Capítulo 14 "Nuestra última noche"

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  Oficialmente Florencia ya era la señora de Cacavela ante los ojos de todos, pero su corazón le decía todo lo contrario debido a que sentía que pertenecía a otra persona.  En la mente de Flor ya no había salida y pensaba que estaba condenada a vivir esa vida para siempre. De su cabeza no salían imágenes de lo que sería su futuro con Dani, pero enseguida intervenía la loca idea de cómo podría ser con Jazmín.
   Mientras Flor está llena de dudas, sus hermanas que adoraban todo lo que tenía que ver con fiestas, un día antes de la boda por la iglesia deciden prepararle la más loca despedida de soltera a Florencia. Por este motivo Carla y Lucía, que eran las que más poder adquisitivo tenían, alquilan un local en el centro donde se iba a celebrar el evento. Luego estas comienzan a decorar todo, mientras que Miru es la encargada de entretener a la confundida hermana. Esta saca a Flor de compra con la justificación de que necesitaba ropa nueva para su nueva vida, pero inconscientemente ambas terminan parando frente al café Las Flores. Al ver donde estaba, Flor enseguida levanta la vista y mira a través de los cristales buscando a Jaz, pero no la encuentra cosa que la pone triste y se le nota en la mirada.
-¿Te duele?- le dice de repente Miru al verle la cara
-¿Qué cosa? ¿Cómo sabes?- dijo Flor poniéndose nerviosa pensando que ella sabía lo que le pasaba
-Los brazos de sostener la compra- le dice Miru debido a que esta no sabía nada sobre ella y Jaz
-Ah, sí, sí- dijo Flor aliviada soltando las cosas
-¿Quieres ir a por un café?- le pregunta Miru
-No, no estoy bien acá- le contesta Flor sentándose en un banco que había en la acera
-Es que se nos fue la mano comprando cosas- dijo  Miru sentándose a su lado
Flor mira el café y mira a su hermana, a la cual decide hacerle una pregunta debido a que esta a pesar de su corta edad conocía más de la vida que ella –Che, Miru, ¿Te puedo hacer una pregunta?- nerviosa
-Sí, dime- le dijo Miru amarándose los cordones de los zapatos
-¿Vos has vivido mucho?- le dijo Flor
-Menos que vos, Florencia- le dice Miru riéndose
-Sí, pero vos conoces a toda clase de gente y estás como en las fiestas y eso, bueno, sos joven y rebelde- le dice Flor
-Sí, he estado con toda clase de personas, eso lo sabes. ¿Pero a dónde quieres llegar con eso?-
-¿Vos alguna vez estuviste con una chica?- le pregunta Flor muy curiosa
-¿En qué sentido?- le pregunta Miru confundida
-En el sentido de… ya sabes- le dijo Flor nerviosa
-Flor, yo no te voy a contar eso. No me gusta hablar de mi vida y los sabes de sobra- le dice Miru
-Bueno, está bien, pero la pregunta es la siguiente. Cuando una chica está con otra chica ¿Es lesbiana?- le dice Flor tratando de explicarse
-Si- dijo Miru tratando de entenderla
-Pero cuando una chica está, no está, no está con otra chica, pero piensa en la chica ¿Si? ¿Me seguís? Piensa, está así como confundida con la chica. No estuvo con la chica, pero piensa ¿Ya es lesbiana?- le dice Flor
-¿Por qué me preguntas todo esto?- le dice Miru sospechando pues tenía una pequeña idea de lo que le sucedía
-No, te pregunto porque…- moviendo los pies nerviosa –porque leí una cosa en una revista y eso- dijo Flor disimulando nerviosa
-¿Vos estás bien?- le pregunta Miru preocupada por ella
-Sí, sí, obvio- dijo Flor
-¿Me quieres contar algo?- le dice Miru
-No, no, es solo que estoy nerviosa porque me voy a casar mañana y todo eso- dijo Flor levantándose -¿Nos vamos?-
-Estás rara, Flor- le dice Miru mientras esta se iba caminando rápido para evitar seguir hablando del tema
  Por fin llega la noche y las chicas llevan a Flor con los ojos tapados al local donde sería la fiesta. Estas contentas le quitan el pañuelo de los ojos para que Flor se encontrara con una hermosa decoración y miles de tragos.
-Todo como a vos te gusta- le dijo Carla ya con un trago en la mano
-Disfruta- le dice Miru dándole una cerveza
-Sí, porque después de casada te vas a arrepentir- le dice Lu sentándose en la barra
-Ah, no le hagas caso, Flor, que es una amargada- le dice Carla
-A vos todo te va a salir bien. Te quiero mucho- le dice Vir abrazándola
-Yo también las quiero mucho- dijo Flor emocionada
  Estas comienzan a bailar como locas y a beber, pero en medio de la felicidad Flor se escabulle y se sienta en la barra a beber para olvidar. Miru que estaba atenta a ella la ve apagada y se acerca a ver que le pasaba.
-Eh, ¿Y esa carita?- dijo Miru sentándose a su lado
-Nada, pensando- le contestó Flor
-¿En qué? ¿En cómo será tu vida con Daniel Cacavela?- le dice Miru
  En ese momento a Flor se le vino a la mente  la cruda imagen de ella convertida en una ama de casa con tres hijos gritando a su alrededor y Daniel gordo y sin pelo sentado en el sofá viendo la tele mientras esperaba la cena. Esta vuelve en sí con una cara de horror, la cual notó Miru enseguida –Eh, ¿Qué te pasó?- le dijo despertándola de ese sueño
-Eh, nada, nada, me estoy imaginando algo- dijo Flor sintiéndose mal de pensar que eso se podría cumplir
-Pero no te estás imaginando nada lindo- le dice Miru
-No, no era lindo, no- dijo Flor respirando profundo
-¿Flor, no se supone que deberías estar contenta por tu casamiento?- le pregunta Miru
Al oír esto Flor se echa a llorar lamentándose de lo que sentía, por lo que Miru la abraza tratando de alegrarla –Ey, no, no decaigas. Vas a ver que todo va a salir bien. Vos y Dani se quieren mucho- le dice Miru
-Es que siento como que quiero escapar- dijo Flor
  En ese momento a Flor le vuelve la imagen de su futuro horrible con Dani, pero esta vez algo cambia cuando de pronto en su sueño aparece Jaz, hermosa como siempre y se acerca a ella enseñándole una salida. Una salida que la llevaría a otro mundo, un lugar sin obligaciones, sin deberes y sin fachada. En su sueño Flor no duda en tomar de la mano a Jaz y irse con ella feliz de la vida, felicidad que se le refleja en la cara.
-Eh, ¿En qué te quedaste pensando ahora, boluda? – le dijo Miru despertándola
-¡EN LA CAJETA SALVADORA! –Exclamó por el Tourrette muy nerviosa -No, en una imagen, una imagen que me viene siempre cuando quiero como rajar- le dice Flor con una sonrisa
-¿La vas a extrañar?- dijo Miru
-¿Qué? ¿A quién voy a extrañar? Miranda, ¿Vos que sabes? ¿Quién te dijo? ¿A quién voy a extrañar?- dijo Flor nerviosa pensando que esta había descubierto su secreto
-¡A la soltería, boluda! ¡¿De qué voy a estar hablando?!- dijo Miru
-Ah, eso sí. Es que no te entendí- dijo Flor nerviosa
-Estás rara, Flor, no me canso de decirlo- dijo Miru yéndose
-He sido rara toda mi vida- susurró Flor a ella misma
  En ese momento se acerca Vir, quien sí sabía lo que le ocurría a su hermana y estaba muy preocupada por lo que esta sentía -Ey, ¿Cómo estás?-
-Confundida- le dijo Flor siendo sincera con ella
-Ya lo sé. ¿Por ella?- le pregunta Vir
-Por muchas cosas- dijo Flor
-Dale tiempo, vos vas a saber que hacer- le dice Vir
-Es que es eso lo que no tengo. No tengo tiempo porque me caso mañana- le dice Flor agobiándose
-A ver, si vos piensas hoy que tu matrimonio con Dani va a ser para toda la vida, está perfecto. Importa lo que hoy pienses, después el tiempo dirá- le dice Vir tratando de ayudarla
-¿Y si no pienso que es para toda la vida? ¿Qué hago? ¿No me caso? –le dice Flor
-Ay, no sé. Que difícil, no sé. Flor, vos sos la única que puedes responderte todas esas preguntas- le dice Vir
  Flor se queda pensativa un rato y de pronto se levanta dirigiéndose hacia la puerta. Vir al verla le pregunta preocupada -¿A dónde vas?-
A lo que Flor le responde muy segura –A buscar las respuestas a mis preguntas- y sale sin que las demás la vean
  Flor va caminando en medio de la noche por la ciudad hasta llegar al café. Allí se sienta a la parte de afuera a observar, esperando a que este lugar que le dio tanta paz le diera las respuestas que tanto buscaba. –Por favor, papá, ayúdame- dice Flor tocando la cadenita que su papá le había dado para que se sintiera a salvo a los seis años y en la cual ella siempre se refugiaba como si fuera él.
     De pronto ve una luz en el interior del café y ve la silueta de una mujer con dos rodetes en la cabeza en la cocina. Solo con ver la sombra Flor se dio cuenta de que era Jazmín y sin dudarlo comenzó a tocar la puerta esperando a que esta saliera.
  Jaz que se encontraba en la cocina haciendo unos deliciosos dulces cubiertos de chocolate mientras se los comía, oye la puerta. Esta extraña de oír el llamado a esa hora va a ver quién era y al ver que era Flor siente como el alma se le congela en un segundo.  Confundida de verla a la una de la mañana allí en el café, Jaz le abre a Florencia la cual entra con una apenada sonrisa –Hola-
-¿Qué haces acá?- le dijo cerrando la puerta y viendo en el reloj lo tarde que era
-Es que salí recién de la despedida de soltera e iba a mi casa cuando te vi desde afuera. ¿Qué haces a esta hora acá?- le contesta Flor
-Yo vine a adelantar algo de trabajo porque no me podía dormir ¿Quieres un tecito?- le dijo Jaz
-Sí, obvio, si no te molesta- le contesta Flor
-Ah, Flor, ¿Cómo me va a molestar?- le dice sirviéndole una taza
Flor se queda mirándola mientras sirve el té y lanza un suspiro –Ah, te voy a hacer un comentario re melancólico pero no sé, te miro y no puedo creer todo lo que pasó en este tiempo- dijo Flor con una sonrisa haciendo reír a Jaz
-Sí, me pasa igual. Y piensa que casi no me encuentras acá- le dice Jaz
-¿Cómo?- dice preocupada
-Sí, porque al principio la idea de trabajar en un café no estaba entre mis planes, yo quería estudiar para ser chef. Pero Javo me dijo que me daba clases si le echaba una mano y me terminó convenciendo- le explica Jaz
-Qué suerte que te convenció- dijo Flor feliz
-Sí, que suerte- dijo Jaz mirándola
-¿Te acuerdas lo que me dijiste el día en que nos conocimos?- le pregunta Flor
-¿Él qué?- le dice Jaz
-Lo de que teníamos algo en común- le dijo recordando la primera vez que se vieron
-Sí, y no me equivoqué- le dijo Jaz
-No, porque tenemos muchas cosas en común nosotras- le dice Flor
-Sí, muchas- dijo Jaz mirándola llena de amor
Flor toma aire y desde su corazón le dice –Gracias-
-¿Por qué?- le dice Jaz al oírla
-Porque pase lo que pase, vos siempre encontraste la manera… -y suspira- de hacerme reír, perdón-  le dijo Flor comenzando a recordar todas las veces que Jaz estuvo ahí apoyándola sin apenas conocerla en un principio –Jaz, vos no sabes lo que me ayudaste en este tiempo- dijo dándole la mano
De pronto Jaz baja la cabeza y le dice –Flor, perdóname si alguna vez te hice sentir incómoda-
-¿Qué?- dijo Flor confundida sin entender lo que decía
-Sí, yo lo último que quiero es hacerte sentir mal- le dijo Jaz apenada
-No, pero vos nunca me hiciste sentir mal, Jaz –le dice Flor sin entender lo que quería decir
-Flor- dijo Jaz haciéndola recordar algo que ya había sido borrado de su cabeza.
  Flor recuerda aquella noche en la que después de un baile en ese mismo café, sus labios se habían juntado por accidente y como ella había huido como una cobarde –ALMEJITA QUENCHI- exclamó poniéndose nerviosa por el Tourrette y virando un poco de té sobre la barra.
-Ah, ¿Qué pasó?- dijo Jaz riéndose mientras sostenía la taza de Flor con sus manos
Florencia sostiene también la taza y  quedan muy cerca una de la otra donde comienzan a hablar tratando de negar el deseo que ambas sentían por juntar sus labios nuevamente como aquella noche pero esta vez no sería un accidente.
-Me quemé con el té- dijo Flor disimulando –Quenchi es caliente en portugués-
-No lo sabía. ¿Quieres que te lo ponga en agua fría?- dijo Jaz mirándole los labios
-Sí, dale, enfríamelo- le dice Flor sin poder apartar sus ojos de sus carnosos labios rojos
  Estas no pueden evitar querer besarse, pero Flor dándose cuenta de lo que estaba a punto de hacer se frena, pues sabía que a pesar de lo que sentía debía solucionar unas cosas en su vida antes de dar el paso de arriesgarse por Jaz –Será mejor que me vaya a mi casa a dormir-
-Sí, dale, mañana es un día re importante para vos. Será mejor que vayas a descansar- le dice Jaz
-Sí, no creo que pueda mucho- le dice Flor sonriendo
-¿Seguís muy nerviosa?- le pregunta Jaz
-Ahora estoy más tranquila- dice Flor muy segura pues ya tenía una respuesta sobre sus sentimientos
-Sí, yo voy a terminar esto y también me voy a mi casa a dormir- le dice Jaz
Flor la mira sonriendo y no puede evitar seguir hablando con ella –Estuvo bueno como terminó mi última noche así de soltera. Hablando con vos, como con una amiga hasta estas horas ¿No?-
-Sí, a mí también me gusto pasar, eh… nuestra última noche- dijo Jaz mirándola directamente a los ojos con una mirada llena de melancolía
-Sí, nuestra última noche- dijo Flor muy triste
  Florencia se acerca lentamente a Jazmín y llena de amor le da un beso en la mejilla, beso que trató de dar con la mayor fuerza posible para sentir la fina piel de Jaz por última vez. Tras el beso Flor se marcha con las cosas un poco más claras, pero deja a Jaz en una confusión total llena de melancolía y dolor, debido a que Jazmín sospechaba de sus sentimientos pero sabía que Flor nunca sería capaz de dejarse llevar por ellos.
  Con una idea en su cabeza Flor llega a la casa y rápidamente toma la pizarra y vuelve a escribir en ella los tres nombres como había hecho hacía unos días. Pero esta vez algo fue diferente, pues al poner lo que sentía por Jaz lo puso firme y segura. Esta se queda mirando la gráfica y al ver la D de Daniel se da cuenta de lo que realmente siente y sin temblarle la mano lo borra de la pizarra, pues esta ya no ocupaba lugar en su corazón. Esta muy agobiada se queda mirando lo que queda de pizarra y una parte de ella sonríe al ver su nombre junto al de Jaz, pero la otra se llena de miedo y termina borrando la pizarra. Solo faltaban horas para el casamiento y ya estaba casi al salir el sol, pero la cabeza de Florencia seguía dando vueltas mientras que su corazón latía cada vez más fuerte cada vez que recordaba a la colorada.

Tú eres para mí (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora