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Cuando su puerta fue tocada, respingó asustado al haberse dejado llevar por sus pensamientos. Había olvidado a quién esperaba y los nervios que se habían esfumado, volvieron con la misma intensidad.

Después de permitirle el paso, notó aquella cabellera azabache asomándose con cuidado para luego ver todo su cuerpo entrar con torpeza y timidez. Los ojos del muchacho se elevaron con la misma timidez, conectando miradas que decían todo y a la vez nada.

Jungkook saludó a su mayor con el mismo respeto de siempre que lo caracterizaba, para luego callar a la espera de que le dijera el motivo por el cual lo llamó.

A muda voz TaeHyung le mostró que se sentara en uno de los sofás de la oficina para luego él acercarse y sentarse frente al muchacho. Los nervios y tensión eran palpable en ambos, sin saber cómo empezar o sencillamente el qué decir. Era tan extraño que luego de tener muchas pláticas de las cuales casi todas surgían espontáneamente, ahora no encontraran ni cómo iniciar una conversación.

El silencio se empezaba a sentir incómodo y Jungkook se armó de valor para hablar.

—Creo que solicitó mi presencia... —empieza diciendo con una formalidad que a Kim le dolió—, porque hay..., mejor dicho, hubo problemas en el contrato, estoy dispuesto a pagar las consecuencias.

Todo lo dice con total afirmación como si asegurara que ese es el motivo por el que se encuentra ahí. Eso desconcierta a TaeHyung quien le mira con su rostro confuso, pero para Jungkook eso era lo más lógico por lo que lo llamaría. Después de todo, lo ha estado ignorando y dejando en claro que sus sentimientos son poca cosa para el mayor, por lo que lo más lógico para él es que lo llame por algún problema con su contrato ya vencido.

—¿Qué? —suelta incrédulo Kim.

—Sé que hubo muchas cosas de las cuales se incumplieron en el contrato... y estoy dispuesto a recibir el castigo.

TaeHyung se siente indignado y no lo puede creer, por lo que bufa y despeina su cabello al pasar su mano bruscamente sobre este, tratando de encontrar calma. Pero lo próximo que el azabache suelta, lo hace congelar.

—Lo más fuerte que incumplí, fue el enamorarme. —sus ojos están fijos sobre el mayor quien se sonroja al escucharlo—. Sé que era una de las cosas que se decía no debería pasar y pasó, así que acepto lo que vaya a hacer respecto a ello... pero... no tengo dinero... así que si usted desea que yo vaya a pris-

—Jungkook. —le corta con lágrimas en los ojos. Y es que TaeHyung comprende el gran daño que le ha hecho al chico con su alejamiento, se siente la peor escoria—. Yo no te llamé para hablar del contrato, ya no existe siquiera uno, dejó de existir hace mucho tiempo y es de ese enamoramiento del cual deseo hablar. —respirando profundamente encuentra ese valor que ha ido perdiendo poco a poco—. Y si vamos a hablar de cláusulas rotas, yo estaría pagando de igual manera al haber roto esa también. —Jungkook no comprende y le ve atónito, TaeHyung sólo puede sonreírle mientras una lágrima se escapa—. Porque yo también me enamoré y fui tan estúpido de hacerte creer otra cosa. Lo lamento.

Jungkook se sentía descolocado, fuera de lugar. Había soñado tanto con ese momento, en donde era correspondido, más sus emociones no se presentaron como cuando soñaba despierto, algo se lo impedía y estaba a nada de descubrirlo.

Se levantó de su asiento y se dirigió al hermoso ventanal que poseía dicha oficina, mirando hacia los edificios, sin saber cómo reaccionar. Se sentía dolido y frustrado, había llorado y maldecido a todo por su amor no correspondido para que ahora su mayor se confesase de esa manera, creyó muchas cosas, más ahora no sabía qué hacer o qué decir.

El Elegido del Señor Kim |KookV|Where stories live. Discover now