Capítulo 53 "Comprensión"

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Tras una semana en el hospital, Javo se recuperó por completo, aunque se tomó unas vacaciones. Por otro lado, las chicas ya se habían mudado juntas… en un principio a Flor le había costado trabajo adaptarse a su nueva vida, pero muy pronto con la ayuda de Jaz lo hizo.
Ya eran prácticamente un matrimonio, Flor se encargaba de la casa y Jazmín la ayudaba en todo. Todo era tan perfecto entre ellas que parecía sacado de un cuento de hadas. Por las mañanas, la colorada se marchaba al trabajo tras hacer el amor con su chica y darle unos besos para llevarse su sabor. Se escapaba bien temprano del hotel, para ser recibida por una más que enamorada Flor, la cual la recibía más sexy que nunca. Una vez juntas en casa pasaban el rato conversando, bebiendo vino o pintando… no les importaba que hacer sino lo único que querían era disfrutar de su compañía.
Ese día ambas se encontraban bajo las sábanas viendo una peli. Como ya era costumbre estaban rodeadas de dulces y palomitas de maíz, las cuales comían entre besos y caricias. Jazmín veía la peli cuando de pronto sintió a su novia cabizbaja
-Ey, ¿Qué pasa, bebé?- preocupada
-Nada- dijo Flor con la voz apagada
Al notar esto, la colorada le puso pausa a la película y se giró para verla mejor
-¿Me vas a decir que te pasa o vas a seguir ocultándomelo?-
-¿Cómo sabes qué me pasa algo?- dijo Flor cruzándose de brazos
Jaz sonrió de medio lado y acaricio su mejilla –Porque te conozco, amor. Sé cuando algo te molesta-
-Sí, tenés razón. A veces pienso que vos me conoces más que yo misma-
-Puede ser verdad- dijo riéndose y contagiándole su risa a la morocha –Dale, habla-
Flor miró hacia abajo, mientras jugaba con las sábanas
-Mi mamá me llamó- soltó de una
-¿Y?- dijo Jaz llena de asombro -¿Qué te dijo? ¿Hablaron?-
-Sí, bueno, ella habló- dijo haciendo una mueca
-¿Tan mal fue?- dándose cuenta
-Fatal… ella aún no nos acepta, Jaz. Dijo cosas horribles- dijo enojada con sí misma
-Tranquila. Vos no tenés que ponerte mal con eso- le dijo Jazmín dándole la mano –Tarde o temprano ella tiene que comprender… sino va a ser peor para ella-
-¿Por qué?-
Jaz alzó la ceja y con una sonrisa llena de complicidad dijo –Porque se va a perder la oportunidad de ver a su hija más feliz que nunca-
Al oír esto Flor no pudo evitar morir de amor y en su rostro se dibujó la más grande de las sonrisas –Ay, te amo- dijo acercándose a ella y besándola llena de amor
-Yo también te amo- dijo Jaz casi en un susurró
Tras unos pequeños besitos en forma de juego, la colorada volvió a su sitio actual y envolvió a su chica en sus brazos, conteniéndola como siempre.
A la mañana siguiente, Flor amaneció mejor, pero sin duda se notaba en su mirada la tristeza y sus tics la delataban. Sabiendo esto, una angustiada Jazmín salió de la casa y antes de pasar por el hotel fue a hacerle una visita a su amigo Grace.
Al llegar Javo, estaba acostado con un vendaje puesto y tenía la mejor enfermera… Virginia. Ellos comenzaron a bromear como siempre y ahora después de lo sucedido tenía más razón para hacerlo. Hacían bromas como ¨te libraste de esa bala¨ o ¨casi muero por tu tortilla¨… cosas así que solo se le ocurrían al tonto chef.
Vir los acompañó durante un buen rato, pero se tuvo que ir por un momento por un asunto de trabajo. Una vez solos, Javo notó la cara de su amiga
-Juanca, ¿Qué pasa?-
Jaz suspiró agobiada –Nada, Grace. Problemas-
-¿Con Flor?-
-No, no, con Flor todo bien… es con su madre-
-¿Con Teresa?-
-Sí, la señora se ve que no nos acepta y continua llamando a Flor para reclamarle- dijo llevándose las manos a la cabeza
-Oh, Juanca, por eso estás mal, papito- consolándola y en ese momento le vino una idea a la cabeza -¿Por qué no hablas vos con ella?-
-¿Con quién? ¿Con Teresa?- confundida
-Sí-
-No, ¿Qué le digo? Además, yo creo que me ve y me mata- dijo alarmada
-Ey, ¿Esos son miedos?-
-No-
-Juanca, nadie mejor que vos puede hacer que esa mujer vea que cuando hay amor nada importa. Vos podes hacerle ver que vos amas a su hija y que vas a cuidar de ella mejor que nadie-
-¿Tú crees que me escuche?- dijo Jaz pensativa
-No se pierde nada con intentarlo-le dijo Javo muy serio
Jaz pensó unos segundos hasta que asintió
-¿Cómo averiguo su dirección?-
En ese momento entró Vir y ambos lo miraron con una sonrisa… ella era la clave
Acompañada por Virginia, Jazmín fue a casa de Teresa. Se parquearon en el auto esperando a que saliera
-Ella va a salir en cualquier momento… a esta hora tiene cita en el spa- le dijo Vir mirando la casa
-Ok- dijo Jaz jugando con sus manos de lo nerviosa que estaba
Vir se dio cuenta de su nerviosismo –Ey, mi mamá es una mujer dura pero no muerde-
-Eso espero- suspiró Jaz
-Gracias- dijo Vir de repente y Jazmín la miró sorprendida
-¿Por qué?-
Vir sonrió –Por cuidarla, por amarla… le haces bien a mi hermana y eso te lo agradezco de todo corazón-
Jaz le devolvió la sonrisa y la miró con esos ojos brillosos –Yo amo mucho a Florencia, y haría cualquier cosa por verla bien-
-Lo sé- dijo Vir
De repente la castaña ve a su madre salir de casa y se lo indica a Jaz, la cual abre la puerta corriendo. Sin perder más tiempo intercepta a la señora, la cual al verla su primera reacción es rechazarla.
-¡¿Qué haces acá?! ¡No quiero verte!-
-Por favor, escúcheme… necesito que me escuche- le suplicó
Teresa la miró por unos segundos y asintió
-Flor está muy mal- dijo Jaz de una
-Yo también estoy mal-
-Sí, lo sé-
-¡Vos no sabes nada de mí!-
-No, pero si sé de mi padre- dijo Jaz y la miró confundida –Él era igual que usted… no me aceptaba por mi gusto. Cuando se enteró se pasó años sin hablarme…- Teresa la miró en silencio –Hace solo dos años que me dirige la palabra una vez más y no se cansa de decirme lo arrepentido que está…. No se cansa de repetir que como quisiera recuperar el tiempo perdido…. Pero no se puede, el tiempo es lo único que no puede cambiar-
-¿Qué quieres decir?-
-Que no pierda más el tiempo tratando de odiar a su hija, o alejándola… Ella sigue siendo la misma… lo único que se enamoró, es solo eso-
-No es normal-
-¿Qué es normal ahora? Nada… Además, nosotros no controlamos nuestros corazones… Ella necesita que la entienda, que la comprenda, no soporta el hecho que la rechace. Flor necesita su aprobación para ser completamente feliz-
Teresa se dejó caer sobre un banco que había pagado a una cerca y se llevó las manos a la cabeza. Jaz se sentó a su lado
-¿Vos sabes lo que yo sufrí? Lo que sufrí al tener una niña así… con…-
-Tourrette- completó Jaz
-Sí, ese maldito síndrome que la hizo diferente-
-Ser diferente no tiene nada de malo-
-Lo sé- dijo Teresa mirándola –Yo sé, pero también sé que no es fácil ver como tu hija viraba todos los días llorando del cole porque algún chico se había burlado de ella o había tenido problemas con los profesores por sus puteadas… ¿Vos sabes lo que sufrió Flor por no ser normal?-
Jaz miró hacia abajo –Sí, ella me contó-
-Entonces comprendes un poco porque me puse así cuando ella me dijo que estaba… que estaba…-
-¿Conmigo?-
-Sí, con vos. Ser lesbiana no es bien visto en la sociedad… eso lo debes saber vos-
-Sí, lo sé… pero me da igual lo que piensen los demás- le afirmó Jaz –Es duro, pero no imposible de soportar-
Teresa sonrió un poco al escucharla –Ojala Flor fuera así de fuerte-
-Lo es… Flor es más fuerte de lo usted piensa. Ella es incluso más fuerte que yo- afirmó la colorada con brillo en los ojos
-Solo quiero lo mejor para mí hija- dijo Teresa llorando
-Eso solo lo puede decidir Flor. Ella debe elegir que es lo mejor para ella-
Teresa la miró por un segundo pensativa y poniendo nerviosa a la colorada
-¿Vos la amas?- preguntó la señora de repente
-Con toda mi alma- respondió Jaz con la voz ahogada
Teresa sonrió y sin decir una palabra más se levantó y se fue alejando de la colorada poco a poco.
Llegó la noche y Flor fue a buscar a la colorada al trabajo. Al verla entretenida se acercó por detrás y le dio un susto que la hizo brincar en el lugar.
-Ah, Flor- dijo sujetándose el pecho
-Amor, sos muy asustadiza- dijo burlándose de ella
-Boluda- le dijo Jaz besándola
En ese momento la puerta de la cocina se abrió mostrando a Carla, la cual al ver a Flor soltó uno de sus comentarios ariscos
-Buenas, señorita Estrella ¿A qué se debe el honor?- dijo irónica
-Carla, deja de joder- dijo Flor sacándole la lengua
-Bandida, te extraño…- abrazándola -Desde que te mudaste no tienes tiempo para mí, siempre estás…-
-¡TIJERETEANDO!-
Carla se separó haciendo muecas de asco –Eh, gracias, no necesitaba tanta información-
De repente la cabeza de Lucía se asoma muy seria por la puerta
-Ah, Flor, ¿Estás acá?-
-Sí ¿Qué pasa?-
-Creo que hay alguien que quiere hablar con vos en el deck-
Flor frunció el ceño y tras mirar a Jaz fue hacia el deck. Al llegar allí vio a Teresa sentada esperándola
-Hola- dijo avergonzada
Flor solo la miró seria -¿Qué querés?-
-¿Podemos hablar?-
-Si es para decirme algo de mi relación, mejor no- dijo Flor a la defensiva queriendo irse
-No, no… Por favor, quédate. Quiero hablar con vos… quiero pedirte perdón- al escuchar estas palabras la morocha la miró sorprendida y se sentó frente a ella
-¿Qué?-
-Quiero que me perdones, Flor. Entiende que es difícil para mí… pero me hicieron dar cuenta de que uno no elije a la persona de la que se enamora-
Flor la miró sorprendida y con lágrimas en los ojos
-Gracias- dijo Flor bajando la cabeza
-Te comprendo. Comprendo que estás enamorada, pero aún no me pidas que haga una reunión familiar y eso… dame tiempo-
-Ok, ok… solo te voy a decir una cosa. La próxima vez que digas algo piensa antes de hacerlo, porque haces daño… y mucho- dolida
-Lo sé-
-No sé qué te hizo cambiar de opinión pero me hace bien que vengas a verme-
-No… No qué… sino quien- dijo Teresa y Flor frunció el ceño confundida –Fue una persona que me parece que es muy especial y que te quiere mucho-
La mirada de Teresa se dirigió hacia la entrada del deck, desde donde Jaz observaba todo escondida
-Ven- dijo Teresa a la colorada, la cual caminó lentamente hacia ella
Flor la miró con una sonrisa de enamorada y la tomó de la mano. Teresa se quedó mirando sus manos unidas y sonrió para luego darles un abrazo.
El corazón de Flor no podía caber más felicidad… por fin se sentía realizada, completa. Por primera vez en años no se sentía diferente… se sentía aceptada por todos y eso se lo debía a esa preciosa colorada que había llegado para iluminar su vida con su amor.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now