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El trayecto durante el ascensor fue silencioso, nadie dijo nada. Kim con su rostro serio y mirada hacia adelante, no le miró en ningún momento, o eso es lo que cree el azabache ya que si hubiera levantado la cabeza y no la hubiese llevado baja durante el trayecto, se habría percatado de la mirada que le daba sobre el reflejo de las paredes de la cabina que los transportaba. 

Llegaron, TaeHyung abrió la puerta y ambos entraron, Kim quedando a unos centímetros delante y Jungkook casi pegado a la puerta que había cerrado al ingresar. El sonido del fuerte suspiro que TaeHyung suelta, lo exalta y hace que lo vea. Observa como mueve su cabeza y luego da otro suspiro, se voltea y sus miradas se conectan.

—Ten —le extiende la tarjeta de acceso a la habitación. Jungkook la toma con mano nerviosa y vuelve a bajar su cabeza. TaeHyung se sentía frustrado con su actuar volvió a suspirar con exageración, con su dedo índice y medio tocó bajo su barbilla y elevó su rostro—, ¿Qué sucede? No me gusta verte así.

—Yo... en realidad no estoy seguro, sólo...

—Ven aquí. —toma la mano del chico y lo atrae hacia su cuerpo, iniciando un abrazo reconfortante—. No pienses en nada más, no dejaría que te hospedes en otro lugar lejos de mí, ni de chiste—. Aprieta más al muchacho contra su cuerpo y aspira su peculiar esencia. Deposita un beso en su cuello y se separa sólo lo suficiente para poder verse—. ¿Y qué mejor que te quedes conmigo? Estaremos solos y sin nadie que moleste, podré dormir abrazado a ti sin temor ¿eso no te anima? 

Jungkook asiente con lentitud y le sonríe. —¿Seguro no tendrá problemas? Yo puedo ir a buscar en otro lugar... creo que alcanzo a pagar... —TaeHyung le da un casto beso.

—No tengo ningún problema. —otro beso—. Estás aquí conmigo y eso es lo único que importa. —Otro beso y otro y otro...

—Ya, señor Kim. —sonríe en medio de un beso el azabache—. Gracias.

—No tienes que agradecerme, es algo que... —Y esta vez es Jungkook quien lo besa castamente para luego sonreírle y volver a besarle.

El azabache mueve sus manos hasta la cintura del mayor y lo apega un poco más a él, profundiza el beso pidiendo el acceso de su lengua para introducirse en la cavidad del contrario, TaeHyung no esperó mucho y permitió que sus lenguas entraran en contacto y empezaran una danza con mucho ímpetu. Los chasquidos de su beso se escuchaban por el lugar mientras TaeHyung trataba de agarrarse de algo, cuando su cuerpo empezó a arder por lo necesitado que estaba de ese beso que se sentía desfallecer, jaló los cabellos azabaches del chico para tomar aire.

—Eso... Eso fue... quiero más. —Jungkook negó con una risita, pero se dejó hacer cuando sus bocas se unieron de nuevo.

Un tiempo después, se habían separado y podido detener la calentura del mayor por un momento, y así llevar las maletas donde estaba la habitación. Fue ahí cuando Jungkook jadeó y TaeHyung le sonrió con fingida inocencia.

—Bueno... quizás olvidé decir que reservé una suite matrimonial. Vamos... no me mires así, las suites que tienen es de doble habitación y yo lo veo innecesario porque no la compartiré con nadie ¡aparte que la cama es más grande y cómoda! No me mires así porque no me arrepiento. Podré dormir abrazado a ti. —se encoge de hombros y empieza a abrir su maleta.

—Es todo un caso, señor Kim. Un lindo y frustrante caso.

Entre risas empiezan a desempacar, después de todo estarían cinco días por ese lugar, así que era mejor tener todo fuera que estar rebuscando. TaeHyung se duchó primero, refunfuñando porque él quería ahorrar agua y bañarse con su chico, pero éste se había negado rotundamente, alegando que después tendrían tiempo para lo que era obvio pasaría durante la ducha, por eso, luego que salió era el turno del chico en entrar.

El Elegido del Señor Kim |KookV|Onde as histórias ganham vida. Descobre agora