Día 27, semana 4.

2.8K 484 66
                                    

     Teniendo en cuenta que prácticamente estaba con un desconocido que decía ser mi novio, que no era el único que decía eso, que no los terminaba de conocer del todo pues no permanecían conmigo, a pesar de todo eso yo... les tenia aprecio. Las pequeñas cosas que me contaban y me aportaban hacia que en mi estómago sintiera mariposas revoloteando.

     ¿Pero es que como no caer por ellos?

     Entendía un poco por qué yo era infiel. Quizás realmente los amaba a todos. Quizás tenía un problema de personalidad, por eso tenía tantos oficios, no lo sé... Pero aun así no era justo lo que les hacía a estos pobres hombres.

     No cuando la carta que me había enviado Jimin junto a una caja de chocolates decía al final: "Te amo, bebé"; No cuando esta vez las flores tenían una tarjeta de Jungkook firmadas con: "Espero y estés comiendo bien, te extraño"; No cuando por fin había recibido señales de Seokjin por medio del enfermero con un mensaje: "Llegare pronto, cariño".

     Estaba siendo egoísta. Y, sin embargo, una parte de mi me gustaba tenerlos para mí.

     Porque parecían ser las únicas personas que me querían. Mis padres no lo hacían.

     «Eso, busca pretextos, zorro».

     Me reí. Mi risa era casi silenciosa.

     —¿En qué piensas tanto?

     La voz de Yoongi me recordó que él estaba ahí. Tenía un tono de voz tan grave que me hacía querer ordenarle que siempre me hablara en el oído.

     «Cochino» me reprendí cuando mis pensamientos se deslizaron hacia otro tema. «Upss».

     —¿Nos llevamos cuatro años entonces? Lo mencionaste ayer en la anécdota, que yo tenía siete y tu diez.

     —Así es.

     —Entonces tú actualmente tienes veintiocho.

     —Eso es correcto

     «Un año menor que Seokjin» asentí pensativo.

     —Me duele verte así.

     Su confesión me hizo rápidamente prestarle atención. Y mi pecho se apretó al encontrarme con su rostro, estaba reservado sí, pero sus ojos... estaban tristes.

     «Yoongi, no te desmorones» suplique.

     Me dolía verles sonreír y de un momento a otro sus ojos reflejaran tristeza. Porque yo sabía que yo les causaba dolor, aunque lo ocultaran, cada que preguntaba algo que no recordaba. Y su dolor de alguna manera se convertía en mío.

     Yo lo representaba. Y probamente por eso dejaban de visitarme, pues ¿podrías estar soportar viendo que eres desconocido para el amor de tu vida? ¿Sí? ¿Por cuánto tiempo? Al parecer para ellos era una semana.

     —Sin recordarme, sin saber siquiera donde vivíamos, ni donde estudiamos o cuando te pedí ser mi novio. A veces te observo y te comportas tan tímido, pero luego el Tae que yo conozco sale a relucir con tus ciertas manías y demás, dándome esperanza de que vuelvas, porque sé que eres tú, sí, pero... ¿tu esencia? Si bien no la has perdido, la mantienes aun dentro de ti, ¿pero quieres encontrarla no es así? Veo en tus ojos como luchas por llenar el vacío de no saber. Y probablemente dirás que estoy diciendo pura estupidez, y quizás sí, pero... Lo lamento, lamento mucho no poder ayudarte a descifrar tus acertijos. Pero toma mi mano ¿quieres? —su mano temblorosa se extendió frente a mí que yo no dude en tomar en un fuerte agarre y con el corazón a mil—. Te acompañare en tu búsqueda a encontrarlos.

     ¿Ven como no puedo evitar enamorarme un poco por cada uno de ellos? 

¿No me recuerdas? || VharemWhere stories live. Discover now