Día 32, semana 5.

2.7K 445 59
                                    

     Casi me tiro a llorar como magdalena una vez el médico termino de hacer su chequeo y me dijo que la terapia estaba dando frutos y estaba recuperando la sensibilidad en mis piernas. Habitaba la grandísima posibilidad que pudiera volver a caminar.

     Con mano temblorosa, logre escribir: —Podre caminar de nuevo.

     —Sí, amor. ¡Hay esperanza!

     Mis ojitos se aguaron cuando el palmeo mi pierna y sentí ese leve hormigueo.

     —Hey, no llores que me pondré a llorar contigo.

     «¿Y cómo no quieres que no llore, tonto?».

     Hoseok se rio de mi cara de incredulidad antes de abrazarme protectoramente.

     —Hablemos de otra cosa que no quiero que estés triste, ¿no quieres saber sobre donde nos conocimos?

     Me sentí tan cálido, que no evite derretirme en sus brazos y aún menos cuando su perfume me hizo suspirar.

     Olía tan rico.

     —Eso suena bien, dime ¿Dónde nos conocimos?

     Él embozó una sonrisa. —Estudiamos juntos en la universidad de artes.

     Aquella información pico mi averiguación.

     —¿Qué estudié yo? —quise saber con ansiedad.

     Hasta ese momento nadie me había dicho sobre mi educación superior.

     —Literatura y todo lo relacionado a eso y más.

     «Me lo suponía si soy escritor ¿no? Pero, ¿que con "eso y más"?».

     —¿Y tú que estudiaste?

     —Pues actuación

     «Pff, es obvio» me abofetee mentalmente.

     —Es verdad.

     Después de que se fue ayer me encargue de decirle al enfermero que pusiera todas las películas donde haya aparecido Hoseok, ya que no podía investigar todo de él en línea pues no tenía móvil, pero una vez tuviera lo haría y me uniría al club de fans de este hombre y sino resultara que no tiene uno pues yo mismo crearía uno, postulándome como el presidente de este.

     —Pero ¿cómo sucedió? ¿Cómo fue nuestro primer encuentro?

     Tenía mucha, no que digo, demasiada curiosidad.

     —Fue exactamente en una fiesta que hizo mi facultad para cerrar el año, uno de mis camaradas presto su casa. Y ahí estabas tú. Nunca antes te había visto, quizás por la magnitud inmensa de la universidad, pero cuando te vi bailando ahí y riendo con tus amigos con toda la pasión del mundo no tuve ojos para otra cosa —narró con fascinación.

     Tenía los ojos de un enamorado.

     Antes de recordar que esos ojos ya los había visto en los demás y hundirme en tristeza por ellos, yo decidí aceptar lo que viene y estar maravillado al imaginarme como alguien apasionado.

     «¿Quién soy yo?».

     A Yoongi le había escuchado decir igualmente que yo en mi interior no era tímido.

     —De hecho, fue singular nuestra primera conversación —la voz de Hoseok me trajo de vuelta—. Me acerque a ti con tal de hablarte y quizás terminar ya sabes...

     Alcé una ceja. «¿Ya sé?».

     Jung me guiñó un ojo y mi rostro enrojeció al ver a que se refería.

     «Oh, mira que pillín» me reí.

     —El caso es que cuando me apegue a ti no dijiste nada y seguimos bailando. Cuando pregunte por tu nombre en el oído, sólo me sonreíste y seguiste bailando. Creí que estaba burlándote o jugando conmigo, y decidí seguirte el juego ya que cada que te volvía a preguntar por tu nombre tu sólo seguías sonriendo. Fue hasta que uno de tus amigos me dijo que eras mudo. Me sorprendí y con un movimiento de manos me dijiste adiós con una sonrisa para luego pasar marcharte de la fiesta con tus compañeros, sin embargo, antes de que subieras al auto de tu amigo, te alcancé y te pregunté si querías pasar esa noche contigo. Aceptaste y terminamos entre sabanas esa noche.

     «Diablos, señorito».

     —El caso es que yo sólo tenía amantes de una noche, bien sabiéndolo tú, porque fuimos claros en eso ambo antes de hacerlo.

     Sólo parpadeaba porque realmente no sabía que decir.

     —Tú siempre te burlas de que no nuestro es lo más cliché porque te seguí buscando luego de esa noche, no siendo solo una, ambos fuimos compatibles y nos entendíamos, fuiste mi amante por noches, cada vez cayendo más por ti, queriendo más que solo encuentros contigo. Fue... fue un largo proceso para llegar al noviazgo porque tú... tú siempre tuviste presente desde el principio que lo nuestro solo eran encuentros sin sentimientos de por medio.

     —¿Quieres decir que tú te enamoraste, pero yo no?

     —Exactamente eso.


¿No me recuerdas? || VharemTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang