43.

101 17 8
                                    

Yoongi sintió una respiración cerca de la suya, se despertó con el rostro del castaño muy cerca. A penas podía levantar un brazo, Jungkook si que se movía en la noche, no como él, que despertaba en la misma posición en que dormía.

La noche había parecido interminable, Yoongi había soñado con su madre, como muchas otras noches.

Un sueño en el que todo era felicidad, ninguno sufría. Nadie se iba, nadie lloraba.

Todo estaba bien.

Pero de los sueños uno siempre despierta, encontrándose con la cruda realidad.

Desgraciadamente el día era lluvioso, Yoongi no podía creer como era de cambiante el tiempo en esa zona de Corea.

Sintió que la pierna de Jungkook se deslizaba, hasta que su muslo rozó la entrepierna del mayor, provocando un pequeño bulto en esa parte.

No quería despertarlo, pero la incomodidad era mucha y no aguantaría por mucho tiempo.

- Jungkook...- susurró en el oído del contrario, sonriendo al sentir el cuerpo del castaño estremecerse ante la voz utilizada.

El menor se empezó a mover, haciendo que el bulto entre las piernas de Yoongi sólo incrementara.

Abrió sus ojos, dándose cuenta de la situación al instante, se alejó ruborizado al máximo.

- L-lo siento...- escondió su cara en la almohada- ¿Cómo amaneciste?

- Creo que bien- Contestó sonriendo, por la reacción del castaño- Ya deja de taparte, no seas infantil- El rubio le quitó la almohada de las manos, lo que no le dejó otra opción a Jungkook que mirarlo.

- Me siento mejor que ayer- habló el menor- Por lo menos más fuerte.

- Eso es bueno, debes estar fuerte para cuando llegue tu padre.

- El Sr. Jeon- le corrigió el castaño, pues no se consideraba hijo de aquel hombre tan perverso.

- Si, el Sr. Jeon, perdón- Sonrió, haciendo que Jungkook le copie el gesto.

El castaño se acercó a Yoongi para poder besar sus labios, quien no opuso resistencia, hasta que se dió cuenta de que el bulto entre sus piernas no bajaba.

- J-jungkook...- murmuró, pero fue callado por otro beso del menor, y luego otro más y otro más.

Jungkook exploró empezando a besar otras partes del cuerpo del mayor, dejando pequeños mordiscos. Yoongi en serio no quería parar, pero después no pensaría con claridad las cosas.

- Jungkook para- ordenó, pero el castaño parecía un sordo sin remedio, siguió dejando besos por su cuello, sus hombros y luego bajó más, pero Yoongi lo detuvo con sus manos y lo separó un poco para mirarlo- Después no me digas que no te lo advertí.

Yoongi cambió de posición, colocándose encima del castaño, para empezar a besarlo más intensamente que antes, a lo que Jungkook soltaba algunos pequeños jadeos de satisfacción.

Sintió la erección del mayor y se tensó un poco.

"No hay que jugar con fuego" le habían dicho muchas veces, pero ¿Qué pasaba si no le temía al fuego?

¿Qué pasaba si quería quemarse?

Mientras seguían en el beso, Jungkook, sin romperlo, bajó su mano y masajeó un poco la erección de Yoongi, que cada vez se hacía más notable.

El rubio se sentía muy excitado, ya no podía parar, era simplemente imposible, teniendo en cuenta su estado.

Se sacó la camiseta, al ver que hacía ya mucho calor en la habitación, y de un tirón sacó la de Jungkook también, quien sintió al instante lo caliente que estaba el cuerpo del contrario.

Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora