Capítulo 44 "Todo está más claro"

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Las chicas se besaban sin importarles el tiempo ni el lugar, mientras una multitud las aplaudía. Sin duda Flor les había dado una brillante lección de vida. Les había enseñado que cuando hay amor nada más importa.
Una dolida Elena se iba de ahí dándose cuenta de que había perdido, mientras que un rencoroso Dani salía echando humo por la boca.
Tras un largo y necesitado beso las chicas se separaron, dejando sus frentes pegadas unas con otras y mirándose a los ojos.
-¿Y ahora?- preguntó Jazmín con una sonrisa
-Ahora todo está más claro- dijo Flor volviendo a besarla
Muy pronto fueron rodeadas por sus amigos y familiares, los cuales por supuesto querían respuestas. Las primeras en llegar fueron Vir y Miru las cuales abrazaron a Flor llenas de orgullo. Luego se acercaron Carla y Lucía llenas de preguntas e inquietudes. Preguntas que Flor no estaba dispuesta a responderle en ese momento, por lo que tomó a Jaz de la mano y la haló para salir corriendo de allí.
Salieron fuera del hotel, donde Flor se detuvo para observar a su novia, la cual tenía la más hermosa de las sonrisas.
-No puedo creer que lo hayas hecho- dijo Jaz acercándose a ella y sujetando sus mejillas con sus manos
-Tenía que haberlo hecho desde un montón de tiempo- dijo Flor envolviéndola en sus brazos
-Hermosa- susurró Jazmín muy cerca de su boca
Flor terminó por cerrar el espacio que había entre ellas fundiéndose en un tierno beso lleno de amor. Ambas se sentían como en las nubes, no podían creer que por fin eran libres para poder estar juntas
-¿Qué quieres hacer?-
-Bueno, no sé. Tenía pensado en salir un rato por ahí- dijo Flor
-¿A dónde?- entusiasmada
-A donde sea. No sé, quiero ir al cine, al parque, a cualquier lado. Quiero mostrarle al mundo que estamos juntas… que eres mi novia y que te amo- dijo Flor aferrándose más a ella
-¿Novia? ¿Soy tu novia?- sorprendida
-Sí, lo eres y espero que lo sigas siendo por mucho tiempo- dijo Flor volviendo a besarla
Fueron a un bar que quedaba muy cerca y tras llegar se acomodaron en la barra.
-Me encanta este sitio- dijo la morocha
-Sí, parece estar bueno. Hay buena música- dijo la colorada observando el lugar
-Nos costó el tema de la salida- dijo Flor recordando las múltiples veces que la había escondido por culpa de sus miedos
-Sí, pero eso ya pasó. ¿O no?- dijo Jaz animándola
-Sí, por supuesto que pasó. Ya se acabaron los miedos, las vergüenzas, todo- dijo Flor acariciando su mano
En ese momento la morocha se percató de algo que la molestó realmente  y la hizo hacer un par de tics.
-¿Qué pasó?- preocupada
Flor tenía una mirada asesina en su cara y tenía toda su atención en dos tipos que desnudaban a su chica con la vista.
-Flor, ¿Qué pasa?- sin darse cuenta
-No, no ¡PAJEROS! No, que hay dos tipos que te están comiendo ¡LA ALMEJA! Con la mirada- dijo celosa
Jaz se volteó lo más discreta posible para encontrarse a los dos chicos que la miraban sin cortarse un pelo. Bufó y se viró como si nada. Ella estaba adaptada a causar este efecto en los hombres.
-No pasa nada- dijo Jaz –Déjalos, pobres, están perdiendo el tiempo-
-Es que me molesta que te vean de esa forma. Así solo te puedo mirar yo- dijo la morocha muy celosa
-Ay, mi celosa. Que linda que sos- dijo Jaz mordiéndose el labio al ver la reacción de su novia –Ya no los mires que te brotas-
-Es que me da…-
-¿Celos?- con un tono juguetón
-Sí, celos- afirmó la morocha
-No tienes por qué tener celos. Yo soy tuya- dijo Jaz con una sonrisa
Flor estaba a punto de besarla cuando vio que los chicos se habían acercado a ellas y ahora ya estaba casi rodeando a la colorada
-Hola, chicas ¿Cómo andan?- dijo uno de los chicos
-Hola ¿Qué pasa?- dijo Jaz actuando muy seca
-No, nada, que queríamos invitarlas a unos tragos-
-Te lo agradezco, pero ya tengo uno- dijo Jazmín ignorándolo
-Sí, pero en una buena compañía se disfruta mejor- dijo el chico pegándose más a la colorada e invadiendo su espacio personal.
Al ver esto los celos de Flor estallaron y sin dudarlo dos veces se levantó de su asiento
-Lo siento, pero ya ella tiene la mejor compañía- dijo sujetando la mano de Jazmín con fuerza haciéndole entender todo de una vez a aquellos babosos
-Eh, no, perdón. No sabía- decían mientras se iba chocados
Jaz miró a Flor sorprendida  y con una gran sonrisa en su rostro
-Ah, mi defensora- dijo con un tono burlón
-A ti nadie te toca ¡PAJEROS! La única que puede hacerlo soy yo ¿Ok?- siendo posesiva
-Ok- dijo Jaz envolviéndola en sus brazos y besándola ahí delante de todos de una forma muy sensual
Luego de eso fueron al cine donde entre besos y caricias vieron una comedia. Tras salir del cine dieron una vuelta por la ciudad hasta parar en un parque donde tomaron un helado.
-Gracias- dijo Jazmín
-¿Por qué?- confundida
-Por luchar por mí. Por elegirme- dijo Jaz avergonzada
-No, si alguien debe agradecer soy yo a vos- dijo Flor acercándose
-¿Por qué?- preguntó Jazmín mirándola enamorada
-Por esperarme, por bancarme, por tenerme paciencia a pesar de todo lo que te hice pasar por causa de mis miedos- dijo Flor casi en sus labios
-Yo te esperaría toda la vida- dijo Jaz cerrando el espacio que había entre ellas
Se besaron llenas de amor y ternura sin importarle que alguien las viera. Por primera vez se sentían libres sin miedos. Jaz se separó un poco para quedar muy cerca del rostro de su novia. Casi rozaban sus narices sintiendo la respiración de la otra.
-¿Qué te parece si vamos a casa?- dijo la colorada con una pícara sonrisa
-Me encanta- contestó Flor volviendo a besarla
De esta forma llegaron a casa de Jazmín, donde no perdieron tiempo y entre besos llegaron al cuarto. Jaz cerró la puerta para volver a atacar los labios de la morocha. A paso lento fueron caminando hasta caer sobre la cama, donde Flor tomó el control.
Miró los ojos de Jazmín, los cuales ya no tenían nada de verdes y luego procedió a descender por su cuello dejando húmedos besos. La colorada gemía ante el placer que esta le estaba dando, tenía sus ojos cerrados y su cuerpo se movía casi imperceptible debajo de Flor.
Con mucha delicadeza Flor fue bajando el vestido de la colorada, hasta dejarla en ropa interior. Se detuvo un poco para observar su glorioso cuerpo, el cual comenzó a acariciar poco a poco, como esculpiéndolo con sus manos y besos. Descendió hasta su abdomen donde comenzó dejar varios besos. Luego sacó su lengua con la cual hizo un peligroso recorrido hasta llegar a sus pechos, que aun estaban cubiertos por el sujetador.
Sin perder más tiempo quitó el sujetador y lo lanzó lejos de allí, dejando al descubierto los perfectos pechos de la colorada. Sonrió mientras ponía su mano sobre uno de ellos haciendo más presión sobre su pezón. Jazmín ya estaba fuera de sí y llena de pasión intercambió lugares, llevando ella ahora el control.
Comenzó a moverse sobre la morocha, la cual no podía parar de gemir. Sus centros estaban más que unidos y la fricción hacía que ambas sintieran el mayor de los placeres.
-Dios, no sé cómo decirte lo mucho que me gustas- dijo Jaz rozando los labios de Flor para luego atacarlos
Una mano de Flor bajó hacia la cola de Jazmín y sin dudarlo hizo más presión para acercar más su centro al de ella. La colorada dejaba hambrientos besos sobre el cuello de Flor, mientras que la morocha aruñaba su espalda desesperada por sentir más de ella.
En aquella habitación se fundieron los gemidos, los besos, las caricias. Sin duda aquellas dos chicas desprendían fuego por sus poros y sus cuerpos gritaban por la necesidad del otro.
Ambas ya estaban llegando al orgasmo cuando Jazmín apartó la cara del cuello de Flor, quedando frente a frente a ella. Sus ojos se conectaron dejando que solo fueran ellas dos en el mundo
-Te amo- dijo la colorada rozando sus labios mientras sonreía
-Yo también te amo- aseguró la morocha sellando sus palabras con un delicado beso.
Así la morocha tomó la mano de Jazmín con fuerza y la apretó al sentir llegar el glorioso orgasmo. Su cuerpo se arqueó debajo de la colorada, la cual prácticamente gritaba el nombre de su novia entre gemidos.
Jazmín dejó caer su cuerpo sobre Flor, ocultando su rostro en su cuello y dejando delicados besos en su barbilla. Se acomodó sobre el cuerpo sudado de su novia y fue acariciando delicadamente su pecho, dejando leves besos.
-Gracias- dijo con una sonrisa
-¿Por qué?- preguntó Flor sorprendida
-Por aparecer en mi vida- dijo Jaz
Flor la tomó y la llevó hacia su boca dejando un delicioso beso en sus carnosos labios. Así pasaron la noche una abrazada al cuerpo de la otra, sintiéndose una y otra vez. Su amor era tan fuerte que sentían que podían contra todo. Nada ni nadie las separaría ahora.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now