El Elegido del Señor Kim |KookV|

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—¿El elegido del Señor Kim? pero que tontería es esa...  —Ríe el azabache, incrédulo de lo que escucha.

—Como lo escuchas. —prosigue el pelirosa—. Escuché que así dicen "El elegido del Señor Kim" en ese entonces no entendía,  pero tal parece que todos son elegidos, las personas que escuché, ya salieron de la universidad y por lo que entendí, ambos fueron elegidos.

—¿Eran sólo hombres? —Un curioso Hoseok pregunta, a lo que sus dos amigos lo ven con obviedad—. Bien bien... sólo quería saber, es que aún me es difícil saber que... ¿es gay?

—O puede ser bi, como yo. —el azabache dice—. Como sea... esto cada vez me intriga más... o sea... el señor Kim ya ha... c-con muchos... ¿no?

—Pues no sabemos. —se encoge de hombros—. Con lo que escuché, podría decir que sí, pero está la posibilidad que sólo sean ellos dos, ya que... uno de ellos dijo que estuvo con el Señor Kim por casi dos años...

—¡¿Qué?! ¿dos años? —Hoseok casi se ahoga con su propia saliva. Jungkook no estaba lejos de ello tampoco.

—Espera... —A Jungkook no le cuadraba algo—, ¿hablaron de todo eso en el baño?

—B-Bueno... —el de hebras rosadas se cohibió un poco ante la mirada de los otros dos—, puede que quizás... los siguiera y...

—Vaya cotilla que eres. —niega Hobi.

—¡Oye! no es mi culpa, sólo quería saber el desenlace.

—¿Y cuál fue? 

—¿Que el sexo es bueno? —ríe con inocencia, de la cuál, obviamente carecía.

—Eres un estúpido cotilla de mierda. 

—No me hables así, animal. 

El azabache se levanta de la cama y se acerca a la ventana de la habitación, ignorando la estúpida pelea de sus infantiles amigos. Su mente viajó al encuentro, haciendo que su piel se erizara y un escalofrío lo recorría. No quería pensar en lo muy bien que se vio el cuerpo del mayor ante sus ojos, ¡es su mayor! ¡por Dios! sentía que le faltaba el respeto al hacerlo. No importaba si se le había insinuado, porque era su moral el que no lo dejaba tranquilo, por mucho que su cuerpo reaccione ante el recuerdo.

Luego está todo lo que su amigo le había dicho, no sería el primero en tocar al Señor Kim de en ese aspecto, pero... de alguna manera le incomodaba saber eso. Era obvio que no sería el primero, así como el señor Kim no fuera el primero en él, pero saber que muchos estuvieron en su posición, siendo adinerados ¿qué le impedía a él no hacerlo? 

Quiere tocar al Señor Kim, está claro, pero... su mente le dice que está mal, entonces ¿Qué hacer? 

—Deja de joder tu cabeza con estupideces. —el mayor lo trae a la realidad colocándose a un lado de él y al otro Hobi—. No pienses mucho en ello, estás aún joven, debes disfrutar el placer sin remordimientos, luego cuando seas un esclavo del trabajo no podrás. —Suspira—. Lo digo con seriedad, y sabes que eso me cuesta. —los tres ríen—. Lo que quiero decir es, un buen sexo te hará bien, a parte que ya no desgastarás tu vida y tiempo en esos trabajos del infierno, que te impiden ser algo más ¿entiendes? ya no quiero verte así. Y si es por el dinero, no pienses que te pagan por ello, sólo disfruta.

Los otros dos lo ven con mucha sorpresa, como bien lo han dicho, rara vez se expresa de esa manera, en verdad aprecian el gesto, y más la persona a la cual iba dirigido el mensaje.

Hoseok ríe llamando la atención. —Arruinaré el momento con esto pero... ¿Kook será el pasivo o activo?

Los ojos del mencionado se amplían mientras niega desenfrenado y sus dos amigos empiezan a molestarlo, ya que ambos sabía que su amigo era de los que la metía, y eso era lo divertido.

¿Que tal si el Señor Kim es de los que la meten? o bueno, así se ve.

🐰🐯= N🅾️🅱️I🅾️S

El tiempo vuela de manera lenta o rápida, depende la perspectiva. Para Kim TaeHyung era de manera rápida, su día a día se veía tomado por su trabajo que robaba la mayor parte de su tiempo, aunque siempre sacaba para él. En este caso, su mente ocupaba un tercio de otra inquietud; un azabache de cuerpo asombroso y que lo tiene babeando. Su inquietud erradica en que el tiempo establecido que le había dado, estaba llegando a su fin. 

Su cabeza se dirigió al reloj de pared que yacía en su oficina, el que marcaba tortuosamente; siete con once minutos. Ya había pasado más de una hora de la salida de trabajo y él se había quedado a la espera del azabache con la esperanza de que llegara y su excusa fuera que se había atrasado por cualquier razón, él la creería, pero nada. Era el último día de su tiempo límite y aquel chico no llegó y no llegaría por lo visto. Era una pena.

Vamos, vamos vamos... repetía la mente del hombre mientras miraba el reloj y su pierna derecha se movía con insistencia. Se sentía frustrado y más que todo, decepcionado. Si el chico de hebras oscuras no aparecía, sería el fin de su desesperada y reciente obsesión hacia su persona. Eso le dolía.

—Deja de mover tu pierna de esa manera. —La voz de Jimin le hace detener sus movimientos y mirarle con sus ojitos aguados—. No me mires así, sólo... debes aceptar que el chico no quiere... y no podemos hacer nada. —le sonríe para demostrarle fortaleza y extiende sus brazos en una silenciosa invitación a abrazarlo, TaeHyung no duda, se levanta del sofá y a paso apresurado envuelve sus brazos en la cintura de su amigo el cual lo atrapa en un abrazo protector. TaeHyung esconde su rostro en el cuello de su amigo—. Cuando te comportas así, dejas de tener tu edad y vuelves a ser el niño mimado que eres, me haces recordar al pequeño TaeTae de hace años, mi bebé de hace años. 

—Soy patético ¿no? —un suave "no" liberan los labios de su amigo—. Entonces... no debería estar así, como si el chico hubiera jugado conmigo y me hubiera abandonado. Ni siquiera tuve nada con él más que unas palabras... no debería sentirme así de miserable porque me rechace.

—No eres patético, sólo... es el chico que no... no desea hacerlo ¿sí?

—Crees que... ¿no le gusté? ¿Que soy un viejo para él? ¿Soy feo? ¿Ya lo estoy?

Jimin lo separa sólo un poco para poder tomar sus mejillas con sus manos y lo ve directamente a los ojos. —Escucha bien, TaeHyung. Te lo he dicho muchas veces... eres un hombre muy hermoso, y no estás viejo ¡por Dios! ¡tenemos 30 años! ¡30! aún estamos jóvenes ¿Entendido? —TaeHyung asiente ante lo dicho y una lágrima sale sin permiso y Jimin la limpia con su pulgar de inmediato. Ama tener a alguien como Jimin a su lado, el cual siempre está para los momentos como ese, donde su autoestima baja un porcentaje—. El chiquillo ya no importa ¿sí? no podemos obligarlo, bueno sí, pero no lo haremos —eso hace reír a los dos—, él se lo pierde y tu tienes a otros que estarían dispuestos...

Muchos por los que pagarían por una noche... tan sólo una, una que en vez de pagar, te pagarían, una que un azabache estaba desperdiciando... 

BM~