18.

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Yoongi llegó en su moto a la cabaña, a primera hora de la madrugada, para estar ya cuando Jungkook despertase. Taehyung le había contado todo lo ocurrido cuando él no estaba y se sintió mal.

Cuando entró, encontró lo esperado: El castaño sentado y amarrado en una de las sillas, con varias heridas en el cuerpo y dormido.

Para sus adentros pronunció un muy pequeño "Lo siento", sólo para sus adentros, obviamente.

En su mano traía un botiquín de primeros auxilios, lo dejó en el colchón y se puso detrás de Jungkook para desamarrarlo, las heridas en sus muñecas debían doler.

El castaño, al sentir el toque del rubio, se estremeció y despertó, cerrando sus ojos a causa de la luz que entraba por única ventana de la habitación.

- ¿Q-qué haces?- se extrañó de que lo estuviera desatando, ya que la noche anterior el Sr. Min había dejado en claro que por nada del mundo le quitasen las cuerdas.

Se había dado cuenta de que era Yoongi por sus manos, tan pálidas pero a la vez hermosas y finas.

- ¿Desatándote?- explicó en un tono obvio el rubio, terminando de soltar las cuerdas.

Jungkook se pasó las manos por la cara y luego se tocó algunas heridas en el estómago.

- ¿No sabes lo que pasó? ¿P-por qué me desatas?- la confusión en el rostro del castaño hizo que Yoongi sonriera en su mente.

- Si se lo que pasó, o mejor dicho lo que hiciste- se retractó- Me llegó a dar risa lo enojado que estaba el Sr. Min, aunque intentar escapar al parecer no fue la mejor elección- le apuntó las heridas.

- Se supone que no deberías desatarme.

- Se supone- Yoongi afirmó con una mueca parecida a una sonrisa- Ahora acuéstate, traje el botiquín- Jungkook abedecio extrañado.

La sensación de confusión se fue completamente al sentir el tacto suave y delicado que usaba su mayor para limpiar y desinfectar las heridas, tenía una precisión increíble.

- ¿Te duele?- accidentalmente Jungkook había movido su cuerpo para que el rubio no subiera su camiseta.

- N-no- Yoongi sonrió intentando contener las ganas de reir con éxito, se había dado cuenta de lo que pasaba con el castaño, pero prefería hacerse el tonto.

Entonces subió la desgastada camiseta color blanco de Jungkook, que antes era nueva y limpia, ya que ahora no tenía más que tierra y sangre.

Sintió que el cuerpo del castaño se estremecía totalmente por sus manos, a lo que hizo el trabajo lo más lento posible para hacer sufrir un poco al menor.

- ¿Y-ya terminaste?- Jungkook estaba desesperado, no tenía conciencia de que la lentitud de Yoongi era para molestarle solamente.

Al sentir esas manos en su cuerpo, por su mente pasaron miles de ideas y situaciones extrañas, que quería dejar de imaginar.

Yoongi solamente era su secuestrador.

Sólo eso.

Su cabeza lo traicionada muchas veces y esta no era la excepción.

- Ya casi termino, sólo deja buscar la venda- Yoongi se levantó de su sitio, la dichosa venda permanecía en la mesa.

Al volver se arrodilló y pensó en que tendría que ponerla al rededor de todo el torso desnudo del castaño.

- Necesito que te levantes un poco- las órdenes fueron rápidamente acatadas por el castaño, quien lo único que quería era tranquilidad en su corazón agitado.

Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Место, где живут истории. Откройте их для себя