Mucha gente, muchísima gente.
Mucho ruido.
Gente besándose por todos lados.
—Toma, tu vaso de Sprite—regresa Daniel a mi lado.
—Gracias—me trajo lo que le pedí. En la vida probaría alcohol.
—De nada. ¿Vamos a bailar?
Yo niego rápidamente—yo no sé bailar.
Él me toma la mano—solo mira como bailan las demás. Tú haz lo mismo.
YOU ARE READING
Enamorada de un hombre casado
Short StoryMi madrastra tiene razón, soy una mala persona, una pecadora. Pero Dios, ¿Cómo hago para evitarlo?