Salgo de clase y encuentro a Nina charlando con Vera, en el salón.
—Hola—la doy un beso.
—Hola, Larita. ¿Cómo estás?
—Yo bien, ¿y usted?
—Bien, ¿podemos hablar?
—Uh...Claro—sonrío—venga conmigo.
Subo a mi cuarto, detrás de mí entra ella.
—Iré al grano, no sé qué fue exactamente lo que pasó contigo, pero te ofrezco mi ayuda—no entiendo por dónde va, continúa hablando—ya te dije que soy psicóloga, ¿Cierto?
Asiento.
—Pues eso, quería decirte que si necesitas hablar, puedo hacerte consulta, no tienes que pagarme nada.
—Nina...
—Solo piénsalo, ¿Vale? Creo que te vendría bien.
Asiento—Me lo pensaré.
YOU ARE READING
Enamorada de un hombre casado
Short StoryMi madrastra tiene razón, soy una mala persona, una pecadora. Pero Dios, ¿Cómo hago para evitarlo?