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Jimin no pudo dormir más, a las 7:00 de la mañana ya se encontraba duchado y con ropa casual.

No quería despertar a su familia, por lo que esperó al rededor de una hora en su cama, tirado, cogió su celular y audífonos, para escuchar un poco de música.

La música siempre lo tranquilizaba, antes de los exámenes o evaluaciones, cuando estaba en la Universidad, escuchaba algo lento para que los nervios cesaran.

En su mente había un lío tremendo, no sabía que hacer con tanta información a su disposición.

Una batalla se desataría si usaba los datos que tenía en sus manos, era demasiado para guardarlo, pronto se le escaparía por entre medio de los dedos, como la arena.

A las 8:30 a.m creyó que ya era hora de bajar, si estómago exigía alimento, debía ingerir algo pronto.

Cuando llegó a la cocina se encontró con su madre, quien lo miró con ternura. Aún cuando pasaran cuarenta años, seguiría viendo a su hijo como un bebé que necesita de su ayuda.

- ¿Cómo amaneciste, cariño?- Dejó un plato con frutas al frente de Jimin.

- Bien- pensó un poco antes de seguir hablando- Bueno, no tan bien, pero que va- Se retractó e hizo un gesto, restando importancia al asunto.

Pero todo en la vida de un hijo es importante para la madre.

- ¿Qué pasó?- Miró a los ojos al pelinaranja, tratando de adivinar la razón de su malestar.

- Es Jungkook mamá, todavía no aparece- La señora dejó lo que estaba haciendo y se sentó junto a su hijo en la mesa.

- Pero, ¿Tienen alguna pista?- preguntó, refiriéndose a "ellos", ya que Namjoon y Jin igual participaban en el caso.

- No muchas, pero una de todas ellas es esencial, todavía no puedo creer que su pad...- Cayó en cuenta de lo que estaba diciendo y cerró la boca un momento, luego hizo ademán de hablar pero sólo bajó la mirada.

La mujer sonrió con empatía, se acercó a su hijo y colocó sus manos encima de las de él.

- Hijo, no se bien que es eso que te hace sentir tan mal, pero tú sabes que siempre vas a tener mi apoyo, ¿Okey?- Sonrió en grande- La vida está siendo muy injusta, pero piensa un poco, las cosas siempre suceden  por algo, y esto va a pasar tarde o temprano, ¿Si? Jungkook va a estar bien- Acarició las manos de su hijo con delicadeza.

La mamá de Jimin tenía la capacidad de hablar de una forma tan elocuente, que ayudaba a cualquiera. El pelinaranja pudo quitar un poco del estrés acumulado, con sólo escuchar esas palabras salir de los labios de su querida madre.

- Espero que sea cierto- Dejó un beso en la frente de la mujer, para luego comenzar a comer- o más bien dicho tragar- todas las deliciosas frutas picadas.

De repente se escuchó el tono de su móvil en la planta de arriba, Jimin se levantó con desgano para subir las escaleras.

Llegó corriendo a su cuarto, pero fue muy tarde, la llamada se había cortado.

Prendió su celular para saber el receptor de la llamada, era un número desconocido.

¿Un cliente? A todos los tenía registrados, pero podía ser uno nuevo.

Marcó al número que lo había llamado, pero pasó a buzón de mensajes, algo muy extraño, ya que hace sólo segundos que se había intentado comunicar.

Entonces se le ocurrió algo, pero no podía hacerlo solo.

Buscó entre sus contactos a su amigo.

- Nam, necesito que vengas en este mismo instante a mi casa- No sabía el porqué de su curiosidad, pero necesitaba saber quien lo había llamado.

- Voy saliendo.

En media hora el auto de Namjoon se sintió llegar apresurado, Jimin vió mientras se estacionaba fuera de su hogar.

- Buenos días- Nam saludó mientras entraba a la casa del pelinaranja, tomado de la mano con Jin.

¿De qué se había perdido?

- Hola- Saludó con una mirada sospechosa, ¿A caso eran pareja? Siendo sincero no le extrañaría, ya que últimamente pasaban mucho tiempo juntos.

Los tres procedieron a sentarse en el sofá, la pareja de tórtolos en el más grande.

Nadie hablaba, Jimin seguía viendo con extrañeza a sus amigos, y estos sólo se miraban entre sí.

- ¡Ya cuéntale! Si no pasaremos toda la mañana aquí- Jin le dio un codazo a Namjoon, para que reaccionara, éste asintió con nerviosismo.

- Jin y yo somos novios- Habló rápido, pero Jimin pudo entender a la perfección.

- Me lo imaginaba- Sonrió dulcemente y se levantó para felicitar a sus queridos amigos.

- ¿Viste, tonto? Te dije que no se lo tomaría mal- Jin le sacó la lengua a su novio y sonrió.

- Bueno, bueno, pero no vinimos acá para hablarte de nuestra relación, tu me llamaste y parecías preocupado, ¿Qué paso?

- Necesito que rastrees una llamada, debo saber de donde fue hecha- Se dirigió a la mesa, donde tenía su celular.

- ¿El número es desconocido o lo tienes registrado?- preguntó con voz formal y seria, todo un profesional.

- Desconocido- hizo una mueca- ¿Será difícil?- preguntó a su vez con preocupación.

- Si, es difícil- admitió el mayor- Pero no para mi- Los dos se sonrieron.

- Sabía que podía contar contigo- Los tres se sentaron en la mesa del comedor, Namjoon sacó su computadora de la mochila, que hasta ese momento Jimin no se fijó que llevaba consigo.

Jin solamente había ido a acompañar a su pareja, ya que en esos temas no era muy experto, lo que estaba estudiando en la Universidad no era ni parecido.

- Pásame el celular- Jimin obedeció y dejó su móvil en manos de su amigo, quien buscó rápidamente la llamada desconocida.

Empezó a teclear algunas cosas en el computador, con una agilidad sorprendente. Jin se sentía orgulloso de tener un novio tan hábil.

Conectó algunas cosas, buscó en varios programas y escaneó la llamada, dando un resultado favorable.

- Daegu- dijo simplemente, mirando a Jimin con intriga- La llamada fue hecha desde Daegu, Corea del Sur, por lo menos eso sale aquí, a veces estos programas se equivocan- Jimin cogió su celular con lentitud, marcó un número y puso el altavoz.

- Sólo hay una forma de saber si es verdad, si es que mi teoría no falla- Dejó que el teléfono sonara, hasta que la voz de una mujer de escuchó por el parlante.

- ¿Jimin? Hijo, ¿Cómo estás?

- Muy bien, tía Ha neul, ¿Puedo hablar con el Sr. Jeon?- Los tres jóvenes quedaron expectantes ante la respuesta que demoró en llegar.

- Lo siento, cariño, tendrá que ser otro día, mi esposo se fue de viaje.

- Oh, ¿Sabe a dónde fue?

- Si, me dijo que iría a hacer negocios a Daegu...

Ahí estaba la pieza faltante.






























































" La vida está siendo muy injusta "












Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Where stories live. Discover now