24.

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El día para Jimin estaba empezando tranquilo, no se oían muchos vehículos pasar por la carretera, o la bocina escandalosa del cartero. La lluvia había cesado en Seúl hace dos días, pero el sol tampoco calentaba mucho.

A penas levantarse sacó su computadora de la mochila color amarillo que traía siempre consigo, la prendió haciendo que sonase un pitido corto.

Había estado la semana entera investigando todo sobre el Sr. Jeon, no se iba a quedar tranquilo después de la actitud sospechosa que adoptaba cuando estaban juntos.

En los momentos de descanso, cuando su mente ya no trabajaba tanto- Prácticamente sólo en las noches- pensaba en el estado de Jungkook, de si estaría con la misma ropa que tenía al salir de casa ese día lunes, o si comía bien, si dormía en una cama cómoda por las noches... Si estaba secuestrado dudaba que le dieran tantos privilegios, incluso puede que le hayan golpeado hasta dejarlo inconsciente.

No le gustaba pensar en un Jungkook herido y moreteado, quería que todo eso terminase y no tenía idea como.

Si todas sus sospechas eran ciertas, y el castaño había sido secuestrado, se supone que deberían haber llamado a alguien de la familia para un rescate. Igual estaba la otra opción, la que daba más miedo, podía que habían secuestrado a Jungkook con la intención de saldar y cuentas y.....

No.

Jungkook no podía estar muerto.

Tres toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos tan abrumadores, ya sabía quien era, sólo una persona tocaba así la puerta.

- Pasa mamá- La Sra. Park entró con una sonrisa tranquila en el rostro, viendo lo desordenada que estaba la habitación frunció el ceño.

- Jimin, ya no eres un niño de diez años, deberías tener tu habitación presentable- El pelinaranja sonrió por el reto de su madre, siempre se le olvidaba dejar su ropa en la lavadora y sus cosas personales las tiraba en cualquier parte del escritorio.

- Lo siento, se me olvida- La mujer empezó a recoger la ropa sucia con delicadeza, mientras suspiraba pensando en lo que le tocaría a su nuera más tarde.

- No importa, ahora ve abajo que tus amigos ya llegaron hace unos minutos, les dije que tu bajarías al tiro, ya está listo el desayuno- Jimin hizo un puchero, su madre rió con ternura.

Quería seguir investigando en su cama, tranquilo y relajado.

No le había contado todavía ni a Jin ni a Namjoon sus sospechas, hoy tendría que por fin hablar para tener más ayuda en el tema.

Su estómago gruñó con fuerza, en la tarde del día anterior no habia querido cenar ya que se le había quitado el hambre con la investigación, ahora habían consecuencias.

- Bajaré al tiro, no te preocupes- contestó a su mamá, quien ya tenía toda la ropa sucia junta y doblada en la cama, lista para llevarla a la lavadora.

- Okey, y se más ordenado, que mientras vivas en esta casa te puedo castigar- Aunque lo decía en broma, Jimin asintió efusivamente, ya que las amenazas su madre no olvidaba en cumplirlas.

La Sra. Park salió de la habitación, Jimin se levantó y se lavó la cara, para despejarse, tenía unas ojeras notorias que demostraban la mala noche que pasó, pensando en cómo rescatar a su mejor amigo.

Al bajar se encontró con Jinnie y Nam sentados en el sofá grande, el pelirrojo tenía una pierna encima de la del otro, los dos se reían de algo que había dicho Namjoon.

- Buenos días- Los dos chicos lo miraron y sonrieron en respuesta. Jimin saludó con una palmada en la espalda a Nam, y con un beso en la mejilla a Jin.

Ya se había acostumbrado a ver a sus amigos tan juntos y diabéticos, no le parecería una sorpresa que algún día le dijeran que estaban juntos.

- Pareces un mapache, ¿De nuevo con las pesadillas?- Namjoon preguntó con cara de preocupación.

Desde que Jungkook se había perdido, Jimin tenía pesadillas por las noches, algunas en donde veía a su amigo ser golpeado, y en otras las cosas se descontrolaban y el castaño terminaba muerto.

Tenía que tomar muchas pastillas para volver a dormir, cuando despertaba de un mal sueño, a veces de mareaba.

- Esta vez no, sólo me quedé despierto hasta tarde- Jimin intentó sonreír con sinceridad, vio la comida en la mesa de centro y sintió su estómago rugir de nuevo. Cuando había visitas en casa no comían en la cocina, ya que según su madre era más cómodo en la sala- ¿Han averiguado algo que nos sirva?

- No mucho, es difícil pensar en el secuestrador si Jungkook no tenía enemigos- habló con amargura Jin, una amargura reflejada en sus ojos.

- Y-yo tengo que decirles algo, una sospecha de la desaparición de Jungkook, a-aunque es sólo opinión mía- Por un momento la voz de Jimin tembló, no sabia como reaccionarian.

- Pudo pasar cualquier cosa, sólo dinos- Jin sonrió comprensivo para que Jimin siguiera, éste tomó aire y se relajó.

- Puede que el Sr. Jeon este involucrado en todo esto, es posible que hayan secuestrado a Jungkook por culpa de él- habló rápido, pero se entendió todo lo que quiso decir, una hipótesis algo alocada, pero que podía ser cierta.

Jin pensó por un momento, algo cohibido por la información, no quería sacar conclusiones apresuradas, pero tenía algo de sentido.

- ¿Por qué lo crees?- Namjoon preguntó con la mirada perdida ¿Es posible que un padre no haga nada por salvar a su hijo? Porque siempre en los casos de secuestros hay dinero de por medio, ese boleto que hay que pagar para volver a ver a tu ser querido.

Si fuera cierta la hipótesis de Jimin, al Sr. Jeon ya lo habrían llamado, y él no habia dicho nada.

- El padre de Jungkookie siempre ha sido muy misterioso, cuando voy a su casa nunca está, tampoco se en que trabaja- luego de tomar aire Jimin continuó- El otro día cuando vino se comportaba muy extraño, quería a toda costa que yo deje de investigar, luego alguien lo llamó y él se fue casi corriendo.

Nam pensó por un momento.

Tenían que averiguar en qué trabajaba el Sr. Jeon, si habían secuestrado a Jungkook por su culpa, debía ser por un cuenta no saldada, por un problema del pasado, o algo así.

Jimin suspiró cansado, ¿Hace cuánto que no tenía tantos problemas en sólo unos dos meses?

- Déjame su nombre y su dirección anotadas en un papel, se como hackear algunos programas, si tengo suerte averiguare algo que nos sirva sobre el padre de Jungkook- Namjoon, totalmente serio, se levantó del sillón, colocándose su chaqueta.

- ¿Ya te vas?- Jin preguntó con una mirada triste, éste le sonrió y asintió.

- Tengo cosas que hacer, pero mañana nos vemos- los dos se sonrieron como dos enamorados, Jimin se sentía el mal tercio.

- Está bien, está bien, no se acabará el mundo porque no se vean en unas horas, que llegues bien Nam, nos vemos- Jimin casi echó de su casa a su compañero y amigo, luego se quedó con Jin conversando de cualquier cosa mientras desayunaba.

El problema estaba delante de sus narices, sólo tenían que cavar un poco más, faltaba muy poco para que la verdad salga a la luz.

Nadie sería capaz de detener ese momento.

Nadie.






















































" Pudo pasar cualquier cosa "














































































Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Where stories live. Discover now