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La noche ya estaba dando acto de presencia, junto a la preciosa luz de la Luna. Por fin, luego de tantas noches oscuras, las estrellas de veían en el cielo.

Jungkook se sentía débil, no había comido nada desde la mañana, ya que los hombres del Sr. Min tenían prohibido darles de comer, nada para él ni para Yoongi.

El rubio permanecía callado la mayor parte del tiempo, lo que hacía todo más aburrido, aún así el menor se esforzaba por animarle.

Yoongi cayó en cuenta de todo muy tarde, ya entendía porqué su padre lo había dejado a cargo de Jungkook, podía estar cerca de su amor, pero sin comida, sin agua, sin nada entretenido que hacer... En fin, era como si estuvieran en el fuego, pero sus cuerpos se sanaban rápido y podían volver a sufrir.

Volver a quemarse.

- ¿No te queda nada para comer en la mochila?- Preguntó Jungkook con una pizca de esperanza en la mirada.

Yoongi se enterneció con el brillo en los ojos del castaño, se levantó para tomar su mochila, la cual se encontraba encima de la mesa.

Buscó y rebuscó entre sus cosas, pero se había olvidado de que el día anterior no había ido a comprar a la ciudad.

No había nada comestible.

Abrió el cierre del bolsillo pequeño en la mochila y metió su mano para investigar.

Estaba vacío, excepto por...

Se quedó mirando unos segundos interminables una foto que tenía guardada, una fotografía de su madre, cuando todavía estaba en casa con él y Taehyung.

Cuando todavía no los abandonaba.

Sintió que alguien lo abrazaba por detrás y trató de esconder la imagen, pero Jungkook ya la había visualizado.

- Te hablé y no me escuchaste- reclamó el menor, sonriendo- ¿Quién es la persona en la foto?

Yoongi miró a Jungkook, pensando en sí hablar o no, decidió que si quería que su relación siguiera, debía ir con la verdad por delante.

No más mentiras ni verdades a medias.

- Es mi madre- Respondió con una voz melancólica y triste.

Jungkook soltó el cuerpo de Yoongi y lo miró a los ojos, se fue a la cama y lo invitó a sentarse.

- ¿Cómo se llama?- El castaño quería saber más de su novio, aprender sus actitudes y conocerlo al cien por ciento.

- Ji Yeong- Se sentó al lado de Jungkook- Su nombre era Ji Yeong.

- ¿Por qué hablas de ella en tiempo pasado? Todavía no muere, ¿O si?

- Ella está muerta para mi- Sonrió con tristeza. Desde el día en que los había dejado botados, con un padre que no los quería, en el corazón de Yoongi ya no había espacio para esa mujer.

- No digas eso, tu no sabes lo que pasó- El rubio miró con incredulidad al menor.

- ¿Cómo que no? ¡Claro que lo sé! Ella nos dejó abandonados, fin de la historia- Miró hacia otro lado dolido.

- Eso es lo que dice tu padre, Yoongi, no sabes si es la historia real- Dejó su mano encima de la otra fría del rubio- No has escuchado las dos versiones.

- Q-quizá tengas razón, pero eso no quita el hecho de que nos haya dejado, ¿A caso una madre dejaría a sus hijos así como así?

- Claro que no, por lo menos no "así como así"- Hizo comillas con los dedos- Tu una vez me dijiste que todo parecía ir normal antes de que se fuera, que ella era una madre increíble, debió tener sus razones.

- ¿Tú crees que mi padre me ha mentido todo este tiempo?- Yoongi miraba hacia un punto fijo de la habitación, lo que decía Jungkook no parecía tan descabellado.

- Es una posibilidad, si, pero lo que intento que entiendas es que a pesar de todo ella es tu madre,
la mujer en esa foto hizo posible que tu estés aquí ahora mismo, ¿Lo entiendes?- Hizo que el rubio lo mire- Esa mujer me dió a mi la posibilidad de conocer a alguien tan maravilloso como tú- tocó la nariz de Yoongi con su dedo índice, sonriendo.

El mayor sonrió también, intentando alejar cualquier sentimiento amargo de su mente, pero era casi imposible, después de todo, era su madre la que se fue, no una persona cualquiera; y dolía como el infierno.

Pero había aprendido a salir adelante sin tanto apoyo, el único que siempre estaba a su lado cuando necesitaba ayuda, era Taehyung.

Su único y querido hermano.

Yoongi vió a Jungkook bostezar y lo hizo también, estaban los dos totalmente cansados y desgastados, sin ganas de nada.

Algo le decía a Jungkook que el día de mañana ocurrirían varias cosas, sean buenas o malas.

Todo era tan incierto.

- Hay que dormir, ya es tarde- Yoongi vió la hora en su reloj y le hizo señas al castaño para que se acurruque.

- Yoongi, tengo un mal presentimiento- El mayor sonrió mientras se acostaba al lado de su novio.

- No te puedo decir que todo estará bien, porque ni yo se lo que pasará, pero...- besó los labios de Jungkook- Estaremos juntos para afrontar lo que pase, ¿Si?

- Te amo.

- Yo más, conejo, yo más...























































































" Estaremos juntos para afrontar lo que pase "


























































Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora