Día 35, semana 5.

2.7K 461 81
                                    

     No podía con mi felicidad. Me reí al ver como Hoseok jugaba con los dedos de mis pies. Esa mañana con los exámenes rutinarios, había demostrado que podía mover mi dedo pulgar del pie.

     Era a la vez un pequeño y gran avance. Aparte de eso, era lindo para mí tener alguien con quien compartirlo.

     —Gracias —le escribí a Hoseok.

     A lo que él me sonrió enormemente, para seguido mover sus manos en forma de señas.

     Mis ojos se abrieron más de lo normal al captar lo que me quiso decir.

     «Joder, por fin entiendo algo que dice».

     Hasta me sorprendía de mí mismo. Pues antes él me hacía señas y yo sólo entendía entre todos la de amor y paz.

     —Estoy orgulloso de ti —me había dicho.

    De igual manera le respondí por señas con la emoción corriendo por mis venas: —¡Te entendí! ¿Dijiste que estás orgulloso de mí verdad?

     —¡Oh! Así es.

     Rio conmigo.

     Y cuando nuestra risa aminoro, me quede viendo mis manos.

     —Quédate conmigo.

     Había estudiado y practicado mucho para memorizar esas dos palabras en su ausencia y poder decirlas hoy.

     Estábamos en el último día de la semana. De cierta manera temía que él se fuera como los demás.

     —Tae...

     Lo miré ilusionado.

     —No puedo.

     ¿Escucharon eso? Fueron mis ilusiones cayendo desde un octavo piso.

    —El rodaje de mi película me dio un descanso de unos días para poder verte antes de volver a mis actividades de grabaciones que iniciaran de nuevo.

    Mordí mis labios.

    —¿Por qué no me hablaste de eso?

    —No quería preocuparte con eso, ni entristecerte, sé que has estado sintiéndote solo...

    «Sí... muy solo» me burle, «Tan solo con mis otros novios».

    Saben, pensándolo bien, no está mal que él se fuera por unos días. Así no hay tanto probabilidad de que se tope con los demás, a quienes les sabia el paradero por medio de las cartas que enviaban y que yo pedía a Bangchan que escondiera muy bien para que nadie que no fuera yo las viera.

    Sí, gente. Él era mi cómplice sin saberlo.

    —¿Me perdonas?

    «¿Eh? ¿De qué me perdí?».

    Asentí con la cabeza sin saber muy bien de que estábamos hablando. A parte no creo que me haya pedido que fuéramos a matar a alguien o algo así, debió de ser algo inofensivo.

    —Me haces muy feliz, amor. Comenzare con los preparativos de la boda entonces.

    «¡¿Q-Que?! ¡Alto ahí, loco! ¿Qué me estás diciendo?».

    Incluso solté un sonido ahogado.

    Pero Hoseok sólo se rio de mí.

    «¡Se rio de mí!».

    Lo observe estupefacto mientras él se retorcía de la risa.

    Cuando se calmó, hablo: —Estaba bromeando, Tae. Me di cuenta de que ni siquiera me estabas escuchando. Quería ver tu reacción, y ha sido muy graciosa —finalizó volviéndose a carcajear.

    —No fue divertido.

    Me encontraba indignado.

    Sin embargo, a Hoseok le daba más gracia. —No sabía que le temías al matrimonio, eh —sonrió burlándose.

    De la nada me imagine a mí en un altar, vestido de blanco, claramente viéndome como un como una divinidad, apunto de decir: "acepto" y ¡Pum! que llegan mis otros novios a impedir mi boda y arman un escándalo, señalándome de infiel y se agarran a golpes porque me aman, y no les importa con tal de tenerme, y, y...

    «Debería dejar de ver novelas».

    —¿Tae? —Hoseok se rio—, otra vez te fuiste a tu mundo, ¿Qué tanto piensas?

    —Nada.

    —Vale, ven aquí —se sentó a mi lado y abrió sus brazos.

    Cosa que yo no tarde en arrastrarme en la camilla para acurrucarme en ellos.

    —Te amo —susurró en mi oído aprensándome más cerca suyo.

    Y por supuesto me mordió la oreja.

    Me reí, pegándole en el estómago.

    —Cuando recuperes tu memoria... y aunque eso no llegara a pasar... yo te enamorare de nuevo, y cuando mueras por mí —dijo juguetón—, te pedirte matrimonio, porque yo... ya muero por ti.

    Me quede en silencio después de su confesión, y trague saliva.

    «Rayos».


¿No me recuerdas? || VharemWhere stories live. Discover now