Capítulo 22 "Elecciones"

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Dicen que no hay mejor forma de llegar al corazón del ser amado que una canción de amor, y sin duda esa noche Jaz le había llegado muy a fondo del corazón de Florencia. Esta no podía dormir, daba vueltas una y otra vez pensando en la colorada, y solo oía su melodiosa voz revoloteando por su cabeza. Suspirando llena de amor Flor no puede borrarse de su mente lo que había sucedido esa noche, no podía olvidar como se sentía tocar sus manos, como se sentía respirar el mismo aire que Jazmín  respiraba. En ese momento Florencia se dio cuenta de lo que le pasaba y dejo de negárselo a sí misma, ya sea por accidente o porque estaba destinado ella se había enamorado perdidamente de Jaz, y su corazón ahora no daba un latido que no llevara su nombre.
    A la mañana siguiente esta se levanta y decidida se pone a pensar en algo para agradecerle a Jaz todo el cariño que ella le daba. Se pone a pensar en algo especial que identificara su amor, pues a pesar de ella no estar segura de qué iba a pasar con su vida en un futuro, si estaba segura de que lo que sentía por Jazmín era algo muy especial. Tras pensar un buen rato, esta recuerda de algo que era el regalo indicado para la chef.
   Entusiasmada Flor baja corriendo y va hacia la cocina, donde Jaz preparaba el desayuno para los huéspedes, pero al verla deja todo lo que estaba haciendo para atenderla.
-Que temprano- dijo Jaz sorprendida de verla
-No, es que no dormí muy bien ayer a la noche- le dice Flor con un poco de tics por no haber descansado nada
-Te hizo mal acostarte tan…- le dice Jaz
-No, no, estaba como no sé, sobrexcitada, medio inquieta- le explica Flor
-¿Querés que te haga el desayuno?- sonriéndole feliz
-No, no, esta vez quiero hacértelo yo. El desayuno- le dice Flor nerviosa
-¿Sí?- le pregunta sorprendida
-Sí, como siempre me lo hace vos quiero hacértelo yo- le dice Flor haciéndola reír
De pronto Flor se saca de uno de los bolsillos de su chaqueta dos pulseras negras con una flor plateada sobresaliendo como adorno, al verlo Jaz se queda muy confundida y espera a que Flor hable –Es una pavada, es una pulsera y que yo tengo la misma ¿No? O sea te doy esta pulsera a vos y yo me pongo esta- nerviosa
-¿Cómo una alianza?- le dice Jaz mirando enamorada su pulsera
-Si- le dice Flor sonriéndole
  Flor se acerca a ella y con mucha delicadeza le pone la pulsera en la muñeca de su brazo izquierdo. Mientras Flor le colocaba la pulsa, Jaz la miraba llena de amor y sus miradas se cruzaban una y otra vez. Tras terminar Flor, Jazmín coge la suya y se la pone a ella diciendo -¿Aceptas?- a lo que Flor asintió con la cabeza mientras estaba hipnotizada con sus ojos verdes
   Minutos después Florencia comenzó a hacerle un rico desayuno a Jazmín, o al menos el intento, pues esta no era para nada una chef como la colorada. Pero a pesar de las tostadas quemadas o el café amargo, Jaz sentía que era la mejor mañana de su vida y seguía con su mirada enamorada cada paso que daba la Estrella. Flor contenta con su trabajo se sienta a su lado a desayunar, pero tras estar un rato hablando esta no puede evitar pensar en un tema en particular que le estaba dando vueltas en la cabeza.
-Muy bueno tu desayuno. No te tenía de cocinera, has mejorado, me puedes ayudar-le dice Jaz alagándola
-Bueno, hay muchas cosas que no sabes de mí- le dice Flor
-Yo pienso que sé casi todo, casi todo de vos- le dice Jaz riéndose
-Bueno, puede ser- riéndose –Pero también hay muchas cosas que yo no sé de vos- sacando el tema
-A ver ¿Por ejemplo?- le dice Jaz dispuesta a responderle cualquier pregunta
-Y, por ejemplo, yo no sabía que pintabas, no sabía que eras pianista tampoco- le dice Flor
-Ah, pianista tampoco. Igual, nunca me preguntaste, por eso no te dije- le dice Jaz
-Bueno, tampoco sabía que eras… millonaria- le dice Flor nerviosa y la cara de Jaz cambió por completo
Su sonrisa se borró en un segundo y la incomodidad y la angustia se apoderaron del rostro de la pelirroja -¿Quién te dijo eso?-
-No, nadie, nadie-  dijo Flor dándose cuenta de que había metido la pata
-¿Quién, Flor?- insistió Jazmín
-No, perdón, perdón, siempre arruino todo- lamentándose
-No, no lo está arruinando, solamente que es algo que a mí me pone un poco incómoda, porque es algo que yo no quiero contar en general- le explica Jaz
-Sí, ya sé, ya sé. Perdón- bajando la cabeza arrepentida
-No, está bien. ¿Te lo dijo Javo?- le pregunta Jaz aun con el tema en la cabeza
-No, no… Fue Juli- le dice Flor nerviosa
-¿Julieta? ¿Juli te lo dijo?- le dice Jaz molesta
-Sí, pero me lo dijo porque estaba tratando de defenderte por la acusación  que yo te había hecho por lo del robo- le explica Flor
-¿Vos crees que los pobres roban y los ricos no roban?- le pregunta Jaz molesta sacando su espíritu de defensora del pueblo hacia afuera
-No, Jaz, ¿Cómo voy a creer eso?- le dice Flor –Hago todo mal, perdón- arrepintiéndose
Jaz se da cuenta de que está tomándola con Flor por problemas de su pasado y da un paso atrás – No, perdón yo. Que me pongo incómoda con este tema y me pongo así distante. Porque desde chica la gente como que se me pegaba por esta cuestión, entonces tengo como un rechazo-
-Pero yo… O sea, ¿De mí vas a pensar eso? ¿Qué yo me pego por vos? ¿Con vos? ¿Por eso? Es absurdo- le dice Flor haciéndola calmarse
-No, perdón, perdón, perdón- le dice Jaz volviendo a sonreír dándole la mano
-Igual no me molesta eso. En realidad lo que me hace ruido es que no me gusta que haya secretos entre nosotras, por eso me llamó tanto la atención y…- le dice Flor explicándole lo que le pasaba con respecto a ese tema
Jaz se la queda mirando y segura le dice: -Flor, entre nosotras no hay secretos. Yo no tengo ningún secreto con vos- acercándose
-Yo tampoco tengo ningún secreto con vos- le dice Flor llamándola con la mirada.
   Ambas se acercan una a la otra, hasta quedar sus rostros muy cerca, mientras se miraban llenas de amor y pasión. Pero en ese mismo momento que alguna estaba por dar el paso entra Mariano, él cual venía a por su desayuno diario. Al verlas así, Mariano lo notó enseguida, pero como era un hombre que apoyaba al amor en todos los sentidos trató de disimular para no seguir arruinando el momento, mientras que Flor ni siquiera había notado su presencia pues lo único en que se figaba era en los hermosos ojos verdes de Jazmín, los cuales la tenían hechizada.
   Llega la noche y Flor decidida se arregla bien guapa, pues tenía la idea de invitar a cenar a la pelirroja. Esta con un vestido negro precioso baja al restaurante desde donde ve a la chef ya recogiendo sus cosas para irse, por lo que se apura y camina rumbo a la cocina. Pero las ilusiones de Flor son interrumpidas por nada más y nada menos que por Daniel Cacavela, quien recién llegaba y al verla así de bella no dudo en acercarse.
-Hola, ¿Cómo estás?- le dice Dani embobecido
-Bien, ¿Vos?- le pregunta Flor
-Quería pedirte disculpas por haberte tratado mal en estos días- le dice
-No, Dani, todo bien. Tenés derecho- le dice Flor entendiéndolo
-¿Cenamos?- le dice Dani sonriendo
-¿Hoy?- le dice Flor estresada y preocupada viendo como Jaz ya estaba al irse
-Si ¿Pasa algo?- dijo Dani notando su incomodidad
-No, que tenía planificado algo pero…- le dice Flor apenada con él
-Ya no pasa nada. Si tienes una cita adelante- le dice Dani bajando la cabeza y poniéndose triste, haciéndose la víctima
  Flor se da cuenta de esto y su culpa es mucho más grande en ese momento, por lo que a pesar de ver como la pelirroja se le iba entre sus dedos esta decide quedarse a cenar con Dani. Ambos se sientan en una de las mesas del restaurante, donde Flor comienza a hablar de todo para impedir que Daniel hablara sobre ellos.
    En ese momento desde la cocina Jaz los ve cenando juntos, lo cual le parece muy raro y a pesar de que no le correspondía, sus celos son mayores y se acerca a la mesa a ver qué pasaba. Al verla Flor se pone muy nerviosa y comienza con pequeños tics, pues si algo ella no quería era poner mal a Jaz.
-Buenas noches, ¿Van a cenar?- le dice Jaz
-Sí, vamos a cenar- le dice Dani sonriendo pues este sentía que esa cena seria la oportunidad para reconquistar a su mujer
-Bueno, ahora les traigo- les dijo Jaz dirigiéndose a la cocina pero Flor la frena
-Espera, ¿Quieres cenar con nosotros?- le dice Flor agarrándola de la mano algo que le pareció muy raro a Dani
-No, no, ya acabó mi turno. Además deben cenar los dos solos, por ahí tienen que hablar. No quiero molestar - le dice Jaz apenada e incómoda con la situación
-No, no, no molestas ¿Estás loca? Vos nunca molesta- le dice Flor sonriéndole con mucho amor algo que Dani notó al ver su rostro
-Lindas pulseras- dijo Dani interrumpiendo sus miradas, al ver las pulseras en sus muñecas
-Sí, yo se la regalé- le dice Flor nerviosa
-Qué lindo, se ve que son realmente amigas- le dice Dani irónico y un poco celoso –Decidnos lo que hay para comer, por lo menos- a Jaz
-Espaguetis, los hice yo y sé que no debo decirlo pero están riquísimos- le dice Jaz
-Quiero- dice Flor enseguida
-Sí, yo quiero también- dice Dani siguiendo su decisión
Jaz los mira a los dos y se apunta también al plan, pues sentía que estaba en el lugar indicado, que por primera vez no era ella la que sobraba
-Qué lindo tenerlos a los dos – dijo Flor feliz mirándolos a los dos. Mientras que estos se miran muy raros pues ambos se daban cuenta de la situación que había pero ninguno quería decir lo que realmente pasaba
  Jaz dispuesta a no irse esta vez de la competencia comienza a preparar una deliciosa comida, mientras que Flor y Dani esperan afuera. Florencia se encuentra bastante incómoda con Dani sola, y siente que le debe una explicación a la colorada, por lo que  va a la cocina corriendo a buscarla.
-Ay, perdón, Jaz, por hacerte trabajar fuera de horario- le dice Flor apenada llegando a la cocina donde Jaz cocinaba en un sartén
-¿Me estás cargando? Este es mi trabajo. Este es mi lugar- le dice Jaz sonriendo
-Sí, pero ahora no. Esto es por la cena con Dani- le dice
-Todo bien. No, no me expliques nada- le dice Jaz
-No, está bien. Pero yo necesito explicarte. O sea, voy a cenar con Dani porque él me dijo de cenar. Y yo al principio le dije que no porque iba  a tener una cita…- explicándole
-¿Una cita?- le preguntó Jaz sorprendida -¿Con quién?-
-¿Con quién va a ser?- le dijo Flor mirándola llena de amor, haciendo que esta entendiera –Pero Dani apareció y me dio mucha pena. No pude decirle que no después de todo lo malo que le hice-
-Flor, relájate, todo bien. Ya está- le dice Jaz entendiéndola
-Y después vos llegaste y no pude evitar pedirte que te quedaras, porque quiero que te quedes- le dice Flor
-Sí, yo igual como que dije que sí en ese momento, pero ahora como que me arrepiento un poco porque me genera incomodidad- le dice Jaz
-No, no, no, cero incomodidad. No, por favor, por favor, Jaz, yo necesito que vos cenes con nosotros. Está bien, sé que es egoísta de mi parte pedírtelo pero de verdad me hace muy bien que vos estés al lado mío-  le dice Flor tomando su mano
-Te entiendo, pero es que me da cosa, porque sea como sea, es Dani y… - le dice Jaz explicando su situación
-Cero incomodidades. Quiero que entiendas que para mí es muy importante que Dani me perdone, digo más o menos, porque yo no sé si ese chico me va a perdonar algún día lo que le hice. Siento que tengo que hacer algo por él, como por ejemplo en este caso cenar y hacer algo para que el me perdone- le dice Flor, mientras Jaz bajaba la cabeza tratando de entenderla de lo que se da cuenta la Estrella y mirándola llena de amor le dice –Pero a mí no me sirve que él me perdone y que él esté bien conmigo… si no estoy bien con vos-
  Jaz entiende lo que quería decir Flor, pero también se da cuenta del enredo en que está su cabeza, atrapada entre la culpa y el amor –Como que querés todo-
-¿Cómo?- le pregunta Flor confundida
-Lo querés todo. A veces no se puede tener todo, Flor, ¿Viste? A veces cuando lo querés todo, todo, todo terminas quedándote sin nada. Como que a veces hay que elegir ¿Viste?- le dice Jaz haciéndola pensar
  Con los ojos aguados pero disimulando, Flor vuelve pensativa a la mesa con Dani quien comienza a hablarle pero esta parece estar en otro mundo
-¿Te pasa algo?- le pregunta Dani dándose cuenta de lo ida que estaba
-¿Él qué? ¿Qué decías?- le dice Flor aterrizando nuevamente
-No, que llevo media hora hablando como un papagayo y no me paras bolas- le dice Dani
-No, disculpa, Dani, es que he tenido un duro día- le dice Flor
-Yo he tenido un mal año- acordándose de la boda fallida –Nunca entenderé en qué momento me dejaste de querer- le dice Dani reflexionando
Flor apenada le contesta de todo corazón y siendo lo más sincera posible con él –No, Dani, yo no dejé de quererte. Yo te quiero, te quiero de otra forma pero te quiero-
  En ese momento llega Jaz quien apenada pide perdón por interrumpir la conversación. Flor la hace sentarse a su lado a cenar –Jaz, recién le estaba diciendo a Dani de lo importante que son ustedes dos para mí. Que lo importante que es tenerlos acá conmigo. Que si yo llego a perder a uno de ustedes me muero- tomando un vaso de vino a la carrera para controlar sus nervios
  Estos se miran uno a los otros muy incómodos pues ambos sabían que estaban luchando por el mismo corazón, un corazón el cual estaba muy confundido. Tras un rato cenando, el vino se le subió a la cabeza a Florencia, la cual comenzó a lanzar metáforas sobre su opinión en cuanto a lo que le pasaba con ambos
–Siempre me costó elegir. Cuando me llevaban a la heladería de chica y me decían, ponerle, entre el helado de almendras y chocolate, yo nunca sabía cual elegir, son muy ricos los dos- dice Flor mirándolos a ambos –Entonces decía chocolate almendrado, que era una mezcla de los dos-
  Dani no se está enterando de mucho, pues a pesar de sus sospechas no estaba totalmente seguro de lo que hablaba, mientras que Jaz la miraba muy seria, pues se estaba dando cuenta que dentro de sus risas y bromas, Florencia estaba diciendo realmente lo que le pasaba con ambos.
-¿Por qué tengo que elegir entre dos cosas tan lindas? O sea, ¿Por qué tenemos la mente tan cuadrada? ¿Por qué tengo que elegir una cosa o la otra teniendo dos?- dice Flor ya borracha entre risas  mirando solamente a Jaz
-No entiendo, no entiendo muy bien- le dice Dani confundido
-Y por ejemplo, es como que, no sé, me hagan elegir entre vos y vos- le contesta Flor señalándolos a ambos –Si a mí me gusta estar con los dos ¿Por qué yo debería elegir entre vos y vos?-
  Ambos se miran e incómodos a la misma vez se toman el vaso de vino. La primera en levantarse disimulando para descomprimir tan incómoda situación es Jaz, quien se marcha a limpiar los platos a la cocina. Tras ella se va Dani, quien aún analizaba las palabras de su ex prometida, las cuales daban vuelta en su simple cabeza.
    Una vez sola, Flor se sienta en la mesa y comienza a observar a ambos a lo lejos y ahí comienza a pensar. En su mente se dibuja un diagrama como los que pintaba en su pizarra y se pone a pensar en qué elegir. En ese momento siente como si el tiempo se hubiese detenido y tiene que decidir entre sí ir con Dani a la habitación o con la colorada, la cual se encontraba recogiendo todo en la cocina.  Esta se imagina su vida como su vida de cuentos de hadas con Dani, llena de comodidades y lujos, pero no puede dejar en la posibilidad de su historia con Jaz, la cual a pesar de los prejuicios y de las consecuencias que esta relación traería para su vida, la hacía sentir algo que nunca había sentido en su vida: un amor ciego y apasionado capaz de hacer cualquier cosa. En menos de un segundo la decisión llegó a su cabeza, y rápidamente siguiendo a su corazón se levanta y corre hacia la cocina, donde Jaz estaba a punto de irse.
-Jaz- le dice deteniéndola
-Ey, Flopi, sorry, pero ya voy tarde- le dice Jaz recogiendo
-Sí, lo sé. Solo quería que supieras… -nerviosa- Que supieras… que  yo te elijo a vos- le dice Flor decidida
-¿Qué estás diciendo?- le dice Jaz acercándose
-Que puede que esté re confundida, y re loca, pero desde aquel día lo sé. Es a vos a quien elijo. Puede que no me pueda a hacer cargo de lo que me pasa, pero solo quería que supieras que eso es lo que me pasa… con vos- le dice Flor
  Estas se quedan mirando una a la otra llenas de amor pero nerviosas sin saber que paso dar. De pronto Flor nerviosa se acerca a una temblorosa Jaz, y aun más ansiosa que ella la mira y le da un beso en la mejilla. Tras dejarle marcado su carmín en el rostro, Flor se marcha corriendo a su cuarto sonrojada por lo que había hecho, dejando a una enamorada Jaz sin palabras.  La colorada se recuesta a la mesa de la cocina y mira hacia el techo feliz, lanzando un suspiro piensa en todo lo que estaba pasando entre ellas y pensando en la hermosa historia que estar por venir sonríe, pues ya estaba segura de que el corazón de Flor ya era suyo y nada cambiaría eso.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now