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Yoongi no sabía que hacer, en su mente estaba el remordimiento vivo y permanente, que las palabras de Jungkook habían causado.

Él mismo era el culpable de todo lo que pasaba en su vida, no tenía que responsabilizar a nadie más.

Taehyung y Hoseok llegaron unos minutos después de que Jungkook se haya desmayado en sus brazos, y trataban de despertarlo.

- Traeme el perfume- Tae mandaba a su novio a todas partes, Hobi estaba casi llorando, no quería que nada malo le pasase a su hermanito.

- ¿Cuánto falta? V-va a despertar, ¿Cierto?- El rubio no podía más con la impotencia de no hacer nada, se levantó y empezó a caminar en círculos por toda la habitación.

- ¡Obvio que despertará! No empieces con tus mierdas- El pelirrosa estaba exasperado, su novio y hermano eran demasiado irritantes, al estar nerviosos.

- L-lo siento, pero...

- ¡Ayúdame mejor! Trae el botiquín de emergencias y luego lo...- Tae miró de reojo a su hermano y vió que éste estaba a punto de llorar, el pecho le subía y bajaba con rapidez.

Nunca lo había visto tan mal. En serio amaba a Jungkook.

- Yoongi...- Se levantó para abrazar al contrario.

- N-no quiero que le pase na.. nada- Soltó un hipido y buscó refugio en los brazos de su hermano menor.

- Él va a estar bien, lo juro.

- ¡Aquí está el perfume!- Hoseok había vuelto corriendo.

- Pásalo- Taehyung se arrodilló al lado de Jungkook, dejó un poco del perfume en un paño limpio y lo colocó en la nariz del desmayado.

El castaño empezó a despertar lentamente, Hobi se puso a cocinar algo para que el menor coma, lo más malo al parecer ya había pasado.

- Jungkook...- Yoongi se colocó al lado del castaño y tomó su mano, éste despertó completamente, logrando ver primero los ojos rojos y cristalizados de su chico.

Lo que le rompió el corazón.

- ¿Q-qué pasó?- Se incorporó, pero Yoongi lo acostó de nuevo, tenía que descansar.

Jungkook tenía un tremendo dolor de cabeza, sentía su estómago vacío y la cabeza todavía le daba vueltas.

- Te desmayaste- Tae respondió con una sonrisa triste- Hobi te está preparando algo para comer, luego de eso dormirás- Jungkook trató de protestar pero el otro le mandó una mirada amenazante- Sin reclamos.

- E-está bien.

Yoongi le trajo la comida en una bandeja, la cual consistía en una sopa de pollo con pan incluido.

Jungkook comió en silencio, mirando de reojo, una que otra vez, al rubio, quien también le veía.

Tenían muchas cosas que decirse, pero no sabían como.

- ¿Pueden dejarnos solos? Necesito hablar con Jungkook- Yoongi miró al par de raros, Hoseok asintió y salió.

Tae miró con comprensión a los dos y habló.

- Es muy difícil la situación de Jungkook, y aún así encontraron juntos el amor- Se dirigió a la puerta y sonrió- No lo arruinen.

Salió de la habitación, y junto a Hobi fueron al bosque a dar un mini paseo, para despejarse de toda la tensión y presión.

- Yoongi, yo...

- Necesitamos hablar, y tu me vas a escuchar, no aceptaré un no por respuesta- El castaño intentó hablar pero el mayor le puso un dedo en la boca- Se que me he comportado como un hijo de puta contigo, tu eres muy bueno para alguien como yo- Se sinceró- Pero lo que pasa es que te amo y no quiero perder a una persona tan increíble como tú. Entiendo que ya n-no me quieras p-pero...

- Te perdono.

Yoongi se quedó callado mirando a su novio.

- ¿Qué?

- E-eso, te perdono, Yoongi- Se incorporó para hablar sin trabarse- Los dos hicimos las cosas mal, los dos cometemos errores, pero tenemos derecho a ser felices, aunque otros no lo crean- El rubio entendió que se refería a sus padres- ¿Por qué no disfrutamos de lo mucho o poco que nos queda? Sin importar lo que pase mañana, ¿Podemos vivir hoy?- Se acercó lo suficiente al mayor- ¿Me lo puedes prometer?

Yoongi se quedó helado, ya ni sabía como demostrarle a su novio cuánto lo quería.

Era demasiado. Un millón de veces demasiado.

- Si, te lo prometo- contestó al fin con una sonrisa y se acercó para besar esos labios que nunca de cansaba de probar.

Los dos se sumirgieron en su propio mundo, su propia burbuja, a la que nadie más tenía derecho a entrar.

¿No podían estar toda la vida en ella? Porque eso era lo que querían.

Vivir en un cuento de hadas, donde la princesa se queda con el Príncipe.

Aunque en este caso sea que el Príncipe se quede con su príncipe.

"Un final feliz" ¿Eso existía a caso?

Lo querían descubrir juntos.

Yoongi dejó a Jungkook durmiendo y salió para pensar en todo lo que había cambiado su vida, desde el día en que había conocido al extrovertido chico de cabellos castaños y una sonrisa angelical.

Su vida, en definitiva, ya no era ni parecida a la que llevaba antes.

Se escuchó a lo lejos el sonido de las motos, de su padre y guardaespaldas.

- ¿Tanto tenía que durar la paz?- Se preguntó con sarcasmo, rodando los ojos con una mueca.

Luego recordó que habían dejado a Jungkook con varias almohadas más de las permitidas, con una doble manta, una bandeja de comida a medio terminar al lado y no se encontraba amarrado.

El Sr. Min bajó de su moto y le dió una sonrisa macabra a su hijo.

- Buenos días, Yoongi- Se abrió paso, caminando por su lado, para entrar a la cabaña.

El rubio entró junto a él a la casa, y los dos interferieron en el cuarto, donde Jungkook dormía plácidamente.

El hombre arrugó el ceño y miró de reojo a Yoongi.

- ¡Vaya! Al parecer tratan muy bien a los rehenes- Vió que Taehyung y Hoseok entraban y quedaban petrificados, se llevarían una buena retada- Buena comida, una cama decente...- La ironía se palpaba en su voz- ¡No puede ser mejor!































































" Sin importar lo que pase mañana, ¿Podemos vivir hoy? "























Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Where stories live. Discover now