Capítulo 47 "La mujer de mi vida"

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  Eran casi las doce de la noche, muy pronto sería otro día y las chicas estaban más despiertas que nunca. De debajo de las sábanas salía una satisfecha y sofocada Jazmín, la cual se reincorpora junto a su chica la cual aun se recuperaba del último orgasmo. Llevaban toda la noche en eso, ni siquiera habían probado la deliciosa comida que Jazmín había preparado ¿Para qué? Si ya estaba disfrutando de su plato favorito.
La colorada risueña comienza a acariciar fascinada la piel de su chica, la cual solo la miraba. En una de esas, Flor tomó la mano de Jazmín y comenzó a besarla muerta de amor
-Ay, no entiendo como estuve tanto tiempo sin vos- confesó la morocha
Jaz se mordió el labio al oír esta hermosa confesión y le sonrió
-¿Vos crees en las casualidades?- le preguntó
-¿En qué sentido?- le dijo Flor acomodándose a su lado
-En todos los sentidos… Por ejemplo: Que Javo sea mi amigo y me haya contratado para que lo ayudara en aquel bar, que vos hayas entrado aquel día y te haya pasado eso que te paso…-
-Sí, me acuerdo- dijo Flor haciendo memoria
-Que luego se te haya quedado el móvil y yo te lo haya ido a devolver. Y que de ahí haya nacido esto- dijo besándola
-Yo que vos te llames Jazmín y yo Flor- dijo la morocha riéndose recordando su primera conversación
Jaz rió también –Que linda-
-Ah, espera, también fue una casualidad que Carla te haya contratado a vos como chef- dijo Flor recordando
-No, eso no fue una casualidad- dijo Jaz con una sonrisa pícara
-¿Cómo que no?- confundida
-No, no lo fue. Yo estaba muerta por tus huesos y necesitaba volver a verte, por lo que le pedí a Javo que me diera su puesto… Era mi única oportunidad de volver a estar cerca de ti- confesó la colorada avergonzada
Al oír esto Flor estalló en una risa. No tenía ni idea de esto, siempre había pensado que había sido el destino quien las había vuelto a unir.
-No podía dejarte ir-
-¿Por qué?-
-Porque eres tan linda como siempre te imaginé- confesó la colorada
-¿Me imaginaste?- emocionada -¿Cómo es eso?- curiosa
-Uh, un montón de veces. Imaginaba, deseaba que llegara alguien a mi vida, así como vos- le dijo Jaz mirándola a los ojos –Así con esta piel, con estos ojitos- acariciando el rostro de Flor y haciéndola sonrojar –Alguien como vos… que siempre quiere ser mejor-
Flor muerta de amor se acercó más a ella, para dejar un tierno beso en sus labios
-Te quiero- con una sonrisa de oreja a oreja
-Yo también… mucho- le dijo Jaz observando su iluminada cara
Flor se acomodó un poco pues ella también tenía una confesión
-Yo nunca me imaginé que iba a encontrar el amor en una mujer. Pero cuando te vi por primera vez, cuando te hiciste mi amiga… supe que había algo especial en ti. Y luego cuando me confesaste todo lo que sentías-
Jaz se tapó la cara sonrojada recordando ese día –Que vergüenza-
-No, no te avergüences pues ese fue el comienzo… ahí me empecé a dar cuenta de que estaba enamorada de vos- le dijo y Jaz la besó llena de amor
-Mira, te juro… pero te lo afirmo por escribano si querés-
-Ah, qué importante- dijo Jaz riéndose de su seriedad
-Sí, es muy importante… Nadie en el mundo te quiso más de lo que yo te quiero, pero posta ¿Eh?-
Jaz se mordió el labio al escuchar esto y sujetando sus mejillas con sus manos se dispuso a darle un delicado beso.
Fue lento y pausado, se querían disfrutar, y lentamente Jaz se fue colocando sobre Flor, comenzando nuevamente con la cadena de amor de hace un rato. Allí volvieron a hacer el amor hasta que ya no pudieron más y tuvieron que hacer un receso para poder comer.
Flor se puso una ramera de Jaz como pijama, mientras que la colorada se puso su ropa más cómoda. Tras una deliciosa comida ya estaban terminando el postre, cuando Flor se mojó un poco con el vino
-¡LA PUTA MADRE!- exclamó Flor al verse embarrada
-Ey, no pasa nada. Agarras otra ropa de mi armario que hay un montón- le dijo Jaz restándole importancia
-Estaba todo muy rico- dijo Flor comiéndose la última cucharada del postre
-Falta lo más rico todavía- dijo Jaz con una sonrisa picaresca
-¡ESTA!-
-Sí, esa también está rica- dijo Jaz riéndose
-¿El qué?- curiosa
-Esto- dijo Jaz besándole la boca a su chica –Esto es lo más rico- dijo rozando sus labios
Flor volvió a besarla, para luego ir a la habitación a cambiarse de ropa. Una enamorada Jazmín recogía los platos cuando sintió sonar su móvil. Era un número desconocido, por lo que atendió curiosa.
Pero su curiosidad fue sustituida por miedo al sentir la voz. Era Elena, quien enojada le hacía reclamos como si fuera su novia.
-Ey, no, no, para, para, creo que te equivocaste. Yo no dije en ningún momento en que volvería con vos. Yo estoy con Flor y eso va a seguir siendo así hasta que me muera ¿Ok? Así que si te molesta o algo… Ándate a cagar- dijo muy enojada y colgando el móvil
Era alucinante lo de esta chica. Le había arruinado la vida cuando chica y ahora le venía con reclamos ¿Qué demonios?
Una afectada Jazmín fue hacia la habitación, donde Flor se cambiaba de ropa y al verla así notó que algo malo había pasado
-Ey, ¿Qué pasó? ¿Y esa cara?- preocupada
-Nada- le contestó seca
-No me digas que nada porque mírate- le dijo Flor preocupada
-No, Flor, no me pasa nada- sin querer hablar
Flor notó esto y se alejó un poco muy seria. Se quedaron en silencio por un rato, hasta que Jazmín se dio cuenta de una cosa. Esta chica estaba volviendo a intervenir en su vida, en cierta forma le había arruinado la noche y esto no lo permitiría. Volviendo en sí, se acercó a Flor apenada
-Perdón- con la cabeza baja
Flor la miró fríamente y haciendo morritos –Yo no estoy enojada-
-Sí, sí que lo estás. Te conozco… perdón. Soy un imbécil. No sé cómo pude dejar que esa llamada me afectara- le dijo Jaz angustiada
-¿Qué llamada?- confundida
Jaz se dio cuenta de que había metido la pata, por lo que hizo una mueca y respiró profundo
-Elena me llamó-
Flor abrió la boca sorprendida, ahora comprendía todo. Se levantó de golpe de la cama y una desesperada Jazmín la siguió
-No, para, no te enojes. No te vayas. Le corté enseguida. Le puse los puntos sobre las i… Además te lo estoy contando- desesperada
Flor sonrió al ver su reacción dejándola más confundida
-Ey, no me voy. Solo fui a coger este abrigo que tengo frío- le dijo indicándole lo que estaba haciendo –No me importa Elena-
-¿Ah, no?- sorprendida
-No, me importa en lo más mínimo Elena- le dijo Flor volviendo a su lado
-Que bueno, escucharte decir eso- le dijo Jaz con una sonrisa llena de sorpresa y felicidad
-Nadie va arruinar esto que tenemos… y menos Elena- le dijo Flor segura
Jaz sonrió ante la seguridad de su chica
-Me siento muy fuerte- confesó la morocha
-Vos sos fuerte- afirmó Jaz
-¿Estoy fuerte?- bromeando
-Un montón- le dijo la colorada siguiéndole el juego y soltando una carcajada -Ah, me da mucha tranquilidad que me digas esto… Gracias- aliviada
-¿Sabes qué es lo que pasa? Que yo te amo como nunca amé a alguien en mi vida y… y si estoy insegura o triste… yo te miro y siento que me vuelvo como invencible- confesó la morocha abriendo su corazón
Jaz muerta de amor cerró el espacio que había entre ellas, profundizando el beso con cada movimiento.
Se sentían más fuertes que nunca, sabían que su amor ya era invencible y que ni siquiera el destino las separaría.
Enamoradas se dejaron caer en el sofá, donde Jaz acurrucó a su chica entre sus brazos mientras bebían vino.
-Cada vez tengo más cosas que agradecer- confesó la morocha
-Ah, qué lindo eso… yo también- dijo Jaz apretando el abrazo
En ese momento a Flor se le ocurrió un juego para pasar el rato -¿Querés que juguemos a algo?-
-¿A qué? ¿A las cartas? ¿A desafío?- emocionada
-No, no sé. Algo para desnudar- y Jaz la miró pícara –Nuestras almas- aclaró
-Ah, especifica porque yo ya me había emocionado- dijo la colorada bromeando mientras sacaba su mano de debajo de la blusa de la morocha
-Sos rápida ¿Eh?- riéndose de ella –No, tenía pensado algo más como nuestro-
-¿El qué?-
-Quiero hacer una lista de las cosas que no agradeceríamos-
-¿Qué no agradeceríamos?- volvió a preguntar Jaz haciendo una mueca de confusión
-¿Te copa?-
-Sí, bueno, pero para déjame pensar- dijo Jaz bebiendo un sorbo de vino – Yo no agradecería… - y en ese momento vino a su mente una de las épocas más tristes de su vida –Yo no agradecería que te hayas casado con Daniel Cacavela- haciendo vocecita en esta última parte
-Yo no me casé con Daniel Cacavela- dijo Flor haciendo la misma voz de asco
-Ahre, si te casaste. Por civil y yo la pasé re mal- le dijo Jaz haciéndola recordar
-Bueno, está bien, por civil. Pero si te reconforta yo también la pasé muy mal- le confesó Flor
-Sí, ya sé. Sabía, me daba cuenta y no podía hacer… nada- dijo Jaz recordando con rabia aquella época
-¿Sabes cuando me hizo el click?-
-¿Cuándo?- curiosa
-Cuando hablaste en el civil- le dijo Flor y Jaz se tapó la cara avergonzada recordando sus palabras
-Qué vergüenza. Hice un papelón ahí- dijo la colorada
-No, no lo hiciste. Tus palabras fueron las que me hicieron darme cuenta de quien a la que quería era vos. Me hiciste comprender que cuando uno ama a alguien quiere estar toda la vida con esa persona y eso era exactamente lo que me pasaba… y lo que me pasa con vos-
Jaz se acercó a besarla, derritiéndose en sus labios
-Ah, entonces cambio. Agradezco haber hablado- dijo Jaz emocionada
-O sea ¿Agradeces que me haya casado con Dani?- dijo Flor dándole la vuelta
Jaz se quedó pensativa y le contestó con una canción de Alejandro Sanz -¨Te lo agradezco pero no…¨-
Ambas rieron ante esta situación –Me he dado cuenta de algo- dijo Flor
-¿De qué?-
-Que las cosas que uno no agradece después terminan siendo las que agradece porque eso hizo algo que cambio todo. Aprendes de lo malo ¿Se me entiende?- dijo Flor no muy segura
-Entendí perfecto- dijo Jaz riéndose
-Sí, como no- dándose cuenta de que no había entendido un chota
-A ver, te toca- le dijo Jaz retándola
Flor no tardó ni dos segundos y supo que contestar –No agradezco que existan los científicos-
-¿Qué tiene que ver?- sin entender – No entiendo que tiene que ver con nosotras. Es de nosotras el juego- dijo Jaz
-Sí tiene que ver con nosotras porque tu novia reapareció cuando vinieron los científicos al hotel- dijo Flor poniendo cara de asco al recordar a Elena –Eso me va a costar revertirlo, no va a ser fácil-
-¿Por qué?-
-Porque… ¡AH! ¡A Elena la odio!- asqueada
-¿Por qué siempre la nombras? Siempre la traes- le dijo Jaz al ver sus reacciones
Al oír esto Flor puso una cara totalmente seria y con voz de diva que no le importa nada le contestó –Discúlpame, pero la que vino solita fue ella. Hoy llamándote como un pervertido- molesta
Jaz sonrió y se le quedó observando su cara de enojada por un momento, hasta que se decidió a continuar la conversación, pues se había dado cuenta de algo
-¿Vos sabes que le tienes que agradecer a ella?-
-¿El qué?- dijo la morocha poniendo en duda sus palabras
-Le tenés que agradecer algo muy importante- le afirmó Jaz con una sonrisa
-¿Qué?- acomodándose llena de curiosidad para quedar frente a ella
-Gracias a ella yo me di cuenta que la mujer de mi vida… sos vos- dijo Jaz acariciándole el cabello
Al oír esto los ojitos de Flor se pusieron tan brillosos que parecían dos luceros  y llena de amor saltó sobre Jazmín comiéndosela a besos. Ahí estuvieron un buen rato haciéndose pucheros y besos tontos, mientras se repetían una y otra vez que eran las mujeres de sus vidas. En ese momento Jaz se separó un poco de la boca de Flor, sin apartarla de ella, para poder hablar. Sus caras aun estaban juntas y los pechos de la morocha chocaban con los suyos por encima de la ropa
-¿Vos sabes que no has tenido ni una manifestación de Tourrette desde hace horas? ¿Te diste cuenta?- le dijo Jaz feliz por esto
Flor cerró los ojos como lamentándose –No me lo digas porque me arranca todo junto-
-¿En serio? Ah, no, que boluda- dijo Jaz lamentándose tratando de remendar su error
Al verla tan nerviosa Flor estalló en una risa muy contagiosa -¡¿De qué te ríes?!- le dijo la colorada confundida
-De ti. Te estaba jodiendo- confesó
-Ay, ¡Qué mala! Me preocupé- dándole un pequeño pellizco en el brazo
-Sí, me había dado cuenta-
-¿Y? ¿Qué se siente?- dijo Jaz emocionada. Era la primera vez que su chica no puteaba en dos horas seguidas
-Normal. Eso te lo tengo que agradecer a vos- le confesó
-¿A mí?- emocionada
-Sí, vos haces que todos mis tics se vayan. Alejas todo lo malo. Sos mi amuleto- le dijo Flor dejándole un leve beso en los labios
-¿Tu amuleto?- con una sonrisa mientras acariciaba su rostro
-Sí, sos mi amuleto de la suerte- afirmó la morocha
-Y siempre lo seré, linda- dijo Jaz halándola hacia ella y volviendo a besarla
Ahí comenzaron con una adictiva cadena de besos, la cual llevó a que volvieran a hacer el amor sobre aquel sofá… múltiples veces. Ambas se sentían completas cuando estaban juntas y sentían que su vida dependía de la otra. Sin duda sus corazones estaban llenos del amor más puro y hermoso del mundo.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now