Día 26, semana 4.

2.8K 458 59
                                    

     Miré el resplandeciente arreglo floral que Jungkook enviaba cada que el otro se marchitaba. Pues, aunque Minah allá sido cambiada de área sin darme la oportunidad de preguntarle que sabía de todo esto, el nuevo y lindo enfermero que ahora cuidaba de mí, llamado Bangchan, era quien lo cambiaba. Que por cierto cuando le pregunté hace unos días si sabía algo sobre el remitente dijo que no sabía nada.

     —Lindas flores, ¿Quién te las envió?

     Yoongi me había atrapado viéndolas.

     Dude mucho sobre que decirle, ¿le hablo sobre Jungkook? ¿Lo conocerá tan siquiera? Debería ¿no? Jungkook fue mi... amigo de infancia, ¿Qué novio no conoce a los amigos de su novio? Aunque... no era muy exactamente mi amigo. Mierda.

     «Ya sea lo que la vida quiera» pensé antes de escribir para contestarle.

     —Jungkook.

     El sueño desapareció de sus ojos.

     —¿Jungkook? ¿Jungkook ha estado aquí?

     Asentí con un movimiento corto de cabeza.

     —No me dijo que vino a visitarte.

     —¿Lo conoces?

     —Estudiamos los tres juntos en la escuela elemental.

     Mi respiración quedo trabada en mi garganta. «¿Me metí con ambos mejores amigos? Soy lo peor».

     —¿Fuimos mejores amigos o algo así?

     «Dime que no».

     Yoongi me sonrió con suavidad. —Si lo quieres ver de esa manera.

     «Joder, ¿Me metí con ambos mejores amigos? Soy lo peor».

     —¿Desde cuándo nos conocemos?

     —Te conocí cuando tu tenías siete años y recién entraste a la escuela elemental, para ese entonces yo tenía diez años.

     Sonreí tratando de imaginarme un mini yo de siete años.

     —¿Cómo nos hicimos cercanos?

     —Te odiaba. Me fastidia verte. Me parecías como esos niños mimados de papá y mamá. Tenías esta actitud de princesa, diva, alguna de esas cosas —rio y fui testigo de cómo su mirada parecía viajar años atrás entre recuerdos—. Te hice una broma, aunque te hice muchas en realidad... Tú nunca llorabas, no te quejabas, ni siquiera me acusaste con alguien, al contrario, me las regresabas, pero en esa, la última que te hice tú lloraste. Me reí de ti, y tú me golpeaste con tu puño para después salir corriendo.

     «Vaya...».

     —¿Luego de eso nos hicimos amigos?

     —Mm... no. Luego de eso deje de molestarte a la vez que tú me repelías.

     —¿Entonces?

     Estaba muy intrigado por el desenlace. Estaba conociendo mi pasado y eso me llenaba.

     —Unos días después estabas con tus amiguitos en los columpios, pero llegaron a correrles unos niños de doce proclamando el lugar como suyo, ustedes no protestaron con sus siete añitos y se iban a retirar, pero fuiste tú y mordiste a uno de ellos cuando empujaron a tu amiga. No supe en que momento corrí y le tire una piedra al niño cuando levanto la mano para golpearte... Ambos terminamos en la dirección. De hecho, a mí casi me expulsan. Al ser alumno becado debía de tener conducta intachable.

     —¿Eras becado?

     —Por supuesto, yo no nací en cuna de oro como tú.

     —¿Y por eso me odiabas?

     —Supongo que la agarre contra ustedes los ricos. Mi papá dejo a mi madre por una mujer con dinero. Y cuando iba a visitarlo, ella presumía de todas las cosas que tenía. Incluso me inscribió en la escuela esa costosa. Quedé becado porque yo hice un berrinche de que no quería su dinero.

     —Lamento oír eso.

     Él me miró y tomo mi mano.

     —Volviendo a la historia, después de que nos dieran un gran sermón por el director y nuestros respectivos padres, me encontré viéndote correr hacia mí con tu mochila saltando detrás de ti cada que me veías. Termine dándome cuenta que no eras mala persona.

     —Eso es muy lindo.

     Él me sonrió mostrando sus rosadas encías y ahí fue donde descubrí que él tampoco era mala persona como pintaba su actitud y apariencia. Y aparte...

     «Ay, eres realmente apuesto... ¡Pero es que no me sonrías así! ¡Me tientas!».

     Carraspee. —¿Y Jungkook como se agregó a la formula?

     —Ese mocoso llego en el último año que estuve ahí antes de pasar a la primaria.

     Mordí mi labio inferior. —Él no me hablo de ti.

     Todo esto era tan extraño.

     Yoongi guardo silencio antes de hablar de esa manera tan serena que lo identificaba.

     —Me imagino que esperaba a que yo mismo me presentara. ¿Qué más te dijo?

     «¡Que él también es mi novio, ¿puedes creerlo?!» grité con histeria en mi mente.

     Pero en cambio mantuvo mi rostro tan tranquilo como una papa.

     —Me hablo un poco de mis padres, pero en realidad no dijo mucho. También me hablo de él y como lo conocí. Mi amigo de la infancia.

     «Deberían darme un Oscar, joder».

     —Ya veo... ¿Cuánto tiempo estuvo aquí?

     —Alrededor de una semana creo. Se fue porque tenía asuntos de trabajo.

     «Algo sobre un homicidio, por cierto. Dejándome con mil incógnitas, sumándole a que mi Seokjin podría ser el autor de este, aunque podría ser otro tipo con el mismo nombre, pero la vida es maravillosa ¿no crees?».

     —Mm, entiendo —murmuró, asintiendo levemente—. Él tan disciplinado como siempre.

     Yo sólo sonreí porque no sabía que otra cosa hacer. Pues ¿Cómo hablar con tu novio sobre tu otro novio?



¿No me recuerdas? || VharemWhere stories live. Discover now