Día 34, semana 5.

2.7K 468 70
                                    

     Quise gritar de completa frustración y por poco aviento la libreta al suelo en medio de mi rabieta. Había decidido aprender de nuevo el lenguaje de señas. Sonreí levemente al recordar lo que me había dicho Yoongi sobre hacerme responsable de esto.

     —Oye, tranquilo, no pasa nada —dijo Hoseok agachándose para recoger el cuaderno y ponerlo de nuevo en mis piernas.

     Escribí rápidamente en ella, resultando más un garabato que otra cosa: —¡Quiero recordar el lenguaje de señas!

     No podía ir por ahí escribiendo en la libreta cuando a mi parecer todos a mi alrededor sabían comunicarse conmigo por señas.

     Se me escapó una risa de tal ironía. Ellos lo saben y yo que se supone que soy el afectado no.

     —Y lo harás —Hoseok me sonrió con dulzura acariciando mi rodilla—, no tienes por qué preocuparte.

     ¿Ya les había dicho que Hoseok es un hombre que esta entre lo tierno y sexy?

     Abatido, cerré los ojos y tomé aire. —Lo siento, ¿podemos iniciar de nuevo?

     —Por supuesto, corazón.

     Jung se había tomado la oportunidad de ayudarme a recordar el significado de ciertas señas, y algunas me quedaban, pero luego perdía el hilo y hacia señas que probablemente ni siquiera existían.

     Estuvimos unos minutos así entre risas y ceños fruncidos hasta que deje caer mi cabeza en la almohada.

     —¿Te duele la cabeza? —Hoseok se acercó a mí con expresión preocupada por mi acción.

     Negué con la cabeza.

     —Sólo estoy cansado. No logro recordar que significa cada cosa. Esto de tener amnesia es una mierda.

     Él rio ante la última oración, pero eso no eliminó el puchero que se había formado en mi boca.

     —A penas es tu primer día aprendiendo —se burló pellizcando mis muslos—. Veras que en unas semanas podrás comunicarte sin la necesidad de escribir en la libreta.

     Hice una mueca triste.

     —No me refería a recordar sólo el lenguaje de señas, también a todo en general. A ti...

     «A ellos» quise agregar. «Sobre si realmente soy un jodido infiel, si tengo una doble vida... y miles de cosas más».

     Suspiré.

     Hasta ahora no había recordado ni una mínima cosa. Era lamentable. A veces me ponía a imaginar en las noches, viendo hacia la ventana, que un día despertaba recordando todo o que esta yo ahí comiendo tranquilamente y de la nada lo escupía sobre el rostro del médico porque me llegó un flashazo de mis recuerdos.

     «Redramático todo ¿no? Debería dejar de ver películas...».

     —¿Si te beso será que me recordaras?

     Mis ojos se abrieron tan grandes que temí que se me salieran de las cuencas.

     Eso había sido tan repentino.

     Pero una vez saliendo de mi estupor, mis labios se estiraron en una sonrisa.

     —¿Cómo a una princesa?

     —Serías mi Blancanieves o Aurora.

     Arrugué la nariz. —Creo que Disney necesita sacar películas gays.

     Su risa fue escandalosamente encantadora.

     «Éste hombre me tiene mal, grr».

    —Ya lo creo. Altas demandas de padres homofóbicos obtendría.

     Me encogí de hombros. —Por algo se empieza.

     —Ven aquí —dijo para proceder sentarse junto y acariciar mi cabello—. Creo que necesitas un retoque de tinte en tus mechas verdes.

     Tenía razón, hace días cuando me estaba rasurando la poca barba que me sale con ayuda de Bangchan vi en el espejo que estas se estaban decolorando.

     —¿Quieres que llame a mi estilista profesional?

     Mis ojos brillaron.

     Tímidamente escribí: —¿Tiene mascarillas? Mi piel esta seca y maltratada.

     —Lo que tú quieras, amor. El spa completo si quieres.

     Abrí la boca, maravillado. Quizás esto de tener novio rico e influyente no sea tan malo.

     «¿Y qué mejor que tener cinco novios?» reí malévolamente en mi mente.

     —¿Tae?

     Hoseok me miró más que extrañado. Al parecer puse una expresión rara.

     —¿Sí?

     —¿Qué ocurre?

     —Nada, amor —sonreí con inocencia.

     «No ocurre nada...» y reí de nuevo con maldad, aunque en mi mente claro.


¿No me recuerdas? || VharemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora