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Los días seguían transcurriendo con normalidad, claro, quitando el inconveniente de sus encuentros con el señor Kim, ya que eso sí alteraba lo normal.

Este día el señor Kim había pasado por él a la Universidad, últimamente llamaba la atención ya que, verlo a él subiendo a un lujoso coche no era nada normal, murmureos y chismes se podían escuchar, pero que él nunca le daba importancia como siempre. Eran especiales las veces que el mismísimo señor Kim pasaba por él, como en este día, ya que siempre mandaba a traerlo.

Nadie sabía quién pasaba por él, ya que la persona que lo recogía era desconocida y cuando el señor Kim lo hacía, no bajaba del coche y él subía sin rechistar. 

Habían ido a la casa del mayor como siempre, y tan desesperados se fundieron en uno solo. Siempre mantenían sus pláticas amenas en medio de sus encuentros o simplemente durante estos. Jungkook se había enterado que TaeHyung era hijo menor y que con su hermano no se llevaban muy bien, eso le admiró ya que por cómo es el mayor o cómo él lo ha notado, creía que serían de esos hermanos inseparables. 

Era tarde ya, habían tenido sexo y estaban relajados mientras el señor Kim conducía a su casa. Sus encuentros estaban reducidos a esto, a un rato de sexo donde si lograban lo hacían dos veces o sólo una, ya que el tiempo pasaba rápido y al día siguiente había clases y por el lado del mayor, el trabajo. El camino era silencioso, con una canción tranquila de fondo, estaban relajados y el silencio era ameno. 

No tardaron en llegar a la casa del menor quien pudo observar las luces de la sala aún encendidas, lo que suponía, su madre o padre aún lo esperaban, ni porque ya era tarde.

—Siempre hacen lo mismo ¿No? —el mayor habla—. Siempre que te traigo aún esperan por ti.

Jungkook sólo asiente y suspira para luego voltear en dirección al mayor. —Aunque insista en que no lo hagan, nunca me hacen caso.

—Así son los padres... creo. —se encoge de hombros y le sonríe, Jungkook le devuelve la sonrisa.

Sin percatarse, había subido su mano derecha a la mejilla del mayor para acariciarla, TaeHyung dio un pequeño respingo ante el contacto, pero se dejó hacer, se relajó y se inclinó hacia el toque que acariciaba levemente su piel. Cerró los ojos por lo cálido de la mano, y eso instó al azabache a acercarse y besar al hombre quien volvió a sorprenderse abriendo sus ojos, pero luego cerrándolos de inmediato y dejándose llevar por el beso.

Esta vez el beso no era sucio y obsceno, era tranquilo, marcando el ritmo mientras sus lenguas se encontraban, con serenidad y danzando en armonioso ritmo. 

—Hmmmg~ —suspiró el mayor en medio del beso. 

Acto seguido, se separaron y conectaron miradas, sus rostros siempre cerca. Se sonrieron para luego conectar sus labios, esta vez sí, con ese toque lujurioso, el mayor quitó el cinturón de seguridad y se movió para colocarse a horcajadas sobre el muchacho, el beso se rompió por el movimiento y Jungkook lo miraba asombrado por el acto del mayor. Una vez estando sobre él, agradeció que el chico minutos antes haya quitado el cinturón de seguridad, ya que le sumó tiempo el cual aprovechó para besar de inmediato al chico quien correspondió al beso brusco que el mayor propinaba. 

TaeHyung empezó a meter sus manos bajo la camiseta del azabache tocando esos cuadritos que lo enloquecían, mientras bajaba sus besos por su mandíbula con el fin de detenerse en el cuello.

—S-Señor... Kim... hmmm.... es-espere... mis padres pueden... humg- —el mayor lo calló con un beso apasionado.

—No pueden, las luces están apagadas. —dijo, refiriéndose a las luces del coche—. Y los vidrios están polarizados así que no pueden. —hablaba mientras dejaba castos besos por la mandíbula del chico ¡Le encantaba! Era bien definida y lo hacía ver sexy. Sus manos habían subido a los pectorales del azabache donde las paseaba por éstos y rozaba sus pezones.

El Elegido del Señor Kim |KookV|Where stories live. Discover now