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En su semblante se notaba lo contento que llegaba, como un Rey en su Palacio, sus ojos traían un brillo intimidante, algo había pasado.

El Sr. Min sonrió a su hijo y al castaño semiamarrado en la silla, luego se volteó para conversar con sus hombres.

Yoongi aprovechó el momento para terminar de amarrar a Jungkook, con más rapidez de la que estaba acostumbrado, luego se alejó y se tiró a la incómoda silla en el cuarto.

El menor se preguntaba en su mente el porqué de la felicidad repentina de su secuestrador, ¿A caso había pasado algo malo?

Esperaba con todo su corazón que no tenga nada que ver con Jimin, Jin o su madre, porque si no, olvidaría todo y mataría con sus propias manos al hombre.

Yoongi miraba a Jungkook de vez en cuando tratando de adivinar su estado de ánimo y sus oscuros pensamientos, pero por más que intentaba no lograba ver más que su cuerpo sucio, su preocupante baja de peso, las ojeras notables y sus tentadores labios.

- Al fin, luego de tanto tiempo, tu padre se dignará a venir- Habló calmada, pero alegremente el hombre, con una sonrisa macabra en sus labios.

Jungkook abrió en grande sus ojos, ¿Sería cierto?, ¿Su padre vendría por él? Hace sólo unos días parecía imposible, ¿Qué había pasado? No, no podía ser, todo era una puta broma, su padre lo odiaba, y ahora estaba engañando al Sr. Min.

- No es verdad- susurró- No es verdad- repitió firme y conciso.

- ¡Claro que es verdad!, ¿Me ves capaz de mentir?- El hombre se rió con falsa inocencia.

"Si, sería capaz de eso y mucho más"- pensó Jungkook con tristeza y rabia. El hombre se acercó al castaño, Yoongi apretó los puños con fuerza, le repugnaba el hecho de que su padre sea un hombre tan malo y despiadado.

- ¿A caso alguna vez ha dicho la verdad?- Las palabras del menor tensaron en gran manera al rubio, Jungkook no estaba midiendo sus palabras, y eso le podría costar caro.

- ¿Vas a seguir con esa actitud arrogante? En el fondo se que tienes miedo, a mi no me engañas- El Sr. Min levantó la barbilla del castaño con asco y desdén- Si sigues así no vas a llegar a tu casa si no es en un ataúd- soltó la cabeza de Jungkook con fuerza.

- Prefiero eso a quedarme callado, viendo como todos se destruyen, ¿O a caso no se ha dado cuenta de la guerra absurda que lleva con el Sr. Jeon?- Jungkook había prometido nunca más llamar a ese hombre "padre"

- ¡No me hables así, bastardo!- un puño llegó de repente al estómago del menor, éste se retorció de dolor pero no se quejó en ningún momento.

Si había aprendido algo era a no llorar por cosas tan pasajeras, él prefería guardar las lágrimas para cuando en realidad las necesitara soltar. Su madre siempre le decía que las personas fuertes llegaban a volar muy alto en la vida.

- S-sr. Min, yo creo que...

- ¡Tú no me hables! ¡No te atrevas a contradecirme!- El hombre parecía un total bipolar, cuando había llegado se veía tan feliz que ahora no se reconocía. Exaltado y tirando humo por las narices, empujó la silla de Yoongi con tanta fuerza, que éste casi se cae- ¡No tienes idea de lo que pasa, nadie la tiene! ¡No es una puta guerra absurda!

Por primera vez Yoongi podía decir que tenía miedo, los ojos de su padre echaban fuego y sabía que ese día terminaría muy mal.

Nadie lo impediría. Nadie.

- Señor, debería calmarse...- Uno de los guardaespaldas tomó el hombro de su jefe, pero éste se safó de un sólo tirón.

- ¡No me p-pienso...!- De repente el Sr. Min se puso más blanco de lo normal, se tomó con una mano el corazón y con la otra intentó agarrarse de la chaqueta de su bravucón, pero cayó al suelo lentamente- A-ayuda...

Sus hombres lo levantaron de a poco, el hombre recuperó un poco de color, pero seguía débil.

Yoongi sabía de la enfermedad que había adquirido hace poco su padre, pero no tenia idea de cuán avanzada estaba, ya que le importaba poco.

- T-tendrás tu merecido- La voz ronca del hombre hizo que Jungkook se estremeciera- ¡Golpeénlo hasta que no les queden fuerzas!- Yoongi abrió en grande los ojos.

No podía permitirlo.

El Sr. Min se fue de la habitación rumbo a su moto, ya más recompuesto, se fue de ahí minutos después, queriendo sólo llegar a su mansión a descansar.

No, él no quería el dinero del Sr. Jeon.

Quería venganza.





El rubio se interpuso entre los grandes hombres y su novio. No quería ser un cobarde que se queda a mirar la pelea. Él quería pelear.

Y de paso ganar, por supuesto.

- ¡No lo toquen!- Uno de los guardaespaldas se rió.

- Ya quítate, marica, no creas que no me doy cuenta de lo que eres- Yoongi se enfureció.

¿Qué les importaba a ellos a quién él amaba?

- Yo soy el...H-hijo de su jefe, ¡Deben obedecerme!

Jungkook se dió cuenta de lo que le costaba decir eso, ahora tenía todo claro, Yoongi lo amaba y demasiado, como para protegerlo usando argumentos que ni siquiera para él eran válidos.

Ya que ninguno de los dos jóvenes sentía que tenían un padre a quien amar.

La triste realidad de muchas personas.

- ¡Tu no nos mandas! Idiota- Yoongi esquivó un golpe y trató de idear un plan improvisado.

Pero los brabucones ya estaban casi encima de él, así que simplemente buscó algo con que luchar.

Los hombres estaban enojados, serían capaz de todo, hasta de matar al propio hijo de su jefe.

- ¡Alto ahí!- el grito hizo que todos voltearan a la puerta, donde Hoseok y Taehyung apuntaban con pistolas al par de estúpidos.

Los guardaespaldas abrieron desmesuradamente los ojos y levantaron los manos, no eran tan valientes como se veían.

Ya que cualquiera le teme a la muerte, ¿No?

- ¡Váyanse ahora mismo o disparo!- Tae ya no parecía el chico tierno e inocente, sino todo lo contrario.

Los hombres dejaron todo su enojo de lado y se acercaron al par de raros.

- Lo siento, n-nosotros..

- ¡Sólo callense y larguense!- Los dos se fueron con la cabeza baja, la voz de Hoseok enojado podía ser muy intimidante.

- Gracias- Yoongi sonrió a su hermano luego de que todo pasara.

- Si, de nada por ser más inteligente que tu y tener un arma en mano- tiró una pistola que el rubio atrapó en sus manos.

Jungkook todavía temblaba, Hobi se acercó a verlo y revisar que todo estuvuera bien.

Las cosas se estaban saliendo de control, ¿Y que pasaría cuando el padre de Jungkook llegara?

Nadie lo sabía.

Excepto el Sr. Min...



















































" ¿A caso alguna vez ha dicho la verdad? "
















































Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Where stories live. Discover now