Capítulo 46 "Toda mi vida es para vos"

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Había pasado ya una semana de la confesión pública de Flor y todos ya habían olvidado a la feliz pareja. Ya las dejaban vivir en paz y se concentraban en otras cosas, al fin y al cabo eran una pareja enamorada como cualquier otra.
Sin embargo las chicas amaban que todo el mundo lo supiera, ya se podían besar sin que nadie las mirara raro, ya no tenían que esconderse.
Era un día normal en el hotel y Jaz trabajaba como de costumbre cuando sintió unas manos sobre su cintura y luego un beso en su cuello.
-Hola, princesa ¿Cómo amaneciste hoy?- dijo con una sonrisa dándose media vuelta para quedar frente a frente con Florencia
-Ahora que te veo mucho mejor- dijo Flor besándola
-Ey, ey, cuanto amor- dijo Vir que venía entrando
Flor se separó asustada cosa que dejó confundida a las otras dos y fue en ese momento en que se dio cuenta. Ya no tenían que esconderse, pero aún así había manías que había que quitar.
-Ay, Dios, que boluda. Fue la costumbre. Perdón, Jaz- dijo la morocha con una risa nerviosa
-Tranqui, te entiendo- dijo Jaz
-No sé porque lo hice si yo quiero estar todo el tiempo así pegada a vos- dijo Flor cogiendo sus manos y haciendo que rodearan su cintura
-Y yo con vos- haciendo voz cursi
Vir solo las miraba maravillada del amor que se veía a la legua que tenían –Me muero de amor con ustedes dos… al menos dos que son felices aquí-
-Uh, ¿Qué es eso? ¿Envidia?- dijo la morocha
-Puede ser- dijo cabizbaja
-¿Te peleaste con Javo?- dijo la colorada dándose cuenta –Ay, perdón re metida-
-No, metete, él es tu amigo- le dijo Vir –No, con Javo no es el problema-
-¿Y con quién?- preguntó Flor
-Con…-
-¿El innombrable? ¿Volvió?-  asustada
-¿Con quién?- dijo la colorada confundida
-Es mi ex marido y no, no ha vuelto y eso es lo que me preocupa… tengo el presentimiento de que está tramando algo malo- dijo Vir realmente preocupada
-¿Vos crees?- dijo Flor
-No sé. No sé nada- dijo agobiada
Las chicas se pusieron tristes al ver el agobio de Virginia
-Eu, no. Quiten esas caras. Ambas se merecen ser felices y no agobiarse con mis boberías- les dijo
-No, Vir. No son boberías- dijo Flor dándole la mano
-Vos nos ayudaste mucho y nos bancaste un montón. Te lo debemos. Si necesitas mi ayuda o cualquier cosa, cuenta conmigo- dijo Jaz de todo corazón
-Ay, esa es mi cuñada- dijo Vir abrazándola
En ese momento entró Javo a la cocina, el cual al ver esta escena no pudo contener el chiste
-Ey, Cacho, ¿Me querés quitar la novia? En verdad pensé que tenías códigos- dijo el cocinero con un tono burlón
-Ay, ¿Qué decís? Estoy conteniendo a mi cuñada- dijo la colorada ya adaptada a sus malas bromas
-¿Tu cuñada? Cómo estamos- dijo Javo riéndose de ella
-Sí, soy su cuñada- afirmó Vir
-Y lo va a seguir siendo por muchísimo tiempo- dijo Flor dándole un pico a Jaz
-Ay, como están las chiquis-
-Bueno, yo me voy- dijo Vir – Flor, ¿Podes echarme una mano?-
-¿Ahora?- brava debido a que no se quería alejar ni un segundo de Jaz
-Sí, ahora, boluda. Dale, si Jazmín no se va a ir a ningún lado- le dice Vir dándose cuenta
-Dale, ve tranquila que yo te la cuido- dijo Javo bromeando y agarrando a la colorada de la cintura
-Ay, quita, pesado- dijo Jaz saliendo de su agarre
-Ojito vos con ella ¿Oíste?- le dijo Flor amenazándolo
-Uh, la novia posesiva. Que miedo- dijo Javo riéndose 
-Témele, no sabes lo que es una Estrella celosa- le dijo Vir riéndose
- Ok, dato anotado- dijo el chef
-Cuídamela- advirtió Flor antes de irse con Vir
-Soy su protegida- le dijo Jaz con una sonrisa llena de felicidad
-Dios, Cacho, quien te viera y quien te ve- dijo recordando los malos momentos -¿Te acuerdas como lloraste por esta chica?-
-Ay, ya. Prefiero quedarme con los buenos recuerdos- le contestó Jaz para ponerse a trabajar
-¿Vienes a mi casa esta noche? Tenemos juego de póquer con Mariano y los otros chicos- le dijo Javo mientras picaba una fruta
Jaz lo miró haciendo una mueca –No, no puedo. Me temo que tengo que rechazar tu propuesta-
-¿Por qué?-
-Primero, odio el póquer y lo sabes. Y segundo… tengo cosas que hacer- dijo Jaz bajando la cabeza con una cara pícara
Javo se dio cuenta de que su amiga traía algo entre manos
-¿En qué andas, Cacho?- con un tono burlón
-En nada- dijo Jaz tratando de contener esa sonrisita que siempre le salía cuando le mentía a Javo
-¿En nada? Dale suave a Flor que la vas a matar- le dijo riéndose
-¡Ah, no seas cochino!- le dijo dándole un pequeño golpe en el hombro, fingiendo estar enojada
Ya era de tarde cuando una relajada Florencia Estrella salía del baño para encontrarse con un curioso regalo sobre su cama. Era una caja, no tan grande ni tan pequeña, la cual estaba adornada por un gran lazo rojo, tipo las películas. Curiosa tomó la nota que estaba sobre esta y al ver la letra no pudo evitar sonreír. Era de su chica
Sin leer la nota abrió la caja emocionada para encontrarse con un hermoso vestido negro. Lo sacó fascinada con su belleza. Siguió buscando dentro de una caja y más abajo del vestido había una muy sexy ropa interior de encajes, la cual sin duda reflejaba muy bien lo que tenía planificado la colorada.
-¡COCHINA!- exclamó Flor y con una sonrisa continuó buscando para encontrar algo que realmente tocó su corazón
Allí en el fondo de la caja estaban unas llaves con un adorno que decía su nombre. Sin duda eran las llaves de casa de Jazmín.
¨Te espero esta noche en casa, la cual ya es tuya desde el día en que fuiste por primera vez. Te amo con todo mi corazón.
                                              Jazmín
                                                                            Mordiéndose el labio se dejó caer hacia la cama y en un suspiro dijo el nombre de su amada. Tomó la nota y la besó bien fuerte, mientras sentía su dulce aroma. Flor no podía creer lo enamorada que estaba de aquella chica, que sin quererlo le había cambiado la vida por completo.
No aguantaba más quería que llegara la noche para poder ir a ver a Jaz. Se moría de la curiosidad por saber que había preparado para ella. Se arregló lo mejor que pudo, pintándose los labios de un color rojo muy seductor. Para darle el toque final se laceó el cabello, quedando como una princesa de cuentos de hadas muy sexy con ese vestido negro… y por supuesto la ropa interior de encajes.
Por fin llegó la hora de la cita y una emocionada morocha fue hasta casa de Jaz. Al llegar usó por primera vez su llave, lo que hizo que sintiera una sensación extraordinaria.  Al entrar no pudo evitar quedarse sin habla.
Todo el salón estaba adornado con globos en forma de corazón y pétalos de rosas. Las luces eran tenues y había un ambiente realmente romántico. Caminó boquiabierta hacia el medio del salón observando cada detalle.
De pronto sintió unos pasos a sus espaldas, y al voltearse se encontró con la imagen más bella que pudo imaginar ver en su vida. Allí frente a ella se encontraba Jazmín. Tenía su cabello suelto y completamente rizado, haciendo que se viera como una diosa griega. Llevaba un vestido negro que no llegaba a sus rodillas y permitía mostrar sus gloriosos muslos. Sus labios era color rojo fuego y sus ojos se veían más verdes que nunca.
-Que linda- fue lo único que salió de la boca de la morocha al verla, mientras esta se acercaba con una sensual sonrisa
-Estás hermosa- dijo Jaz dándole un pequeño beso de bienvenida
Flor se separó un poco y la observó de arriba a abajo –Vos también-
-Te quedó perfecto el vestido- dijo Jaz orgullosa de su elección
-Sí, ¿Viste?- dijo Flor dando una vuelta para que ella la observara por completa –Se nota que me conoces muy bien-
-Cualquier cosa te queda bien a vos- le dijo Jaz mientras se la quería comer con la mirada, cosa que hizo a la morocha sonrojarse
-¿Todo esto es para mí?- le preguntó Flor observando la decoración
Jaz extendió sus manos tomando las suyas y con una voz muy romántica le dijo de todo corazón –Toda mi vida es para vos-
Al oír esto la morocha sintió que se derretía de amor y se acercó para besar a su chica.
Fue un beso lento y pausado, ambas se querían sentir bien. Los labios de Jaz absorbieron la boca de Flor, probando cada centímetro de ella, mientras que la acercaba más a su cuerpo con sus manos sobre su cuello. Luego se separaron solo unos centímetros, ya no se besaban, ahora simplemente rozaban sus labios levemente sintiendo su respiración. El aire que respiraba Flor era proveniente de Jazmín.
Jaz se separó con una bella sonrisa, mientras que la morocha solo miraba su boca deseosa de ella
-¿En serio te gusto?- preguntó la pelirroja
-Sí, me encantó- le dijo Flor sonriendo – Es divino. No me lo puedo creer. Nunca hicieron una cosa así por mí- observándolo todo nuevamente sin apartarse de su chica
Jaz se apartó y caminó hacia la reproductora de música, donde comenzó a sonar la canción ¨Extraña de querer¨, aquella canción que las había unido por primera vez esa noche en aquel bar.
La pelirroja extendió su mano pidiéndole un baile a su chica, la cual accedió sin dudarlo. La acercó con una sonrisa hasta estar bien juntitas. Sus rostros estaban a centímetros y sus labios se juntaban una y otra vez, sin querer separarse. Las manos de la colorada acariciaban la espalda de Flor, mientras que esta le dejaba dulces besos por su cuello, haciéndola cerrar los ojos de placer.
  Jaz abrazó bien fuerte el cuerpo de su chica, necesitaba sentir que estaba allí, que era real, que no era otro de sus sueños. Flor se dio cuenta de la actitud tierna de su chica, por lo que se separó y puso su frente junto a la suya.
-¿Qué pasa?- dijo con una sonrisa mirando su boca
Jaz negó con la cabeza y colocó sus manos sobre las mejillas de su chica, reteniéndola en sus manos y dejando leves caricias –Sos hermosa- dijo sin más
-Vos sos hermosa… Sos mi persona favorita del mundo- dijo la morocha y una feliz Jazmín cerró su frase con un tierno beso
Ahí en el medio del salón comenzaron a bailar aquella hermosa canción. Sus manos no se separaban de su cuerpo por un instante y con sus labios Flor iba colonizando cada centímetro del cuello de la colorada. Mientras las manos de Jaz esculpían cada curva de la morocha y la aferraba más a su cuerpo con mucha delicadeza. No había prisa, se querían disfrutar, se querían fundir en cada beso.
Flor se separó un poco para observar a su más que enamorada novia, la cual tenía una hermosa sonrisa en su cara
-Gracias por aparecer en mi vida- le confesó la morocha y Jazmín le contestó volviendo a sus labios
El beso a pesar de ser lento, fue muy intensos, los labios de Jaz absorbían por completos los de Flor, y de vez en cuando dejaba pequeñas mordidas sobre su labio inferior.
Casi inconsciente Flor fue llevándola hacia la habitación y luego hacia la cama, donde la dejó caer sin ninguna preocupación. Jazmín solo la miraba fascinada. Florencia se veía realmente hermosa con ese vestido.
-¿Pensé que te había invitado a comer?- dijo Jaz al ver las intenciones de la morocha
-Y eso es exactamente lo que voy a hacer- le contestó Flor y sin perder más tiempo se subió sobre ella
Se fundió en un beso mientras con mucho cuidado la colorada bajaba la cremallera del vestido de la morocha, para luego quitárselo y dejarla en ropa interior
-El vestido te queda lindo, pero así estás muchísimo mejor- dijo Jazmín observando el bello cuerpo de su chica
Flor se mordió el labio totalmente excitada y procedió a hacer la misma acción que la colorada, dejándola a ella también en ropa interior. Ahora las dos estaban iguales.
Jazmín haló el cuerpo de su chica hacia ella, acercándola para poder besar cada centímetro de su boca. Las manos de la morocha recorrían cada parte del cuerpo de Jaz, hasta que finalmente llegó a sus pechos los cuales apretó sin temor. Al sentir esto la colorada no pudo soltar un gemido, cosa que incitó a Flor a seguir haciéndolo.
El cuerpo de Jazmín se estremecía debajo del de la morocha, la cual era la que llevaba el mando en todo momento. Sujetó sus manos, muy fuerte, dejando a Jaz totalmente inmóvil y tras hacer esto fue dejando besitos por todo su abdomen, cosa que hizo erizar a la otra.
Al notar esto Flor sonrió de medio lado y continuó lamiendo el cuerpo de la colorada como si fuera una paleta de helado. Notaba como Jaz deseaba tocarla y sus manos hacían inútiles intentos por zafarse de su amarre.
-Flor… por favor- dijo la colorada mordiéndose el labio
-Shh… Déjame jugar-
Flor comenzó a moverse sobre ella, excitándola cada vez más. Sus movimientos hacían que Jazmín se mordiera el labio hasta casi soltar sangre. Ya no aguantaba más. Necesitaba tocarla. Con la intención de seguir provocándola la morocha zafó su sujetador, para luego poner su boca sobre ellos, chupando y mordiendo sus rosados pezones.
Sinceramente Jaz sentía que no aguantaba más, su centro le dolía de tanta excitación acumulada. Tenía el cuerpo de Flor justo frente a ella y no podía tocarlo.
La morocha la soltó de una mano, dejando que tocara sus pechos, pues ella necesitaba su mano derecha para bajar al lugar feliz de Jazmín. Fue bajando lentamente hasta llegar al extremo de sus bragas. Sin dudarlo introdujo su mano por dentro de la ropa interior, sintiendo la humedad de su chica.
Soltó sus manos pero la contuvo con sus fuertes muslos, y apresurada bajó las bragas de Jaz, dejando todo su centro a su merced.
Los ojos de Flor se abrieron sorprendidos al ver la humedad que salía del centro de la colorada, la cual ya estaba llegando a su límite. Sonrió al ver esto y procedió a lamerlo de arriba abajo, absorbiendo parte de la humedad.
-¿Ahora sí me vas a soltar?- le dijo Jaz con sus ojos más negros que nunca
Flor sonrió y salió de encima de ella, dejando que fuera Jazmín la que tomara el control. Ahí fue cuando se desató la fiera. Jazmín era toda una diosa en la cama y eso solo pocas personas lo sabían. Detrás de esa imagen de persona tierna y adorable se escondía una tigresa hambrienta de placer.
Esa noche los gemidos de Flor ocuparon todo el lugar, más que gemidos era gritos ahogados del placer que le daba la colorada. Las caricias, besos, mordidas y roces reinaron aquella noche, y las uñas desesperadas de Flor dejaron marca sobre la delicada espalda de la morocha. Su amor era único y hermoso, pero ellas dos en la cama era otra cosa totalmente diferente. Eran dos diosas de la pasión, las cuales solo con tocarse se daban el más grande de los placeres.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now