Día 14, semana 2.

3.5K 572 88
                                    

     Esperando a que fuera la hora de ir a la sala para mi terapia, recordé lo que me dijo Jimin cuando se presentó, con eso en mente pregunté:

     —Habías dicho que tu manager no te dejaba venir, ¿de qué trabajas?

     —¿De qué crees? —cuestionó enderezándose en su asiento.

     Lo miré con el entrecejo fruncido.

     «¿Cree que soy adivino o qué?».

     —Me gustan los juegos —se justificó sonriendo.

     —¿Modelo?

     Rio divertido. —Me alabas, cariño. Pero no. Sigue adivinando.

     —¿Actor?

     —Nop.

     —¿Empresario?

     —Ni cerca.

     —¿Medico?

     —¿Me ves cara de medico?

     Ante su ceja alzada me reí. Me imagine a Jimin diciendo con un giño "He venido a ponerte tu inyección".

     «Alto ahí loco» me dije al ver por dónde iba mi línea de pensamientos.

     —¿Contador? —seguí indagando.

     —¿Estás jugando, cariño? —negó.

     —¿Profesor?

     Suspiró rendido. —Vale, te lo diré. Soy corredor profesional de autos.

     Lo observé impresionado. Y al parecer puse una cara graciosa porque Jimin se rio.

     —¿Qué? ¿No lo parezco?

     Viendo que portaba unos vaqueros oscuros junto a una chaqueta roja, con una playera negra debajo y unos lentes de sol colgando en el cuello de esta. Sí que lo parecía.

     —¿Y por qué tu manager no te dejaba venir?

     —Porque iba a participar en una competencia.

     —¿Había una competencia?

     —Sí.

     —¿Y ya no participaste?

     —No.

     —¿Por qué?

     —Por ti, cariño. ¿Qué clase de novio seria si no hubiera venido por estar corriendo? Se supone que mis victorias te las dedico a ti.

     «Eso fue muy lindo».

     Me mordí el labio y tímidamente le miré.

     —¿Yo de que trabajaba? —le cuestioné curioso.

     Si bien Seokjin había dicho que era escritor, preguntarle a Jimin de mi profesión más bien era para mi propio disfrute.

     —Eres stripper.

     Mis ojos casi se salieron de mis cuencas.

     «¿Qué chuchas?».

     —¿Estas bromeando verdad?

     —¿Por qué lo haría?

     Le di una mirada dudosa.

     —¿Qué sucede, cariño? ¿Te avergüenza? Perdón, quizás no debí decírtelo, pero creí que como antes no te avergonzaba, ahora tampoco tenía porque hacerlo.

     No sabía si creerle o no. Jin había dicho que yo era un escritor, pero ahora Jimin decía que era un stripper... ¿Es que acaso tenía una doble vida o qué?

¿No me recuerdas? || VharemWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu