Capítulo 27 "Inevitable"

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Tras haberse pasado la noche pensando en todo lo sucedido con Jazmín, Flor decide hacerle frente a la situación, aunque aún no estaba segura de nada, y va a la cocina  a buscar a la colorada. Pero al llegar se encuentra con una imagen bastante desconcertante.
  Allí se encontraba Juli, colgada prácticamente del cuello de la colorada haciendo puchero. Parecía una niña pequeña haciéndole una rabieta a su madre, pero debido a la cercanía de ambas, Flor no pudo evitar sentir celos.
Celosa y haciendo pequeños tics con su mano, Flor entró  y carraspeó para que las dos amigas se dieran cuenta de su presencia. Jaz se soltó de Juli rápidamente temerosa por lo que pudiera interpretar la morocha.
-Ey, ¿Qué haces, Flor?- dijo Juli muy amable saludándola
-Nada, ¿Y ustedes? ¡Rabas!- dijo Flor celosa
Jaz la miraba con el ceño fruncido tratando de comprender sus tics, y al darse cuenta de que eran celos no pudo evitar sonreír.
-Ay, Flor, mira a ver si tú la convences de hacer lo que le estoy proponiendo- le dice Juli colgándose de nuevo  del cuello a la colorada
-¡QUE LE HAGAS TACTO! Umm, perdón, perdón- les dice Flor tratándose de controlar pero se le hacía imposible
Por suerte todo esto Juli lo toma como broma y se ríe de sus ocurrencias –No, es que quiero que se lleve unas cosas de mi casa. Muebles y eso que le quiero regalar, pero no quiere-
-No, no quiero porque son tuyos y los vas a necesitar si vuelves- le dice Jaz a la joven
-¿Cómo si vuelves? ¿Te vas?- le pregunta Flor curiosa
-Bueno, no definitivo, pero si por un tiempo. Es que tengo unos asuntitos pendientes allá en España que tengo que arreglar y eso- le explicó Juli
-Sí, así dijo la primera vez y se quedó por cinco años- dijo Jaz irónica
-Claro, porque eran asuntos complicados- dijo Juli con una sonrisa picarona –Pero no me cambies de tema ¿Quieres o no quieres los muebles?- retomando el tema
-Que no es que no los quiera, es que…- dijo Jaz
-¿Es que qué?- preguntó Juli insistente
-Que no puedo con las cosas yo sola- dijo finalmente
-Ah, Jaz, por eso no hay problemas. Te llevas a Javo o a Flor ¿No la ayudarías?- le dice Juli a Flor
-¿Yo?- asombrada
-Sí, vos. ¿Podes ayudarla?-
-Si Jazmín no tiene ningún problema…- le dice mirando a la colorada la cual asintió
-Pues perfecto, las espero en mi casa- le dice Juli feliz de haber ganado
-¿Vos no te cansas de viajar? Eres de un lado para otro. No tenés casa fija- le dice Jaz a la chica en forma de reproche
-Jazmín, como dice mi ídolo Araceli Madariaga de la Vega…- dice Juli
-¿Quién?- Flor la interrumpió
-Araceli Madariaga. El personaje de Isabel Ordaz en La Que Se Avecina ¿No lo conoces?- dijo Juli sorprendida
-No, no la he visto-
-¡Dios, lo que te estás perdiendo!- llevándose las manos a la cabeza. Juli era un poco exagerada con estas cosas –Bueno, como dice Araceli ¨Somos hojas movidas por el viento¨ y yo sigo su filosofía de vida- dijo orgullosa
-Sigue así que te va a coger un viento que vas a terminar perdida- le dijo Jaz yéndose a llevar dos platos al restaurante debido a que había falta de personal
Flor se sirve un poco de helado para desayunar, mientras que Juli la observa pensativa. Esa era una de las cualidades de la muchacha, pensaba mucho y lo que creía lo decía sin ningún tapujo
-¿Sabes que otra cosa dice Araceli?-
-¿El qué?- curiosa
-Que nos enamoramos de almas, no de genitales- dijo Juli sonriendo con toda intención
Al oírla Flor casi se atora con el helado, cosa que era casi imposible pero de lo nerviosa  que estaba a ella le pasó
-¿Por qué me dices eso?- dijo haciéndose la boluda
-Vos sabes muy bien porque. Ponte las pilas con mi amiga. Merece la pena el riesgo- dijo Juli y salió de allí con una sonrisa llena de satisfacción dejando pensativa a la pobre de Flor.
Pasó la hora del desayuno y Jaz aprovechó que tenía un tiempo de descanso para ir a casa de Juli. Se quitó el traje de cocinera y se colocó su campera negra. Estaba muy hermosa como siempre, por lo que provocó las miradas de todos los que estaban en la entrada del hotel, principalmente de Flor, la cual se estaba haciendo cargo de las reservaciones. Al verla así tan hermosa Flor no se pudo contener y la llamó.
Jaz se acercó a ella para ver que quería pero la morocha como siempre empiezó con sus tics de los nervios que la colorada le provocaba.
-Ey, tranquila- le dijo Jaz sujetando su mano
-¡QUE COLA!- exclamó Florencia, cosa de la que se avergonzó rápido
-Bueno, gracias- le dijo Jaz con una sonrisa
-Che, ¿A dónde vas así tan guapa? ¡SE ME CALIENTA LA CHICHI!- dijo Flor –Perdón, perdón- avergonzada
-No pasa nada. Voy a lo de Juli- le dijo Jaz sin hacerle mucho caso a sus comentarios debido al Tourrette
-¿A buscar las cosas que te dijo y eso?- curiosa
-Si-
-Voy contigo- dijo en un impulso
Jaz la miró con una sonrisa -¿Segura? Veo que tienes mucho trabajo acá- le dijo viendo el montón de gente que había alrededor
-Sí, sí, segura, de eso se encarga Leo o quien sea- le dice Flor y rápidamente toma su bolso para acompañarla.
Toda esta escena la estaba observando Daniel desde lo lejos, el cual no pudo controlar los celos y decidió seguirlas.
Finalmente las chicas llegan al departamento de Juli, donde la chica las estaba esperando. Al llegar Flor se sorprendió mucho. El departamento no era uno cualquiera, estaba decorado de manera muy especial. Casi todo era negro y blanco y había hermosos dibujos hechos a mano en las paredes que simulaban un rosal.
-Dios que hermoso- dijo con a boca abierta
-¿Te gusta?- preguntó Juli ilusionada
-Sí, me encanta. Es muy…-
-Único-terminó diciendo orgullosa
-Sí, Juli siempre ha sido un tanto peculiar para estas cosas- dijo Jaz
-Soy una friki o algo así-
-No, es hermoso- dijo Flor acercándose a los dibujos de la pared
-Esos los hizo Jaz- dijo Juli
Al oír esto Flor miró a la colorada sorprendida –Dios, Jazmín, son hermosos-
-Ah, es solo una pavada- dijo la colorada sonrojada. Se avergonzaba de que elogiaran su trabajo
-Bueno, chicas, yo me tengo que ir. Me cierran la casa cuando terminen- dijo Juli colocándose un abrigo
-¿Cómo que te vas?- preguntó Jaz
-Sí, es que me llamaron los de la aerolínea que al parecer hubo un pequeño problema. Pero no pasa nada. Si quieren se quedan un rato viendo la tele o bebiendo vino que hay en la alacena. Lo que quieran. Mi casa es su casa- dijo Juli prácticamente corriendo y salió por la puerta
-Bueno, y ahora qué hacemos- dijo Flor una vez solas
-No lo sé, ¿Quieres quedarte o…?- dijo Jaz nerviosa no quería que pareciera que fuera una encerrona
-Sí, me gustaría beber un poco de vino- dijo Flor con una sonrisa
Jazmín estaba muy nerviosa, quería tratar a Flor lo mejor posible y hacerla sentir bien, pero todo lo que decía le parecía tonto. El nerviosismo de la colorada, Flor lo notó y la observaba con una sonrisa de oreja a oreja.
Finalmente abrieron el vino y se sentaron en la preciosa terraza a beber
-Dios, es hermoso todo esto- dijo Flor mirando el paisaje
-Sí, sí lo es- dijo mirándola a ella
Flor notó su mirada enamorada y sonrió, mientras se acercaba a ella
-Jaz, perdón por esconderte-
-No pasa nada. Me han hecho cosas peores- dijo la colorada en un suspiro
-¿Cómo cuáles?- preguntó Flor y al segundo supo que había metido la pata
Jaz bebió un sorbo de vino y volvió a suspirar, mostrándole a Flor que no tenía ganas de responder eso
-Perdón, perdón, soy una re metida- dijo avergonzada
-No, no, Flor. Es normal que quieras saber. Solo que no estoy preparada para contarte esas cosas aún- dijo Jaz alejándose del balcón
Flor la miró confundida. Nunca había visto en la colorada una mirada tan triste
-Será mejor que nos vayamos. Además este mueble se ve que pesa- dijo Jaz fingiendo una sonrisa para calmar la curiosidad de la morocha
Juntas cogieron un sofá mediado que había en medio del salón, el cual era el regalo de Juli. A duras penas lograron llegar al ascensor, donde lo coloraron dentro. Antes de apretar el botón de arrancar un chico, el portero, muy delgado y de pelos alborotados, las llamó.
-Ey, cuidado con el ascensor que está a prueba. Mira a ver qué botón dan- les dijo
Las chicas asintieron y presionaron el botón para ir al primer piso. El ascensor se cerró y ambas estaban muy nerviosas por la cercanía. Era la primera vez que estaban en un lugar tan pequeño después del beso en la casa de Jaz.
Flor respiró profundo y decidida detuvo el ascensor 
-No, no, Flor, no lo trabes- le dice Jaz al verla, y trató de volver a arrancar el ascensor
-¿Por qué? Dale, dale- le dice Flor quitándole la mano del botón
-¿Por qué? A ver si nos quedamos encerradas- le dice Jaz recordando lo que había dicho el portero
-No es tan grave quedarnos encerradas nosotras dos ¿O no?- le dijo mirándola directamente a los ojos
-No sé… ¿Qué pasa?- le dice Jaz con una sonrisa nerviosa
-No, es que quiero decirte algo. Y si no lo hago ahora no sé cuando te lo voy a decir
Jaz abrió los ojos nerviosa, sabía que era algo realmente importante –Está bien, ¿Qué pasa?- respirando profundo
Flor toma aire y coraje –Me diste vuelta la vida- suelta de una
Al oír esto la colorada se relaja y se siente conmovida -¿Para mal?- acercándose con esa carita angelical a la morocha
-No- con una sonrisa amplia
-Entonces, me alegra mucho- dijo Jaz sonriendo también
Ambas no podían borrar esa sonrisita de enamorada de sus rostros
-No te alegres mucho porque estoy dada vuelta- con los ojos brillosos
-¿Pero estás bien o estás mal?- preguntó la colorada moviendo su pie en forma de cirulos pequeños de los nervios que tenía
Flor soltó una risa nerviosa, de esas que te dan cuando no puedes contener la alegría –No sé, estoy como que no me entra el corazón en el pecho-
Flor coge la mano de Jaz y la coloca sobre su pecho para que esta sintiera que sus latidos iban a mil -¿Sientes como me late?-
Jaz nerviosa del contacto tan cercano con la morocha tartamudea un poco –Si… Si, siento perfecto- tragando en seco tratando de contenerse las ganas que tenía de besarla
-Necesito que me expliques como es-
-¿Cómo es el amor?- preguntó Jaz con una sonrisa
-¿Es amor?- suspirando
-No te sé responder eso- le dijo y apretó el botón para arrancar el ascensor
Pero este no reaccionaba. Aquel viejo ascensor se había quedado estancado en mitad de un piso. Al ver esto Jaz se alarmó y comenzó a llamar al portero para que las ayudara. Por otro lado a Flor poco le importó el imprevisto solo estaba pensando en lo que le había dicho la colorada recién.
-Sh, no, no, no. Dale, espera un minuto- le dice callándola
-Flopi, abra que salir de aquí- dijo Jaz tratando de hacerlo arrancar
Flor la agarra por un brazo y la acerca más a ella, hasta el punto de casi rozar sus labios.
-No, déjame un ratito más tenerte cerca- dijo Flor sintiendo la respiración de Jazmín
La pelirroja ante tanta cercanía suelta un suspiro cerrando sus ojos, para sentir mejor la respiración de Flor en sus labios
-¿Ves? Acá está la respuesta a tu pregunta-
-¿Cuál es?- dijo Flor clavando sus ojos en los carnosos labios de la pelirroja
-Te es inevitable tenerme así de cerca- dijo finalmente la colorada
Al oír esto Flor no aguantó más y cerró la corta distancia que había entre sus labios. Se besaron con hambre y necesidad. Ambas deseaban con locura repetir aquel beso que les había movido el piso.  Jaz llevó las manos a las mejillas de Flor, mientras que la morocha acariciaba su cabello. Se querían sentir en cada movimiento de sus labios, los cuales se movían en una sincronía perfecta. Flor  succionó los gruesos labios de la colorada, mordiendo un poco su labio inferior, lo que provocó una leve sonrisa.
Finalmente el ascensor se abrió haciendo que se separaran. Ambas se arreglaron una a la otra. Flor suspirando limpio el labial corrido de Jaz y la miró deseosa de otro beso. Tanto ella como Jaz querían más, pero en ese momento se asomó el portero.
-¿Están bien?-
-Sí, sí- dijo Jaz recuperando el aliento
-Disculpen la tardanza-
-Descuide, que no nos sentimos nada mal- dijo Flor sonriendo
Ambas salieron cargando el sofá entre risas y miradas picarescas. Ninguna de las dos se creía lo que había pasado. ¿Qué significaba? ¿Eran… novias o algo así? Esas preguntas daban vueltas en la cabeza de las dos chicas.
No habían caminado ni dos pasos cuando Flor soltó el sofá
-¿Ya te cansaste?- preguntó Jaz al verla
-¿Cómo se sigue?-
-¿Qué cosa?- confundida
-No, después de lo que pasó ¿Qué somos?- preguntó Flor
Jaz la miró sorprendida -¿Qué quieres que seamos?-
-No lo sé- dijo Flor
-¿Amigas?- preguntó Jaz con una mirada pícara
-¿Amigas?- dijo confundida. Sin duda ya no la consideraba su amiga
-No lo sé. Eso lo decides vos… Si quieres no le pongamos nombre- temerosa de meter la pata-
-¿Se supone que te tengo que decir algo? No lo sé- riéndose nerviosa
Jaz sonrió –No, si quieres me dice algo o sino no-
–Vos debes pensar que soy una tarada, ¿No?- le dijo la morocha avergonzada de su nerviosismo
-Para nada-  sonriendo enamorada
Flor la mira y se acerca -¿Qué?- le dice la colorada sin borrar su sonrisa
-Te quiero- le dijo la morocha
-Yo también te quiero- le contestó
Flor dejó un pequeño y delicado beso en los labios a la colorada, la cual se quedó con los ojos cerrados sintiendo mejor ese momento.
Las chicas se fueron juntas cargando aquel pesado sofá, sin saber que desde lejos, escondido en su auto se encontraba Daniel, el cual celoso había observado todo.

Tú eres para mí (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora