Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎

49.

Los nervios carcomían la mente de Yoongi, todo él estaba alerta a lo que pudiera pasar. No sabía que había sucedido con Jungkook, puesto que Jin se marchó luego de dejarlo sano y salvo en su habitación.

¿Estaría muy mal? Esperaba que no, ya que después vendría ese tal Jimin a culparlo a él.

De repente se le venían a la cabeza recuerdos de lo que pasó mientras iba por el pasillo para verlo, ¿Por qué ese chico pelinegro se le quedó mirando con tanto...asombro?

Pero no tenía tiempo para divagar en eso, no cuando la vida de su chico estaba en peligro.

Jin entró en el cuarto, luego de unos interminables minutos, quizá ya había pasado media hora de lo ocurrido en la Sala de Emergencias.

- Está bien- Jin todavía no despertaba de la felicidad en la que se encontraba- Jungkook está bien, despertó hace unos momentos- Yoongi se dió cuenta de que las mejillas del pelirrojo estaban mojadas por una fina capa de lágrimas.

Al igual que las suyas al escuchar la noticia.

Sintió como el aire que estaba reteniendo se desvanecía, mientras soltaba un largo suspiro.

Un suspiro lleno de alivio.

- ¿Cómo está? No ha perdido la memoria, ¿Cierto?- Jin negó entre risas, por la repentina desesperación y impaciencia del chico- ¿Preguntó por mi?

- Si, de hecho, luego de que lo saludáramos nos preguntó si te encontrabas bien- Yoongi sonrió con un suave rubor cubriendo sus mejillas, algo que pocas veces pasaba- Tu lo ayudaste, Yoongi, el despertó gracias a ti.

El rubio se sorprendió, él no había hecho nada, solamente lo fue a visitar y le tomó la mano por unos segundos.

Pero si él había ayudado, se sentía orgulloso, ahora podrían ser felices y...

Yoongi colocó una mueca de tristeza en su rostro, que no pasó desapercibida para el mayor.

- ¿Qué pasa? ¿Eres bipolar o qué? No te entiendo- Jin intentó hacerlo reír, pero ni a él mismo le había hecho gracia sus propias palabras.

- Voy a irme a prisión, lo voy a tener que dejar aquí y...- se le rompió la voz- N-no creo que el e-espere por mi, por un e-estúpido delincuente.

- No digas eso, ¡Te lo prohibo! ¿A caso no sabes cuánto te ama ese chico? ¡Se puso muy feliz cuando le conté que estabas bien! Si hasta le brillaban los ojos- Yoongi sonrió con tristeza- Nunca había visto a Kookie tan...alegre y sonriente, todo es gracias a ti, amigo- El rubio bajó la mirada, pero Jin le tomó la barbilla y le hizo mirarlo- Ese chico estará dispuesto a esperar por ti lo que sea necesario, porque te ama, ¿Tú lo amas?- preguntó.

- D-demasiado...

- ¡Entonces deja de poner esa cara de perro demacrado! No cualquiera tiene un amor correspondido- Yoongi rió por la comparación que hizo de su hermoso rostro.

- ¿Un perro demacrado?

- ¡Ese no es el punto!- Jin rió también, sonriendo al ver más animado a su nuevo amigo.

Una enfermera entró viéndolos reír y sonrió, llegó con algunas pastillas y jarabes que debía tomar el rubio para poder recuperarse, ya que le habían encontrado un resfriado por culpa de la humedad del basural en donde los había metido su padre.

- Buenas tardes, Min Yoongi, por favor no me hagas rogarte de nuevo y..-

- Pásamelos, me los tomo al tiro- la chica se sorprendió y le tocó la frente.

- ¿Seguro que estás bien?- Jin rió mientras Yoongi asentía.

- No tengo fiebre, no te preocupes, aunque si me duele la cabeza- espetó con aburrimiento, no le gustaba estar enfermo.