Enamorada de un hombre casado

77#

—Hey, hey, tranquila—su voz suena más calmada—Yo no te haré nada, nunca te haré daño. Ni lo pienses.

No digo nada. Sigo un poco asustada.

—Perdón por gritarte, ¿vale?—insiste—yo solo quiero saber dónde estás. Estoy preocupado por ti.

Está preocupado por mí.

Lo amo tanto...

Consigo calmarme.

—Yo estoy en una discoteca, Daniel me trajo.

—¿Qué? ¿Dejaste que te llevara a una discoteca sabiendo cómo es él?

—Él se está portando bien—le calmo.

—¿Has bebido alcohol?

Me río—no. No me gusta el alcohol.

—¿Entonces por qué estás así?

Me encojo de hombros, pero después me río al darme cuenta de que no puede verme.

—Lara, mándame la dirección en donde te encuentras ahora. Voy a buscarte.

Me río—no tengo ni idea de dónde estoy.

—Activa tu GPS y entra a Google maps, desde ahí puedes mandarme la dirección.

Hago lo que me dice.

—Nos vemos en 20 minutos, no te muevas de ahí.

Antes de responderle escucho la voz de Daniel—¿Por qué tardas tanto, cielo?

Yo sonrío—por nada, vamos a bailar. ¡Uh!