Me doy cuenta de que Nina no está aquí, será que por eso nadie está comiendo todavía, todos la están esperando a ella.
La música está muy alta para mi gusto.
Poco a poco veo como Nadir se acerca a mí, hasta que llega a mi lado, no puedo evitar mirarlo, me encantan sus ojos.
Extrañaba esta cercanía.
—Hola—sonríe.
Y esta voz.
—Hola. Y felicidades.
—Pensé que no vendrías—me dice.
—¿Por qué no iba a venir?
—No sé, bueno...tú sabes.
Fuerzo una sonrisa—estoy aquí y punto, no te sientas obligado a hablar conmigo, solo estoy aquí porque tu mujer me lo pidió, cuando pueda me iré y todo seguirá como siempre.
—Yo no quiero que te vayas...—esa frase hace que mi corazón lata más deprisa—yo no sé porqué e incluso sé que está mal, pero te eché muchísimo de menos, Lara Martín.
YOU ARE READING
Enamorada de un hombre casado
Short StoryMi madrastra tiene razón, soy una mala persona, una pecadora. Pero Dios, ¿Cómo hago para evitarlo?