Día 33, semana 5.

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     Sentía que Hoseok estaba muy cerca. Demasiado diría yo, estaba casi sobre mí mientras me ayudaba en mis ejercicios de la terapia donde doblaba y estiraba mis piernas.

     —¿Podrías alejarte un poco, por favor? Invades mi espacio personal.

     Eso le robó una risa al castaño. —Amor, entre nosotros no existe el espacio personal.

     Suspiré cuando me agarró de las caderas para alzarme y ponerme frente a él sosteniéndome con un abrazo en mi cintura. Yo podía decir que era más alto que él por unos cuantos centímetros.

     Era el primero en que yo sabía la diferencia de altura entre ambos, con los demás no eran más que suposiciones. Por ejemplo, Seokjin se me hacía alguien alto.

     Jung me hizo cosquillas con sus dedos escarbando sobre mi estómago, riéndome le pegue en el brazo a lo que él se rio para después morder mi hombro juguetonamente robándome un grito con una carcajada.

     «Este hombre siempre está mordiéndome».

     Estábamos tan en nuestra burbuja que cuando miré alrededor por fin me percaté de la presencia del fisioterapeuta. Me había olvidado que él estaba ahí pues cuidaba de mí, ya que nos instruía las rutinas y eso. Su mirada estaba puesta firmemente en Hoseok. Fruncí el ceño al darme cuenta de lo que estaba ocurriendo ahí. Este hombre estaba babeando.

     «¡Se está comiendo a mi novio! ¡Y frente a mí!».

     Abracé el cuello de Hoseok.

     —Hey, hey, ¿Qué pasa?

     Lo abrace más fuerte causándole gracia, pero mientras él reía yo le dispare una mirada de odio al hombre a sus espaldas.

     «Él es mío».

     Pero ese hombre simplemente alzo una ceja.

     «¿Me estas retando?».

     Infle mis mejillas. Esto era inaceptable.

     No dude ni un segundo ni medí mis acciones cuando deposite un beso en una de las comisuras de Hoseok. Sonreí cuando el tipo aparto la mirada.

     «¡Aja! Él es mío, perro».

     —¿Tae?

     Recaí en el rostro sorprendido y confundido de mi novio.

     «Es verdad, lo he besado».

     Fue un corto toque, si siquiera fue sobre sus labios, pero aun así... ¿Qué es todo este ganado en mi estómago?

     —¿Qué fue eso, amor?

     «No lo sé».

     Avergonzado, escondí mi cara en el cuello de Hoseok y segundos después me mordí el labio sintiéndome repentinamente inseguro.

     Hoseok era un actor, pertenecía a ese ambiente del entretenimiento, siendo una celebridad en ascenso, era apuesto, una sonrisa encantadora y tenía una cordialidad increíble... y yo era un simple escritor, según. Pues al parecer también un stripper, un asistente, y un mantenido, vaya, ni siquiera lo sabía bien.

     —¿Taetae?

     Él podía tener a quien quisiera. Hermosas modelos o en su caso modelos.

     «¿Por qué es gay no?».

     Casi lloró al imaginarme que también podrá gustarle las mujeres.

     «¿Por qué no copie la receta del agua de calzón cuando lo pasaron en la televisión?».

     Ahora me odiaba.

     No fue hasta que estábamos de nuevo en mi habitación que agarre mi libreta.

     —Quiero otro fisioterapeuta.

     El castaño me observó curioso. —¿Y eso?

     Preferí ignorar su pregunta.

     —Debes de tener muchos fans.

     —Se podría decir. Aunque no soy el foco de atención de los paparazzi y eso, todavía estoy creciendo, así que muchos aún no saben mi nombre o reconocen mi rostro. Así que no te pongas celoso —sonriente me mordió la nariz.

     «Si tan sólo supieras que la gente sin tener el conocimiento de que es actor o algo, le robabas miradas y suspiros» pensé. «¡Y deja de morderme!».

     —Hoseok, ¿la prensa o tus seguidores sabe que estas en una relación conmigo?

     Me miró seriamente antes de tomar mi mano y depositar un beso en ella. —No, amor. No es publica del todo.

     «Ah».

     —¿Por qué?

     Suspiro antes de decir:

     —Quiero mantener mi vida privada en eso, privada. A parte... vivimos en una sociedad donde no captan que el amor es amor, y lo juzgan. No quiero que te juzguen. Tae, no quiero que por esto pienses que te estoy escondiendo o algo porque no lo hago realmente, al contrario, por mi fuera mandaría a imprimir en todas las revistas que mantengo una relación contigo. Antes... antes de que perdieras la memoria lo habíamos hablado, de hecho, tu apoyaste la idea que fuera así, que quizás en unos años la gente fuera un poco más abierta de mente. No quiero que las personas que no entiendan nuestro amor te hostigue y tengas la presión de esta.

     Bueno, ya no me gustaba la idea que él fuera famoso.


¿No me recuerdas? || VharemWhere stories live. Discover now