue cuando Flor se percató de que hablaba en serio y se dio cuenta del gran paso que era esta petición -¡RABAS CONCUBINAS!- exclamó debido al Tourrette
-No te gusto la idea. Ya , no pasa nada- dijo Jaz confundida con su reacción, pero Flor la sujetó bien fuerte evitando a que se alejara
-No, no, espera. Es que no entiendo ¿Vivir juntas? ¿Dónde?- dijo Flor nerviosa
-Bueno, pensé en mi casa-
-Claro- dijo Flor mientras analizaba todo en su cabeza
-No te copo tanto ¿No?- dijo Jaz confundida por su cara de asombro
-No, no es eso. Es que no me lo creo. No me lo esperaba- dijo Flor con una sonrisa
-¿Entonces?- ansiosa
-Sí, claro que sí. Me encantaría vivir con vos- dijo Flor
Al oír esto la emoción invadió el cuerpo de la colorada la cual saltó a abrazarla y a besarla llena de felicidad
-Me mudo ahora mismo si querés- le dijo Flor emocionada
-Sí- besándola
-No, ahora no puedo porque tengo que avisarle a las chicas ¿Pero mañana? Me pido un flete-
-Sí, mi amor, lo que tú quieras- besándola llena de amor
-Qué lindo ¡Nos vamos a vivir juntas!- exclamó Flor re emocionada –Igual, esta noche puedo pasar por la casa tras acabar con las chicas- dijo con un tono picarón
-Um, me temo que no. Es que hoy a última hora sale el vuelo de Juli y me ofrecí a llevarla- le dijo Jaz lamentándolo, pues ella deseaba este encuentro
-Ah, ¿Se va ya?-
-Sí, recién me llamó y quedamos. Javo me va a llevar- le informó la colorada
-Bueno, mejor, anda con cuidado ¿Eh?-
-Siempre- dijo la colorada dándole un beso de despedida para volver a la cocina más feliz que nunca
Pasaron las horas y llegó el momento de decir adiós a Juli en el aeropuerto. La  chica se abrazó llorando a Jaz, la cual lloraba desde hacía tiempo.
-¿Me puedes decir de nuevo por qué te vas?- le dijo Jaz entre lágrimas
-Tengo que hacerlo, Jaz. Deje cosas allá, cosas abiertas que tengo que cerrar- le contestó Juli –Además yo también tengo una vida-
-Ey, chicas, por dios, parecen una pareja de telenovela despidiéndose. Hay gente mirando- dijo Javo riéndose al verlas -¿No hay un abrazo para mí?- y Juli lo abrazó
-Me la cuidas ¿Eh?- le advirtió
-¿Cuándo no lo he hecho?- le dijo Javo con una sonrisa
-Che, Jaz, no llores más- le dijo Juli abrazándola de nuevo
-Es que ya me había acostumbrado a tenerte acá conmigo. Eres como mi hermanita- le dijo Jaz ñoña
-Ok, hermanita mayor, no llores si voy a volver-
-¿Cuándo?-
-¿Cómo qué cuándo? Yo tengo que ser tu madrina de bodas sino te mato- le advirtió Juli haciéndola reír
Finalmente llegó la hora de irse y Juli se perdió en la multitud de personas. Luego Jaz y Javo decidieron ir a tomar algo por ahí, para recordar los viejos tiempos, por lo que pararon en un bar
-Hable con Flor- le dijo Jaz
-Bien, Juanca ¿Y?- curioso
-Me dijo que no- le dijo Jaz bajando la cabeza
-No, ¿En serio? Que cagada- dijo Javo poniéndose triste por ella cuando sintió su risa -¿De qué te ríes?-
-De que te estaba jodiendo ¡Me dijo que sí! Se va a ir a vivir conmigo- le dijo eufórica
-¡Bien, lo sabía!- dijo Javo feliz por ella –Sos una pilla-
-Estoy re feliz. Parece que mi vida va tomando su camino-
-Te lo mereces, Juanca- dijo Javo y se quedó pensativo un segundo -¿Quién nos iba a decir a nosotros que íbamos a encontrar el amor? Yo ya me daba por vencido-
-Yo lo supe desde el día en que vi entrar a Flor por la puerta del bar. Supe que ella sería mía- dijo Jaz recordando
-Pero bastante trabajo que te costó ¿O no recuerdas?-
-Ah, sí. Aleja esos pensamientos. Quiero solo centrarme en las cosas felices-
-Haces bien, Cachito- dijo Javo brindando con ella
Eran las dos de la mañana y los chicos salieron del bar, algo pedos, más Javo que Jaz, pero aún así se decidió a manejar, cosa con la que Jazmín no estaba de acuerdo. Por suerte el auto pareció estropearse por lo que tuvieron que aparcar en un lugar bastante solitario
-Dale, Javo, no me gusta este sitio- dijo Jaz apresurándolo pues tenía un mal presentimiento
-Ay, Juanca, para. Estoy en eso. Si quieres acuéstate ahí en el auto y  déjame en paz- le dijo Javo desde el capo
Jaz que estaba algo mareada le hizo caso a su sugerencia y se acostó a reposar, mientras hablaba con él. De un momento a otro su amigo dejó de responder a sus preguntas, cosa que le pareció raro a la chica y salió a ver
-¿Javo?- asomándose al capo pero no estaba –Javo, dale, déjate de bromas-
Fue en ese momento en el que sintió un fuerte golpe sobre su cabeza y todo se hizo negro.
Horas después sus hermosos ojos verdes se fueron abriendo con dificultad, para descubrir que estaba en una especie de almacén. Estaba amarrada a una silla y a su lado estaba Javo en las mismas condiciones pero inconsciente. Sin duda algo malo había pasado. Desesperada al ver que no podía zafarse comenzó a pedir ayuda a gritos.
Lo que había empezado como uno de los mejores días de su vida se había acabo convirtiendo en una pesadilla.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now