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La noche estaba llegando y Yoongi todavía no aparecía, ¿Dónde se metió? Taehyung estaba preocupado y no podía llamarle, ya que había dejado su celular ahí en la cabaña.

Jungkook se arrepintió de no haber llamado a alguien de su familia o amigos para que lo rescatasen. Si Yoongi se había ido era porque le importaba un comino lo que sentía.

Todo parecía tan complicado, que la salida al pozo sin fondo en donde se encontraba, cada vez se veía más lejana.

¿Cuándo fue que su vida empezó a cambiar tan rotundamente? Lo más horrible era el hecho de que los problemas no tienen un botón para regresar atrás, no sirve de nada lamentarse y decir un "Si hubiera...", porque las cosas no cambiarán.

Ya nada era igual, antes su vida era más tranquila-en la medida de lo posible- y tenía a sus seres queridos al lado, apoyándolo y dándole la mano cuando se caía.

Jungkook ya no tenía el control remoto de su vida, hace tiempo que el timón del barco no lo manejaba él.

- Kookie, debes comer algo, ¿Qué esperas? Es podible que Yoongi no vuelva hasta mañana.

Un silencio desgarrador inundó el cuarto.

- ¿Qué hice para merecer todo esto?- Hoseok se sentó a su lado en el colchón, y le acarició la espalda. En ese momento Taehyung se encontraba afuera, tratando de calmarse y no volverse completamente loco.

- T-tú no hiciste nada, no hicimos nada- El castaño miró a los ojos a su amigo- ¿O es que crees que sólo tú sufres? Todo el mundo tiene problemas, Jungkook.

- E-eso ya lo sé, p-pero...¿Por qué? ¿Por qué duele tanto?- La voz quebrada del menor hacía que el corazón de Hobi se oprimiera. El dolor reflejado en su mirada lo hacía querer abrazarle y decirle que todo estaría bien algún día.

Aunque fuera mentira.

- No puedo responder eso...

- ¿Y quién me lo responderá entonces? Nadie tiene un puto justificante para todo lo que pasa- El enojo se notaba claramente en sus palabras, en la forma como lo decía.

La injusticia existe en todos lados, pero el porqué nadie lo sabe. Nadie sabe porqué tenemos que sufrir tanto, porque existe el llanto, nadie sabe porque nacimos siquiera

Nadie. Sabe.


- Me gustaría tener en mis manos esta situación, sacarte de aquí para que seas feliz, ¡Pero no puedo! Si por mi fuera ya me hubiera largado de aquí, del trabajo sucio, ¡Ya me habría ido!

- ¿P-por qué no puedes?

- Yo necesito este trabajo, el Sr. Min me paga bien, y eso es todo lo que puedo querer. Sólo lo hago por mi madre- La impotencia en el corazón de Hoseok existía a tantos niveles que le era imposible pensar a veces.

Todo eso iba a terminar algún día, pero ¿De qué forma?

La puerta se abrió bruscamente, haciendo que los dos salieran de sus oscuros pensamientos. Por ella entró Yoongi con Taehyung atrás reclamándole alguna cosa.

Desde el lugar en donde estaba Jungkook se podía percibir el olor a cigarrillo y vodka de buena calidad.

Pero había un olor más.

- ¡No puedes irte por ahí haciendo quien sabe qué cosas! ¡Te recuerdo que tienes un trabajo, Min Yoongi!- La tensión estaba haciendo acto de presencia. Todos aguardaron a las palabras del rubio.

- T-tú no e-eres el...el Sr. Min, no me j-jodas con tu...tus mierdas ahora, ¿Si?- Estaba borracho y la voz le salía entrecortada y con hipo.

Yoongi buscó con la mirada a Jungkook y éste pudo ver sus ojos, había dolor; estaban rojos y tristes.

El olor le recordaba a algo, pero tenía miedo de adivinar, ya que no iba a soportarlo.

El miedo y el asombro recorrieron su espalda causándole escalofríos, hasta llegar a su corazón acelerado.

Ahora entendía y quería sacar todo de sus pensamientos... Olvidar, olvidar, olvidar...












Yoongi estaba drogado.


- Perdón...- El rubio estaba a punto de ponerse a llorar, las palabras salieron solamente con un hilo de voz.

- ¿Por qué lo hiciste?- El silencio se había hecho eterno, parecía que habían pasado eternidades completas.

Taehyung también se dió cuenta de lo que realmente pasaba, el olor lo conocían de memoria, era inconfundible.

- Y-yoongi, dime que tu no...- Miró a los ojos a su hermano y sus ojos aguaron, lanzó un suspiro, enojado- No...- Se acercó al rubio y lo agitó por los hombros, tratando de que reflexione- ¡No! Tú no pudiste, me lo prometiste, esa era nuestra única regla. ¡No caer!

- Discúlpame, yo... Q-quería olvidarme d-de todo...

Llegó el momento en que la droga hace un efecto negativo en la persona que la consume, todo el mundo de Yoongi se fue abajo.

Jungkook se sentó en el colchón con la cabeza gacha, superado.

- ¿Y cuánto duró, eh? ¡¿Cuánto duró?! ¿Uno, dos, tres putos minutos?

Yoongi no pudo más y lloró, las lágrimas poblaron su rostro enrojecido por el dolor, ya no había vuelta atrás, sólo quedaba afrontar.

Ya no había rastro de sonrisa en la cara de ninguno de los cuatro, Jungkook se acostó mirando hacia la pared, llorando silenciosamente, mientras Hoseok iba a buscar los sacos de dormir a las motos.

Yoongi por su parte, drogado y borracho, se durmió al lado del castaño, pero dejando espacio entre los dos.

La había cagado, se había equivocado en grande.

Pero el dolor siempre hace más tontas a las personas, por algo algunos pierden el control.

Aún así, la vida no es un puto juego de azar, hay que saber de niveles, de cuándo parar.

Límites.

Aquí las pocas barreras entre lo bueno y lo malo ya a habían roto, y fue evitable.

Lamentablemente.





























































" ¿Crees que sólo tú sufres? "





























Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora