Día 5, semana 1.

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     Miré la foto de ambos. Yo yacía con el cabello revuelto y en pijama abrazando como koala la espalda de Jin mientras éste cocinaba algo.

     —Cuando no voy al trabajo suelo hacerte el desayuno —explicó.

     —¿Te gusta cocinar?

     «Guapo y sabe cocinar. Yummy».

     Él asintió. —Aunque debo mencionar que sólo me gusta cocinar sólo para ti.

     Repentinamente me sentí ruborizado y sólo puede sonreírle avergonzado.

     «Agh, para por favor» supliqué en silencio.

     Aunque aquí entre nos, la verdad es que me encantaba que dijera cosas como esas.

     Riendo por mi reacción, Seokjin me tendió otra foto. En esta estamos en una playa, yo abrazaba su torso y él mi cintura mientras sonreíamos a la cámara.

     —En esta fuimos a Hawái a celebrar nuestro aniversario —mencionó.

     Y otra vez esa sonrisa se plasmó en su rostro.

     «Joder, me da pena preguntar, pero...».

     —¿Cuántos de novios llevamos?

     —Tres años.

     «Oh, wow».

     Detallé la siguiente foto. Era yo vestido con una toga, una esclavina dorada y un birrete. Era mi graduación de la universidad. La sonrisa en mi rostro era tan radiante mientras sostenía en mis manos un ramo de rosas rojas y Jin vestido con un traje, me abrazaba de la cintura. Había otros chicos sonriendo en la foto, suponía eran mis amigos.

     Desde su lugar, Jin me miraba con curiosidad.

     —Ese día también fue cuando te pedí ser mi pareja —comentó.

     —¿De verdad? ¿Desde cuándo nos conocimos?

     —Desde niños —sonrió—. Nuestros padres se conocen, fueron viejos amigos, de hecho, te vi crecer. Las pocas veces que te veía te terminaba cuidando al ser el mayor.

     «Aw, predestinados a estar juntos» pensé sintiendo diabetes al imaginarnos.

     —Aunque debo decir que no era tu favorito. Eras un niño muy interactivo y por ello yo te hacia llorar al no cumplir tus caprichos —rio y reí silenciosamente con él. «Desde pequeño y ya traía el desbarajuste en la sangre» pensé—. Nunca estudiamos juntos por la diferencia de edades, pero gracias a las reuniones que organizaban tus padres, no veíamos seguido. No éramos amigos cercanos, pero de una a otra forma siempre busque estar a tu alrededor para serlo. Ya que bueno, habías capturado mi corazón.

     «Todo un romántico» suspiré embelesado.

     Aunque todas las mariposas que por un momento sentí en mi estómago murieron cuando otro pensamiento llegó a mi mente.

     —¿Algún día podré recordar? —le escribí.

     Con delicadeza, Seokjin tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. —El médico dice que puede ser temporal.

     Asentí. Realmente quería recordarle. Presentía que tenía buenos recuerdos con él. Le di un vistazo completo a Seokjin y suspiré. Tan buenos recuerdos.


¿No me recuerdas? || VharemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora