—¿Qué? ¿Por qué?—pregunto confundida, sorprendida...
—Sí, te extrañé mucho, y siento todo esto que está pasando, pero...
—¡Lara!—mi madrastra interrumpe mi conversación con Nadir—todo el mundo está esperando a Nina, qué tal si vas a su cuarto a buscarla.
—¿Yo?
—Sí, tú, ve—fuerza una sonrisa.
Nadir la mira de una forma repugnante, con asco, y no precisamente porque haya interrumpido nuestra conversación a propósito, sino por la clase de persona que es.
YOU ARE READING
Enamorada de un hombre casado
Short StoryMi madrastra tiene razón, soy una mala persona, una pecadora. Pero Dios, ¿Cómo hago para evitarlo?