Extra ocho: No se necesitan palabras.

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     Las risas se escucharon al otro lado de la puerta mientras Jungkook intentaba abrirla desde su lado, pero era imposible. Lo habían dejado encerrado en la pequeña bodega del conserje. De nuevo.

     —¿H-Hola? —preguntó con voz temblorosa y un pesor se asentó en su pecho cuando cayó en cuenta de la oscuridad que lo rodeaba. El pánico lo alcanzo y comenzó a respirar aceleradamente—. A-Ayuda, ¡ayuda! ¡Alguien por favor! ¡estoy aquí! E-Estoy aquí...

     El pelinegro se mordió el interior de la mejilla para evitar llorar.

     Aunque no pudo evitarlo minutos después cuando a pesar de seguir gritando por auxilio nadie venia. Y callo en cuenta que el receso finalizo hace tiempo así que todos estaban ya en sus aulas de clases y no había nadie en el pasillo que lo escuchara.

     Nadie iba a ir por él.

     Estaba tan consumido en su terror que no registro cuando la puerta en la que estaba recostado se abrió, por lo cual cayo hacia adelante sobre alguien.

     Los ojos de Jungkook se abrieron como ciervos, pero rápidamente se relajó cuando ese alguien bajo él lo rodeo en sus brazos y le daba pequeñas palmaditas en su espalda buscando calmarlo. Su llanto gradualmente se detuvo hasta que quedo hipando. El menor se sintió tranquilo y cálido como cuando su mamá lo arrullaba en las noches.

     Con timidez y un poco temeroso Jungkook se alejó del desconocido. Cuando lo hizo pudo verlo. Era un niño un poco mayor que él. Con el cabello castaño, piel tan bonita y ojos que le recordaban al chocolate que preparaba su abuelita.

     —H-Hola, umm...

     El contrario simplemente le sonrió. Y el pelinegro se lo quedo mirando hipnotizado. Era como el hada que su madre le narraba en los cuentos antes de irse a dormir. Muy bonito.

     Jungkook sintió que sus mejillas se sonrojaban.

     Bajo la mirada y con voz muy tímida, dijo: —Gracias. Gracias por um... ayudarme a salir.

     El desconocido seguía sin decir palabra así que Jeon alzo la mirada para verlo, temiendo haber hecho algo malo que lo molestara. Pero no fue así, el otro seguía sonriéndole bonitamente.

     En eso señalo su garganta e hizo una seña de 'no' e incluso con sus labios articulo la palabra sin que algún sonido saliera de sus labios.

     —¿No puedes hablar...?

     El castaño asintió e hizo una mueca triste mirando el suelo.

     A Jungkook no le gusto ver esa expresión en el otro niño. No iba con el otro.

     Así que con eso en mente y con valentía de saber dónde, tomo la mano del niño castaño para que lo mirara.

     —Hola —expresó en lenguaje de señas.

     Los ojos del niño mayor brillaron y se abrieron como platos antes de que una enorme sonrisa cuadrada se posara en sus labios. Para cuando Jungkook se dio cuenta estaba en el suelo de nuevo con el contrario abrazándolo y riendo sobre él.

     —¡Sabes lenguaje de señas! —dijo con señas el castaño cuando se separó un poco.

     Jungkook asintió tímidamente. —Mi abuela es sordomuda, así que aprendí para poder hablar con ella.

     —¡Eso es increíble! Bueno, no la parte en la que ella sea sordomuda, aunque ¡ey! no es algo malo, solo somos un poco diferentes ¡pero todos somos diferentes! ¿sabes? Lo digo porque sabes lenguaje de señas, eres la primera persona que encuentro que me entiende realmente aquí en la escuela sin que tenga que escribir en mi cuaderno, aunque me gusta escribir ¡hay tantos colores bonitos de donde escoger! Un día te voy a prestar mi color favorito, es el purpura. ¿Cuál es el tuyo? Espera creo que estoy hablando mucho, perdón. Yoongi hyung siempre dice que hablo demasiado para ser mudo, ¡es un grosero! Es como el chico malo ¿sabes? Como en las películas estas, de mafiosos y así. Todos le tienen miedo, pero en el fondo tiene corazón de pollo. Hubo una vez que estábamos viendo a Up ¡y te juro que hyung lloro! Aunque el lo niega, aunque aquí entre nos, él se parece al viejito de la película, todo gruñón.

¿No me recuerdas? || VharemWhere stories live. Discover now