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—¡Adiós, señor Chang! —Le dice con su radiante sonrisa mientras monta su bici en dirección a la Universidad.

Este día empezó normal como siempre, hizo su entrega sin miramientos e iba a tiempo a su primera clase del día.

Un sonriente señor Chang sale a verlo ante su despedida viendo como el chico ya se ha marchado y negando grita:

—¡Ten cuidado, hijo!

Con una sonrisa vuelve a su asiento. Sonríe con nostalgia, esos años de juventud... son los mejores.

Jungkook no tarda en llegar a su universidad y estaciona su bici cerca de los lujosos autos, no había parqueo para bicis ya que nadie en su sano juicio de que asista a esa universidad, irá en una bicicleta.

Era el único y por lo mismo no había necesidad siquiera de asegurarla, nadie se robaría esa "chatarra".

No niega que en un principio le avergonzaba todo eso, pero con el tiempo y su situación, quedó de lado, dejó de ser llamativo para las chicas y chicos, volviendo a su rutina de un "pordiosero" para todos ahí, aunque siempre hay uno que otro que se le insinúa para un polvo.

Era algo hipócrita para él, ya que lo tildan y miran mal al ser pobre, pero para tenerlo en su cama, dejaban de lado ese "disgusto". En parte lo agradecía porque así no se comprometía con nadie o no tendría que tener a una familia poderosa tras de él. Sólo de una noche y ya.

Pero después de lo de su padre, esas noches se fueron extinguiendo y hace ya un tiempo que no está con nadie.

Inhala aire mientras entra a su aula. Llega dos minutos antes para poder acomodarse tranquilo, vaya mierda que a todos los docentes de esa universidad les guste la puntualidad.

Toda las restantes horas pasan normal, tiene un mini descanso antes de su próxima clase por lo que busca un lugar para sentarse y poder al fin comer lo que su madre le preparó. Cuando logra sentarse y sacar la comida, suelta un sonidito satisfactorio y no tarda en empezar a degustar. 

Unos minutos pasan y siente a alguien sentarse frente a él, al otro lado de la mesa. No presta atención porque cree que es uno de sus tontos amigos y no quiere dejar de comer.

Termina la comida y suelta un pequeño eructo que es perceptible para la otra persona que sin más habla, exaltando y haciendo que se percate que no es uno de sus amigos.

—Provecho. —Le dice una fuerte voz.

Con vergüenza lo ve y limpia con el dorso de su mano la comisura de su boca. Sonríe débilmente y susurra un "gracias" al desconocido.

Con una mueca en su rostro, el azabache le hace la pregunta de qué carajos quiere con él, nadie ahí lo busca a menos que sea por estudios o por... una follada. Aunque ese tipo no se ve que quiera ninguna de las dos.

—Disculpa. —Le sonríe—. Eres Jeon Jungkook ¿cierto? —Le cuestiona, aunque muy bien sabe que es él, sólo quiere aligerar la incómoda plática. El azabache asiente ante su nombre—. Soy Park Jimin, un gusto. —Extiende la mano y reza porque el contrario no la tome luego de haberse limpiado con ella. No lo consigue, al azabache no le es de importancia eso, por lo que la estrecha.

Un sonido sale de la garganta del hombre mayor al estrechar la mano de aquel chico, y no es porque se haya limpiado con esta, sino por lo áspera y masculina que se siente ante su tacto, su mano es suave y sedosa, a menos eso le ha dicho su pareja.

—Me va a disculpar, pero... ¿desea algo? —inquiere una vez sueltan sus manos.

Jimin sonríe de lado ante esa pregunta, si supiera lo que desea, bueno, más bien lo que su desquiciado amigo desea de él.

—Así que... Jeon Jungkook... estás en tu último año ¿eh? —ignora su pregunta. El menor hace una mueca de disgusto ante ser ignorado pero de igual manera asiente ante lo dicho—. Es difícil con esta parva de niños mimados ¿no? —El menor vuelve a asentir y esta vez Jimin era sincero ante lo dicho, puesto que él ya había pasado por ello.

—Oiga, no sé qué es lo que quiere y no quiero ser descortés, pero... no me gusta hablar de mí con desconocidos. ¿Entiende?

—Lo sé, entonces me ahorro las pautas e iré al grano. —Le dice mientras toma una postura más recta y sus facciones se endurecen—. Vengo a negociar contigo, sé quién eres, tus padres, todo, Jeon Jungkook, y antes de que entres en pánico, es parte del negocio.

El menor lo ve con cara de horror ante lo escuchado ¿cómo es que sabía de él? ¿Qué quiere? no le importaba y no se quedaría a averiguar. A la ligera guardó los pequeños contenedores donde su madre le ponía su desayuno, guardó todo en su mochila y la llevó a su hombro mientras se levantaba, Jimin lo miraba con horror.

—Espera... no te vayas así, hablemos para que-

—No quiero negociar con usted, señor.

Diciendo eso se fue corriendo, dejando a un Jimin maldiciendo. TaeHyung lo mataría. Ni siquiera sabe por qué soltó eso así tan pelado. El chiquillo —no tan chiquillo— se iba a asustar si le decía eso, él no era igual con las personas con las que negociaba y les gustaba todo claro, pelado.

Negó, por el momento lo dejaría, le daría unos días para que procese lo sucedido y luego lo intentaría, sino, estaba seguro que tendría a un mal humorado TaeHyung maldiciendo a todos. Con un suspiro frustrado se levantó, acomodó su saco y se marchó.

Por el otro lado, el azabache que corría asustado, chocó contra alguien que detuvo su corrida y lo hizo reaccionar ante el shock que mostraba su amigo.

—¡Kook! ¿Qué demonios? ¿por qué estás así?

—Y-Yo... él... no sé cómo...

—Espera espera, respira... y me cuentas qué hacías con Park Jimin, todos hablan de ello y venía a confirmarlo.

El azabache abre los ojos ante las palabras de su amigo ¿sabía quién era el tipo? ¿cómo es que él no?

—Tú... ¿Sabes quién es?

—¡Por supuesto! ¿Quién no lo haría? 

El azabache hace un gesto de ser él, al parecer, el único que no lo conoce o quizás no recuerda haber visto.

Su amigo empieza a reír como loco, claro... era obvio que Jeon trabajador Jungkook no supiera. Aunque no, se dice.

—Oh ¡vamos! conoces a Kim TaeHyung, cómo no vas a conocer a su mano derecha y mejor amigo.

Y con eso todo cobra sentido y Jungkook siente su mente estallar. 

¿Qué demonios quería con él?



Gracias por darle una oportunidad a esta historia.

BM~

El Elegido del Señor Kim |KookV|Where stories live. Discover now