Capítulo 18 "Nuevos comienzos"

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  Era ya invierno en Buenos Aires, Argentina y el frío azotaba las calles; principalmente en la que vivía una joven muy peculiar. Su nombre era Florencia Estrella, de unos veintiocho años por mucho exagerar, pelos rizados y oscuros como la noche y unos ojos pardos muy pero que muy expresivos. Flor, como la conocía todos era hija de uno de los hombres más ricos de Buenos Aires, Mario Estrella. Este era un hombre muy poderoso y conocido por su fama de Casanova, cosa que lo confirmaban sus cinco hijas de madres diferentes. Mario amaba a sus hijas pero debido a su forma de ser y a sus viajes por todo el mundo,  no había logrado nunca establecer ese vínculo paternal que siempre existe entre un padre y sus hijas.  Todas lo querían a su manera pero ninguna confiaba en él, ninguna excepto Flor, quien desde pequeña este la había consentido como a ninguna por su enfermedad y porque era la que más se parecía a él en la forma de ser.
   Tratando de remendar su error, este idea un plan infalible para lograr unir a sus hijas más que nunca y así tal vez lo perdonarían algún día por no estar presente. Por este motivo con ayuda de su abogado y de Carla, quien era su mano derecha en los negocios, Mario logra convencer a sus hijas de iniciar una aventura bastante interesante. Este les propone manejar juntas durante todo un año  el viejo hotel que era de su propiedad y que estaba sin usar desde hace bastante tiempo, y a cambio al acabarse el año cada una recibiría una herencia en vida que las haría olvidarse de todas sus preocupaciones hasta el día de su muerte.
     En un principio las hermanas dudaron, pues con él siempre había un truco, pero la oferta era lo suficientemente interesante como para negarla. La primera en acceder fue Carla, la cual sentía que esta sería la oportunidad perfecta para reorganizar su vida y que este hotel la iba a convertir en una empresaria tan importante como su padre. Luego accedió Flor, la cual necesitaba un cambio en su vida tras todo los acontecimientos que le estaban pasando, además sentía que este hotel se iba a convertir en el lazo que volvería a unir a su familia para siempre. Tras Flor por supuesto fueron Vir, quien apoyaba a su hermana en todo y Miru, quien realmente necesitaba la plata si quería independizarse y convertirse en una mujer madura. La última como bien lo imaginaba Mario, fue Lucía. Él la conocía mejor que nadie y sabía que su hija era un hueso duro de roer, esta era demasiado práctica como para dejarse llevar por sus sentimientos y que el dinero no era de su interés. Pero algo hizo cambiar su opinión y ese algo, a pesar de ella no querer admitirlo fue su hermana Carla, la cual realmente la necesitaba a su lado para salir a flote.
    Una vez todas habían aceptado, Mario las cita en la puerta del viejo hotel a las nueve de las mañanas. Estas siguiendo sus órdenes se presentan a la hora acordada en las rejas de aquel hermoso hotel.
-Las Estrellas- dice Carla mirando el frente del pequeño pero muy elegante hotel
-¿Qué?- le pregunta Lu sin entender lo que su hermana decía
-Las Estrellas Hotel. Así se llamará. ¿Les gusta?- les pregunta ilusionada
-Sí, supongo- le dice Miru sin hacerle mucho interés
-Me encanta. ¿Es por nosotras?- dijo Flor muy ilusionada
-No, es por la reina de Inglaterra- le dice Lu con un tono irónico –Florencia, no seas boluda-
-¡Ey, no le digas eso!- le dice Carla defendiéndola
-Déjala, un día se va a morder la lengua y se va a morir por su propio veneno, hija de puta- le dice Flor muy molesta
-Eso no fue el Tourrette, Florencia- le dice Lu molesta
En ese momento Miru se da cuenta de que Vir está muy extraña, ni siquiera había hablado para defender a Flor y se acerca preocupada: -¿Vos estás bien?-
-¿Eh? Sí, sí, es solo que quiero que se acabe todo esto. ¿Cuándo va a llegar el viejo?- dice Vir esquivando la conversación
-No va a llegar- dice una vos detrás de ellas
  Todas se voltean al mismo tiempo para encontrarse a un señor mayor con barba gris y vestido de traje y corbata. Este muy elegante se presenta ante ella como Enrique Pastor el abogado de su padre y representante legal. Estas confundidas se niegan a hablar con él y exigen hablar con su padre: -Me temo que eso va a ser imposible- les dice Enrique
-¡¿Por qué coño es imposible?!- le dice Lucía muy enojada
-Lucía, cálmate, deja hablar a Vir- le dice Carla tranquilizando su temperamento
Vir como hermana mayor se hace cargo de la situación y se convierte en la voz de las cinco: -¿Dónde está Mario?-
-Su padre está en Portugal, de hecho nunca pensó volver, todo esto va a ser vigilado por él desde el extranjero-
-Claro, así no nos da la cara  y no nos cuenta de que va este jueguecito- le dice Lu alterada
-Señorita Lucía, entiendo su preocupación y la de todas, pero para eso estoy yo aquí. El señor Mario me dio órdenes específicas de comunicarles todo y darles las reglas del juego-
-¿Juego?- le pregunta Carla confundida
-Dependen de como lo vean-
-¿Pero ver qué? No estamos entendiendo nada- le dice Vir
-Como saben su padre quiere que las cinco saquen a flote este hotel. Que como ven está casi abandonado-
-Sí, eso se nota bastante. ¿Quiere ir al punto?- le dice Miru cansada ya de todo
-Sí, por supuesto. Vosotras deberán pasar un año como dueñas de este hotel, juntas sin separarse, sino perderán el juego. Deberán abandonar sus trabajos-
-¿Qué?- exclama Lu
-A mí me da igual- dice Flor
-Claro, porque no tenés ninguno- le dice Lu
-Deberán vivir de lo que ganen con el hotel. Si una se marcha y deja de ser dueñas todas perderán. Así son las reglas, todas o ninguna ganan el premio final-
-¿O sea qué somos todas o nada?- pregunta Flor confundida
-Exactamente. ¿Entonces qué me dicen? ¿Aceptan o no?- les pregunta Enrique y todas se miran una a la otra sin saber qué hacer
-Yo aceptó- dice Vir
-Yo también- dijo Flor siguiendo a su hermana
-Que pelota que sos-dice Lu al verla ir siempre detrás de Vir como un perrito
-Yo también acepto- dijo Carla decidida
-¿Carla? ¿Qué decís?- dice Lu sin creerse lo que oía -¿Vas a aceptar esa locura?-
-Lucía, va a funcionar. ¿Piensa en lo que vas a ganar?- le dice Carla
-Yo también acepto. Al final no tengo nada que perder- dijo Miru
Todas se quedan mirando a Lu, esperando su decisión, la cual solo pensaba molesta en que esto cambiaría un poco su acomodada vida.
-Y bien, Lucía, ¿Qué decidís?- le dice Enrique
Lu mira a sus hermanas muy seria, las cuales le suplicaban que aceptara en especial Carla y Flor, entonces dijo no muy convencida y enojada –Está bien, acepto-
-¡Bien!- gritaron Flor y Carla abrazándola
-¡Sí, pero que conste que lo hago por el dinero no por nada más!- les dice Lu arisca con ellas
  Tras oír sus decisiones Enrique las hace firmar un compromiso y las declara dueñas del hotel dándole las llaves. Al marcharse estas se quedan solas y mirando el hotel se dan cuenta en el marrón en que se estaban metiendo.
   Dos semanas más tarde el hotel estaba casi en perfecto estado, todo había sido reparado y diseñado bajo las órdenes de Carla, la cual se había declarado a ella misma la gerente general.
     Mientras en su casa Florencia está limpiando su armario cuando de pronto atrás de una ropa vieja encuentra el cuadro con su rostro. Ese cuadro que había hecho palpitar fuerte su corazón días antes de su boda y que la había hecho darse cuenta de sus verdaderos sentimientos. Flor aunque quiso no pudo evitar que volviera a su mente el recuerdo de Jazmín, aquella chef pelirroja que con su bella sonrisa había logrado convertir su amistad en amor, un amor tan fuerte que hizo que Florencia abandonara a su prometido en el altar. Esta comienza a recordar todos esos lindo momentos que vivieron juntas y sobre todo la imagen de la última vez que la había visto antes de irse de Argentina y dejarla más confundida que nunca. Angustiada y llena de melancolía pone el cuadro sobre la cómoda de su cuarto, junto al espejo y la lamparita de noche, para así tenerlo cerca y siempre verlo cuando fuera a dormir. Esta se queda viéndolo y muy triste se acuesta en su cama muy pensativa, mientras deseaba con todas sus fuerzas que esta regresara.
   En ese momento tocan a la puerta, y Flor sintió como un gran nervio en su corazón de pensar que pudiera ser ella. Esta corre entusiasmada a abrir la puerta, pero su entusiasmo se apaga al abrir y solo encontrarse con su hermana Virginia. Su hermana entra muy seria con una caja en la mano y se sienta en el sofá
-¿Qué te pasa?- le dice Flor al verle la cara
-Volvió Ignacio- dice Vir muy seria
-¿Cómo qué volvió Ignacio?- le pregunta Flor alarmada
   Ignacio era una sombra del pasado de Virginia, una sombra que le hizo mucho daño en su momento, pero que por algún motivo no era capaz de sacarlo de su vida. Por su causa Vir había vivido momentos muy sombríos hasta que este había sido juzgado por unos problemas legales y había ido a la cárcel, lo que le dio la oportunidad a Vir de reiniciar su vida con un hombre tan especial como Javo. Pero ahora todo se estaba arruinando, debido a que Vir se había alejado de Javo por causa de Ignacio, él cual estaba en libertad nuevamente.
    Ignacio D´Córdova  era un abogado de gran prestigio, el cual conoció a Vir de muy joven cuando esta se convirtió en su aprendiz. De esta forma iniciaron una relación que desde un principio fue tormentosa para la mayor de las Estrellas, pero de todas maneras esta lo eligió a él en aquel momento y se fue a vivir a su casa, iniciando así un noviazgo bastante consolidado. Al pasar los años el encanto de este príncipe se apagó y mostró su verdadera cara, una faceta que la utilizaba y jugaba con sus sentimientos. Por este motivo ella lo había tratado de olvidar, pero hoy estaba de vuelta en su vida y no sabía qué hacer, sólo sabía que debía alejar a Javo que era luz de esta oscuridad antes de que fuera tarde.
-¿Cuándo volvió? ¡PITO SECO!- le volvió a preguntar Flor muy preocupada pues sabía la historia
-Hace dos días- le dice Vir
-¿Dos días? ¿Y por qué no me habías dicho nada?- le dice Flor preocupada
-Porque estaba tratando de acomodar todo en mi cabeza. Son muchas cosas- le dice Vir confundida
-¿Y Javo? ¿Le contaste?- le pregunta Flor
-Sí, le conté todo y se quiso quedar a mí lado, pero yo lo alejé- le dice Vir triste
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!- le dice Flor confundida por su decisión
-Porque no lo puedo meter en este problema, es mi problema y yo soy la única que puedo resolverlo- le dice Vir –Me dijo que me esperaría-
-¿Y vos piensas que Javo va esperar todo la vida?- le dice Flor muy triste por ella
-No lo sé- le dice Vir
  Vir le pide que le esconda las cartas de amor que Javo le había dedicado, para que Ignacio no tuviera una pista de su existencia, cuando de pronto esta alza su vista y ve el hermoso cuadro con el rostro de su hermana:
-Guao, ¿Y ese cuadro? Es espectacular- dijo asombrada acercándose para verlo mejor
-Sí, lo sé. Me lo pintó Jazmín- dijo Flor poniéndose triste por recordarla
-Ah, es hermoso. No sabía que pintaba- le dice Vir sorprendida
-Soy yo, ¿Viste?- le dice Flor sonrojada
-Sí, ya sé que sos vos. Se nota que sos vos- le dice Vir
-Me hizo mucho más linda de lo que soy- dijo Flor viéndolo melancólica
-No digas eso. ¿Supiste algo de ella?- le pregunta
-No, nada- le dice Flor angustiada –Tengo la cabeza que me da vueltas-
-¿Por qué no la llamas?- le dice Vir dándose cuenta de lo que le pasaba y era que se moría de ganas por volver a ver a la colorada
-¿A quién?- le dice Flor nerviosa
-A Jazmín, Florencia, dale- le dice Vir cansada ya de sus excusas
-¿A Jazmín? ¿Por qué a Jazmín? ¿Por qué decís lo de Jazmín? No, déjala, déjala ¡JAZMÍN MERLUCITA SABROSA! Que está en España pasándola súper bien- exclama Flor nerviosa y molesta con Jaz por haberse ido lejos de ella
-¿Por qué te pones tan nerviosa entonces? ¿Sabés que su recuerdo no se va ir tan fácilmente? ¿Lo sabes?- le dice Vir
-Puede ser- le dice Flor pensativa
  Virginia le da un beso en la mejilla y se marcha con sus problemas a otro lado, dejando a Flor muy pensativa. Esta agarra su móvil para llamar a Jazmín, pero se da cuenta de que había borrado el número, de lo que se lamenta una y otra vez. Tratando de despejar su mente esta coge la caja con las carta de Javo y comienza a leer, hasta que lee algo con lo que se siente muy identificada ¨Solo vos puedes llevar las riendas de tu vida, nadie más, solo vos. Si vos no las manejas y te manejan, no manejas nada¨
   Ya solo falta un día para la inauguración del hotel y los nervios están a flor de piel, en especial los de Carla, la que da órdenes por doquier y tiene muy alterada a sus hermanas. A petición de Carla, Flor va hacia el hotel, pero al llegar se encuentra en la entrada con Daniel, el cual se le acerca al verla:
-¿Qué haces acá, Dani?- le pregunta confundida
-Mariano me contrató. Voy a trabajar en los taxis ahora, junto con él- le dice Dani
-¿O sea qué vas a trabajar en el hotel?- le pregunta
-Sí, bueno, después de que mis padres me corrieran de la empresa por vos, tendré que trabajar en algo- le dice Dani reprochándole
-Dani, perdón, entiendo que me odies, yo también me odio. ¿Pero estás seguro de que esto va a ser lo mejor para los dos?- le dice Flor sintiéndose rara
-Florencia, estoy bien. En serio, lo he superado. Sé que al principio va a ser incómodo pero voy a ser lo posible por no cruzarnos- le dice Dani muy serio
-Tampoco así. Dani, realmente yo quiero que volvamos a ser amigos, no sé, yo te quiero a mí forma- le dice Flor angustiada
-No lo creo- le dice Dani yéndose
  Florencia entra al hotel muy triste con un montón de tics, cuando se encuentra con Carla en el medio del pasillo coordinando todo y molesta se le acerca -¿Por qué no me dijiste que Dani estaba en el hotel?-
-Lo siento, en serio que lo siento. Fue Mariano sin mi consentimiento. Y después no sabía qué hacer- le dice Carla apenada
-¡SORETE DEL ANO!- exclama Flor nerviosa
-¿Si quieres lo hecho?- le dice Carla al verla así
-No, no, no. Está todo bien. Solo quería que me avisaras- le dice Flor
-Ay, menos mal, porque estamos falta de personal y para colmo no llega la chef- dice Carla alterada viendo todo el ajetreo a su alrededor
-¿La chef? Pensé que el chef iba a ser Javo- le dice Flor
-Sí, y así iba hacer. Hasta que a último minuto tu hermana querida lo dejó- le dice Carla molesta con Vir
-Es tu hermana también. Y la historia no es como tú crees- le dice Flor defendiéndola
-Por suerte Javo tiene códigos y mandó a alguien de su confianza. Dice que es la mejor, lo único que no llega- dice Carla alterada mirando la hora en su reloj. En ese momento Carla alza la vista y exclama –Ah, ahí llegó-
  Flor se voltea para ver a nada más y nada menos que a Jazmín entrar. Al verla Flor siente como su corazón se le quiere salir del pecho y un temblor en las piernas no la deja reaccionar. Jaz estaba más hermosa que nunca, con su pelo brillante y su campera negra, y por supuesto con esa bella sonrisa que enseguida se le dibujó en su rostro al verla. Flor no podía creerlo, había vuelto, estaba allí, no era un sueño y sus miradas se quedaron conectadas una a la otra sin poder separarse, ninguna sabía que decir hasta que Carla las interrumpió.
-¿Vos sos Jazmín la amiga de Javo?-
-¿Eh? Sí, soy yo- le contesta Jaz volviendo en sí, mientras Flor no podía dejar de mirarla sin poder creerse aun que había vuelto
-¿Ustedes se conocen?- le dice Carla al verlas mirarse una a la otra
-¡ALMEJA!- exclamó Flor volviendo en sí, muy nerviosa –Sí, sí, de antes, nos conocemos de antes-
-Sí, yo trabajaba en el café con Javo hace un mes- le dice Jaz
  Carla sin darse cuenta de lo que pasaba entre ellas se lleva a Jaz a la cocina a explicarle el menú antes de la inauguración, mientras que Flor no podía dejar de mirarla emocionada. Mientras que Jaz no logra escuchar a Carla, pues en lo único que piensa es en Flor.
   Florencia se sienta en una de las mesas del restaurante a esperar a que su hermana saliera de la cocina y cuando esta lo hace, no duda en entrar a ver a Jaz.
-Hola- le dice acercándose lentamente muy nerviosa
-Hola, ¿Cómo estás?- le dice Jaz feliz de verla
-Ahora que te veo bien- le dice Flor sonriéndole
-Lo mismo digo- le dice mirándola llena de amor
-Que loco todo, ¿No? Que vengas a trabajar acá. A mí hotel. ¿No estabas en España? ¿Cuándo volviste?- le dice Flor feliz
-Nunca me fui a España al final- le dice Jaz
-¿Y dónde estaba?- le pregunta Flor confundida por su desaparición
-En mi casa del Tigre. Necesitaba pensar un poco y ya volví. Necesitaba trabajar para vivir ¿No? Entonces Javo me dijo de este trabajo y decidí aceptarlo- le dice Jaz
-¿Y volviste por eso? ¿Por el trabajo?- le pregunta Flor ansiosa por escuchar su respuesta
-No, porque quise volví- le dice sonriéndole
-Claro- le dice Flor sonriéndole también
-Ahora tengo que cocinar el menú de la inauguración- le dice Jaz leyendo las órdenes de Carla
-Sí, ya te dejo trabajar. Porque tengo que hacer unas cosas y eso- le dice Flor nerviosa –Que bueno que viniste, que volviste-
-Nos vemos- le dice Jaz mientras ve como Flor se va tropezando con todo de lo feliz que estaba de verla
  Por fin llega la noche y el hotel se viste de gala. Las luces se bajan de intensidad para crear un ambiente de cuento de hadas y miles de invitados vienen a ver la encantadora inauguración. Carla como jefa de todo se pone realmente nerviosa pues deseaba que todo saliera perfecto. Mientras en la cocina un invitado muy especial va a ver a la pelirroja, quien trabajaba sin parar de lo mucho que le quedaba por hacer. Este invitado era Javo, quien se acerca en puntillitas como un niño que va a ser una maldad y asusta a su amiga haciendo que se le caigan hasta los sartenes: -¡Cacho! – le grita Javo por la espalda asustándola
-¡Javo!- exclama feliz al verlo
-Juan Carlos, hijo de Dios, como te extrañe- le dice Javo abriendo sus brazos esperando un abrazo
-Yo también te extrañe, Grace- le dice Jaz feliz de verlo abrazándolo
-¿Bien todo con vos?- le pregunta Javo
-Sí, bien, bien- le dice Jaz
-¿La viste a Flor?- le pregunta curioso
-Sí, la vi. Me la crucé. Le dije que me quedaba y creo que se puso contenta- le dice Jaz
-¿Y? ¿Cómo sigue todo ahora?- le dice Javo preocupado por ella
-Mira, no sé. Que pase lo que tenga que pasar, yo estoy en el lugar correcto- le dice Jaz segura de sí misma
-Bien ahí, me gusta tu actitud- le dice Javo
-Es lo que me queda. Esperar- le dice Jaz
   En ese momento a la cocina entra Vir a quien Carla le había dado la orden de verificar los platos, junto con Flor quien solo buscaba un motivo para volver a ver a Jaz. Al ver a Javo, Vir se sorprende pues pensó que este no iba a querer saber más de ella.
-¿Qué haces acá?- le pregunta
-Flor me invitó- le contesta Javo
-Sí, me pareció que era lo más correcto. Javo es parte de la familia ¿O no?- le dice Flor y Vir la mira con cara de querer matarla
-Vir, ¿Podemos hablar un momento?- le dice Javo
-No, no es el momento, yo… yo tengo que hacer cosas- le dice Vir huyendo como una cobarde de la cocina, mientras que Javo la siguió
    Una vez solas Flor no perdió la oportunidad de acercarse a Jaz y hablar con ella como lo hacían en los viejos tiempos: -¿Qué haces?- le pregunta oliendo el rico olor de lo que cocinaba
-¿Querés probar?- le dice Jaz extendiendo una cuchara
-Sí- le dice Flor acercándose y probando lentamente aquella crema que esta preparaba, pero al probarla se quema –Uh, quema-
-Eh, sí. Bueno, es el riesgo de probar algo nuevo, perdón, no te avisé- le dice Jaz
-Sí, yo me quemo bastante seguido- le dice Flor mirándola
-Eso es bueno a veces- le dice Jaz
-¿Y? ¿Mejoró tu entrada al hotel?- le pregunta Flor
-¿Eh? Sí, sí, sí, sí. Bueno, gracias a vos que sos la más buena onda. Bueno, la única que tiene buena onda acá- le dice Jaz sonriendo
-Ah, gracias, eh- le dice Carla entrando por la puerta
-Es verdad, boluda- le dice Flor riéndose
-Jazmín, los platos por favor- le dice Carla alterada
-Ya van a estar- le dice Jaz
-No, ya deberían estar encima de las mesas, mujer- le dice muy alterada
-Carla, relaja, te va a dar algo. ¿Hace mucho que vos no…?- le dice Flor tan alterada
-¿Eh?- le dice Carla sin entender lo que quería decir, mientras que Jaz no paraba de reír detrás de ella
-Que no mueves la…. Tú sabes- le dice Flor
-Hace un montón. ¿Tenés a alguien para presentarme?- le dice Carla molesta
-Sí, a Vladimir. Una uh, uh y a dormir- le dice Flor riéndose de ella sin parar
  Carla furiosa se marcha ya cansada de las burlas de su hermana, por lo que Flor la sigue para pedirle perdón.
   Por fin llega el momento tan esperado por todos, principalmente por Carla quien reúne a todos en el jardín para dar oficialmente apertura al hotel. Esta como si fuera toda una mujer de negocios se sube sobre un escenario pequeño que había y con una copa de champán comienza a hablar.
  Tras un largo y aburrido discurso de Carla la fiesta por fin comienza y todos empiezan a bailar y a disfrutar de la deliciosa comida. Flor estaba sentada en una esquina bebiendo vino y mirando hacia la cocina para poder ver a Jaz cada vez que iba a reponer los platos. De pronto esta siente como la tocan por la espalda y al voltearse se encuentra con Daniel.
-¿Dani? ¿Qué haces acá?- le dice Flor sorprendida
-Vine a la inauguración- le dice ilusionado
-Sí, ya veo. Qué bien- le dice Flor realmente feliz por él
-¿Quieres?- le dice Dani extendiendo su mano con una sonrisa
-¿Él qué?- le pregunta Flor confundida
-Un baile, conmigo- le dice Dani
   Flor se pone muy incómoda y nerviosa sin saber que decirle, cuando ve salir a la colorada de la cocina la cual se les queda mirando y vuelve a entrar sin decir una palabra. Al ver la reacción de Jaz, Flor no puede evitar sentirse mal, por lo que rechaza apenada a Dani, el cual se queda aun más dolido de lo que estaba.
  Florencia pensando que Jaz estaba enojada con ella entra a la cocina a verla, donde la pelirroja continuaba trabajando sin querer hacerle mucho énfasis a lo que había visto.
-Lo siento, Flopi, estoy ocupada ahora no puedo hablar- le dice Jaz
-¿Estás molesta?- le pregunta Flor
-No, ¿Por qué debería estar molesta? No entiendo- le dice Jaz disimulando
-No, por nada- le dice Flor bajando la cabeza sin saber qué más decirle
-Che, re bien. Dani te perdonó re rápido- le dice Jaz sacando el tema
-No, bueno, tampoco es que me perdonó. No, no es así. Por lo menos me habla- le dice Flor
-Sí, re bien- le dice Jaz
-¿Está mal?- le pregunta Flor
-No, ¿Cómo va estar mal? Está re bien. No está bien que estén enojados. Además, ¿Qué me meto yo? Cualquiera. Ya te dije que no me iba meter más y no me voy a meter más- le dice Jaz
-No, te puedes meter todo lo que quieras… Estamos intentando, yo qué sé, que como que la cosa fluya- le dice Flor pensativa
-Bueno, que fluya es un buen plan para la vida en general- le dice Jaz
  En ese momento en la fiesta comienza a sonar la canción ¨Extraña de querer¨, la misma canción que habían bailado aquella noche en el café cuando por primera vez sus labios se juntaron. Al oírla Flor mira a Jaz con los ojos brillosos y llenos de amor, mientras que la colorada le sonríe. Jaz sonrojada se quita el delantal y extendiendo su mano le pide bailar esa pieza. Al verla Flor no dudo en aceptar bailar con ella y nerviosa pone sus manos sobre sus hombros. Jazmín se acerca a aún más al tembloroso cuerpo de Florencia, la cual nerviosa pone su cabeza sobre su hombro derecho. Ahí comienzan a bailar lento como si estuvieran en una película. El latido de sus corazones se escuchaba cada vez más fuerte, y Jaz acariciaba los finos cabellos de Flor.
    En ese momento a la cocina se acercaba Dani, el cual se lleva una desagradable sorpresa al ver esta escena. Su mujer, aquella con quien quería pasar su vida estaba en ese momento en los brazos de aquella chica, de aquella chef colorada que él sentía que le había destruido su vida desde que había aparecido. Rabioso este las ve y se marcha con un plan en mente.
   Por otro lado las chicas no tienen ni idea de esta tercera persona observándolas, y concentradas una en la otra lo único que hacen es bailar delicadamente al ritmo de la música. Flor siente como si estuviera en las nubes mientras que Jaz deseaba que el tiempo se detuviera para nunca más soltarla. En ese momento Flor la mira llena de amor, sus miradas hicieron conexión en ese instante y sus labios comenzaron a llamarse unos a los otros. Jaz no sabía qué hacer, si lanzarse o no, por lo que a pesar de sus deseos decide esperar a que Flor sea la que diera el primer paso.
En medio de la fiesta Javo se acerca a Vir, y se la lleva a un lugar apartado para hablar a la fuerza:
-¿Vas a seguir así?- le dice Javo
-¿Así cómo?- le dice Vir
-Así, actuando raro. No puedes apartarme de esa manera, Virginia-le dice Javo desesperado
-Es lo mejor, vos créeme que es lo mejor para vos- le dice Vir
Mientras Florencia muy confundida por lo que sentía se acerca lentamente a su rostro y pone sus labios muy cerca de los suyo, pero en ese preciso momento en que sus labios se iban a juntar una oscuridad total se apoderó del lugar.
     Todas las luces del hotel se apagaron y todo entró en una oscuridad total, lo cual hizo que las chicas se separan rápidamente asustadas por esto. Mientras que por otro lado Javo aprovecha para coger a Vir desprevenida –Vos sos lo mejor para mí- y la besa llena de amor, beso que es por supuesto correspondido
     Para proteger a los invitados las hermanas los reúnen a todos en el salón principal donde son alumbrados por la luz de las velas. En medio de todo la multitud Jaz trata de acercase a Flor, la cual había salido huyendo con la excusa del apagón de la cocina, cuando de repente esta ve algo que realmente le llama la atención y le parece muy raro. Esta ve salir del cuarto que llevaba al sótano y al cuarto de contadores a Daniel Cacavela, con cara de muy pocos amigos. Sospechando que tuviera algo que ver con todo el apagón, esta se trata de acercar más a él para ver que escondía debajo de su chaqueta, pero solo logra ver que eran unas herramientas pues este se desaparece entre el resto de los invitados.
   Bajo las órdenes de Carla,  Miru y Mariano van a ver al cuarto de contadores para descubrir por qué se había ido la luz. Ahí ambos descubren algo bastante raro: -Que raro esto ¿Qué pasó aquí?- dice Mariano observando unos cables que estaban fuera de lugar
-Son unos cables suelto, solamente- le dice Miru sin hacerle mucho énfasis
-No, sueltos no. Están cortados. Alguien hizo esto, mona- le dice Mariano dándose cuenta
-¿Pero quién?- le pregunta Miru
-No lo sé, pero seguramente que no les desea ningún bien- le dice Mariano preocupándola
    Horas más tardes las hermanas logran restablecer la electricidad y reabren el hotel, pero a pesar de esto la inauguración había sido un gran desastre, lo que ponía loca a Carla. Estas tratan de calmarla, pero cada una tenía sus propios problemas, sobre todo Flor y Virginia las cuales se enfrentaban a difíciles y diferentes situaciones amorosas, pero que eran afectadas por la misma cosa: el miedo.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now