Prólogo.

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     ¿Alguna vez te has despertado sin tener ni la más mínima idea de dónde estás? Sin saber que día es, en que planeta estas, si tu perro comió o si el vecino se lo robó.

     ¿No? ¿Nunca te ha pasado?

     Bien, pues no te lo deseo.

     ¿Te digo por qué?

     Bueno, digamos que en este justo momento estaría golpeado una y vez mi cabeza contra la pared, sino fuera porque no podía levantarme de la camilla del hospital —¿Por qué estaba ahí? Ni puta idea, pero te seguía diciendo—, cuando desperté e intenté moverme y preguntar sobre que me había pasado, me encontré no pudiendo emitir palabra alguna más allá de sonidos ahogados y sin movilidad en mis piernas.

     Entré en pánico inmediatamente.

     Y gracias a ello fue donde me percaté de la presencia de un apuesto chico en la habitación, cuando éste me abrazo para después decir que todo iba a estar bien. Sin embargo, yo no sabía quién era él. Y él pareció leer mis pensamientos porque sus ojos se humedecieron y me dijo:

     —Yo soy tu novio.

     Sí, así como lo ves. Su novio.

     Bien, todo bien... ¡pero ni siquiera recordaba mi orientación sexual, por dios!

     Y de esa manera me diagnosticaron amnesia.

     Pero eso no era todo, no, claro que no.

     En el tiempo que me recuperaba en el hospital aparecieron cinco chicos más, y cada uno dijo ser mi novio al igual que el primero.

     Sólo me quedaba rezar para no arder en el infierno por ser un maldito infiel.

     Dios mío, ¿en qué lío estoy metido?




|| Octubre 12, 2018 ||

-nenni.

¿No me recuerdas? || VharemWhere stories live. Discover now