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—¡JEON JUNGKOOK! ¿Me puedes decir dónde DEMONIOS estás? Llevo esperándote hace media hora y no est-

Hyung... —corta la palabrería de Jin.

SeokJin calla y siente su corazón acelerarse tras escucharlo, Jungkook era raro que le llamase por "Hyung" eran casi de la misma edad, más la manera informal de tratarse siempre perduraba, eso le hacía sospechar que algo había pasado. Jin se altera más al escuchar su voz con un tono lastimero. 

Lo siento... No me encuentro en mi mejor momento... —una sonrisa con llanto se escapa de sus labios—, encontrémonos después...

—¿Dónde estás? —para este punto, el pelirosa ya estaba saliendo del establecimiento donde lo esperaba, para dirigirse hacia su amigo. Se detiene antes de entrar a su auto tras el silencio del azabache—. Dime dónde estás... Por favor.

Hyung... No creo-

—¡Dime! —le exige—, sólo quiero ayudarte... 

Estoy en el parque... cerca de mi casa...

SeokJin no necesita más y sube a su coche para dirigirse lo más antes posible al lugar dicho. Sus manos aprietan el volante por la adrenalina que lo recorre. Algo le dice que lo que quería evitar estaba pasando. Y es que, hace unas horas antes, tuvo un encuentro con un tipo que ya había visto, le costó reconocerlo, pero tenía buena memoria y lo recordó. Recordó al hombre que hablaba con otro chico respecto al señor Kim, recordó esa vez que los siguió y se enteró de lo que el Señor Kim hacía, lo de elegir a hombres para su beneficio, más nunca se imaginó que ese tipo se acercara a hablarle.

Fue extraño, más cuando Son HyunWoo abrió la boca, sólo fue para enfurecerlo y que le propinara un golpe. Se había expresado tan despectivamente de su amigo y hablado suciamente del Señor Kim, cosa que a su parecer no es la mejor manera de expresarse de la persona que "amas".

Porque sí, el tipo le mencionó lo mucho que lo ama y que sus sentimientos son correspondidos, que ese era el motivo de su encuentro, ya que sabía de su amistad con Jungkook y sólo quería "advertirle" de que el Señor Kim no era para el azabache y nunca lo sería. Le mencionó un centenar de cosas más, que Jin sabía, herirían a Jungkook, pero llegó tarde y tal parece el tipo le escupió su asqueroso veneno.

Para cuando llegó, se estacionó sin importar si estaba bien o no, bajó y corrió en busca del azabache, no lo ubicaba en ningún lugar. Tras correr un poco más, en un frondoso árbol, en una banca muy retirada de los juegos y lo hermoso del parque, había una especie de bolita sobre la banca. SeokJin se acercó con sigilo y se sentó a su lado.

JungKook estaba con sus piernas recogidas hacia su pecho, sentado, con su rostro escondido entre sus rodillas y brazos. Se miraba tan chiquito a ojos del pelirosa que sólo le dieron ganas de abrazarlo y nunca soltarle. 

Así lo hizo.

Jin lo apegó a su costado y lo envolvió con sus brazos, escuchando los sollozos del chico que salían sin parar. Lo dejó, lo dejó llorar todo lo que pudiera, hasta que se sintiera satisfecho y quisiera hablar, y si no, pues estaba bien, sólo le acompañaría en su dolor y esperaría a que esté listo para hablar.

Sobando su sedoso cabello azabache, Jin le escucha susurrar...

—Me enamoré y no soy correspondido... Hyung... —suelta con espasmos de su llanto que empezaba a calmarse.

Se separó un poco y SeokJin pudo ver aquellos hermosos luceros apagados, con el brillo del llanto, más sin el brillo propio, sus ojos rojos e hinchados por el llanto, su nariz roja y sus mejillas aún con rastros de lágrimas, sostenía entre sus dientes el labio inferior tratando de no soltar más sollozos que sólo le hacían sentir más miserable.

Su amigo estaba sufriendo de amor, por primera vez sufría por un verdadero amor y era una pena que cuando sus sentimientos se dieron una oportunidad, fueran pisoteados de esa manera.


🐰🐯 = 😢


Una pequeña y espontánea reunión se había llevado a cabo en la gran empresa Kim, donde se había hablado de importantes puntos respecto a dicha empresa, TaeHyung liderando todo con las decisiones al ser el mayor accionista, claro, siempre tomando en cuenta las opiniones de sus socios.

Hablaron del proyecto que hace poco terminó y pronto estará listo para la apertura, el cómo se esperaba un gran éxito y esperaban ver grandes frutos. TaeHyung casi bufa ante esos hipócritas que no creyeron en su proyecto y sólo esperan a ver cuánto sacan de ello. 

La reunión terminó con algunas felicitaciones y cortas reverencias de viejos estirados, dejando a un callado TaeHyung viendo tras el transparente vidrio del gran ventanal de aquella sala, dándole la espalda a la entrada y los asientos de la mesa que yacía ahí. A unos cuantos metros, en una silla giratoria, estaba un castaño, observando a su amigo quien suspiraba de vez en cuando y sus ojos se perdían muy a menudo. Era tan absurdo verle así que el castaño bufó mientras se acercaba y se colocaba a un lado de él. 

TaeHyung sintió la presencia de Jimin, pero no dijo nada y siguió en el silencio que estaba. Lo escuchó suspirar con cansancio mientras lo miraba penetrantemente, lo ignoró. Al menos lo intentó porque el brusco movimiento de su silla le hizo verlo con miedo cuando se inclinó y le miraba serio. El pequeño Jimin estaba furioso.

—¿Hasta cuándo vas a seguir así? —silencio—. Sabes... te ves tan patético aquí, pensando y evitando a un chico que tiene los pantalones más puestos que tú. Apuesto que, si le dejaras verte, ese chico ya habría dicho lo que tú te niegas a aceptar. ¿Por qué? TaeTae... ya es tiempo de que pienses en ti, que te des una oportunidad y...

—¿Y salga del closet? —le escupe con reproche. Y es que para TaeHyung le era cruel que su amigo quien sabía su historia, lo esté casi obligando a que acepte algo que no quiere—. Sabes que no soy una persona normal, tengo mucho que perder, tengo una imagen que mantener, tengo...

—Tienes todo eso como el gran Kim TaeHyung, pero... ¿Qué tiene solo TaeHyung? Siempre llevando una vida bajo sombra, no disfrutando de lo que debería, sino siendo una marioneta de los demás, ¿Cuándo vivirás tu vida? Si no te arriesgas nunca..., dime... qué harás cuando tus padres quieran emparejarte, que tengas una familia ¿eh? ¡dime! ¿aceptarás así nada más? A vivir una vida miserable, escondiendo lo que de verdad quieres... llorando por haber dejado ir a la persona más maravillosa que nunca podrás encontrar, destrozando no sólo tu corazón, sino el del chico también. —Jimin suspira mientras arregla su traje y toma una postura más recta—. Ya no te diré más, al final es tu decisión, más quería que supieras y estés consciente de lo que pierdes y ganas. Me retiro.

El castaño sale de la sala, dejando a un silencioso TaeHyung quien empieza a derramar lágrimas. Se sentía tan impotente y cobarde. Su corazón revoloteaba por hacer lo que desea, más su mente le dicta todas sus responsabilidades y eso, eso le impide correr hasta donde desea y mejor prefiere evitar ese camino.

¿Por qué nadie lo entendía? Era tan atemorizante el confesar sus preferencias. Tenía miedo, miedo al rechazo, miedo a que lo señalaran, miedo a lo que su familia piense, tenía tanto miedo que lo único que lo consolaba era el huir de todo ello y seguir como hasta el momento, escondiendo sus gustos. Mas el pensamiento de una cabellera azabache, unos fuertes brazos envolviéndolo, unos ojos oscuros adorándolo, unos labios cálidos... todo eso le hacía dudar y gritarles a todos que...

Se había enamorado de un chico, un muchacho ocho años menor que él, pero que no le importaba porque lo hacía feliz y eso, eso debía bastar.

Que fuera feliz.



¿Qué les está pareciendo la historia? ¿Ya les aburrió?

BM~


El Elegido del Señor Kim |KookV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora