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Los chicos no entendían el arrebato de su amigo, se había levantado de la nada llamando la atención de algunos que pasaban o estaban cerca.

—No entendemos, Kook. Habla...

—Hobi Hyung ¿no lo entiendes? —este niega—, es ese señor, estoy seguro. —vuelve a sentarse, frota sus manos contra su rostro y les mira—. Ese señor me pidió ser como su prostituto ¿pueden creerlo? ¡tiene novio! ¿cómo se le ocurre? A parte, yo no estoy interesado en él así que me negué y quizás no le gustó, pero eso no le da el derecho de hacerme esto.

La risa escandalosa del pelirosa retumba y el otro presente trata de no reír ante lo escuchado. 

—¿Su prostituto? —le dice Jin tratando de calmar su risa—. Por favor, como crees que un hombre como él te pediría eso, sin ofender pero... ¿no habrás escuchado Mal?

—No, y no soy estúpido, sé lo que dijo.

—Bueno, si ese es el caso... ¿qué vas a hacer? —Hobi cuestiona—. Ese señor no se quedará tranquilo por lo visto.

—Voy a ir a hablar con él. —con mucha desición dice y vuelve a ponerse de pie.

—Espera, espera —le detiene el pelirosa—, ¿siquiera sabes dónde está?

—Eso es obvio, está en esa empresa Kim ¿No? —Hobi dice y el azabache asiente—. ¿Irás así nada más?

—El arruinó mis ingresos, no me importará arruinar su fachada de fidelidad. 

Dicho eso se despide de sus amigos y da rumbo a la empresa principal de los Kim.


🐰🐯 = N🅾️🅱️I🅾️S


Todo su día a día era agitado, de un lado a otro sin parar; era agotador pero no le importaba ya que le gustaba y ayudaba a su amigo quién siempre lo apoyó y gracias a él es que está donde está. 

Aunque casi no tenía tiempo para él mismo, siempre trataba de hacerlo y sabía que si lo pedía, TaeHyung no se lo negaría, pero no le gustaba dejarlo solo con tantos problemas ya que él sabía lo que le tocaba hacer y sin su ayuda seguro enloquecía. Nunca comprendió como es que se hicieron amigos, o más bien, cómo es que a TaeHyung le pudo agradar o siquiera llamar su atención, él era tan sólo un don nadie en ese lugar, un pobretón que tuvo suerte con una beca, pero aún así a aquel chico acanelado no le importó y le habló, de ahí surgió esa extraña pero sincera amistad entre ambos.

Ama mucho a TaeHyung, es como su hermano, conoce tanto de él, ambos se conocen. Lo considera su familia, todos estos años han sido de confraternizar al punto de dar la vida por el otro, su amistad traspasa lo común. No necesita que TaeHyung le exprese algo, él ya lo sabe, por eso anticipa muchas cosas, lo conoce tan bien que sabe que aquel chico se está convirtiendo en más que un deseo.

Sus años junto a él le han dado mucho, incluso conocer al hombre de sus sueños. Recuerda cuando se sinceraron con TaeHyung hace ocho años, dónde ambos confesaron ser gay, lloraron por mucho tiempo en el baño sin importar nada más. Por su estatus y su vida, TaeHyung nunca pudo sacar a la luz su verdad, pero él sí; recuerda como el día que lo dijo todos los medios saltaron, las compañías y muchas personas conservadoras, no fue fácil pero su amigo siempre estuvo ahí, lo apoyó en todo, siempre ha estado junto a él. Ya hace cinco años de "salir del closet" y ya hace dos años que encontró el amor.

Nunca creyó que un hombre tan importante como lo es Kim NamJoon, se fijara en él, un hombre dueño de una constructora. No sabía que el hombre era gay y mucho menos que desde que fue pública su orientación estuviera interesado en él. Fue hasta tres años después que se atrevió a acercarse y lo conquistó, lo enamoró. Lo ama mucho y sabe que el contrario también, aunque siempre discutan por su trabajo. NamJoon no quiere que trabaje ya, pero eso no está en opción ya que no dejará a su amigo. Esas son sus peleas que al final siempre terminan en un acuerdo y entendimiento, pero que siempre radica discusión de vez en cuando. 

No importaban las críticas de su relación si al final estaban justos, tampoco importaba el no tener mucho tiempo para ambos si al final podía tener aquellos momentos como los de ahora.

—Te extrañé mucho. —le dice Jimin después de besar sus labios.

—Yo también, cariño. Por eso estoy aquí. 

Se besan con tranquilidad, el alto puede saborear el bálsamo de fresa en sus labios dándole un mejor toque a aquel beso, mordisquea esos labios carnosos que lo enloquecen.

—Nammie~~ —se separa y esconde su carita en el hueco del cuello del alto—, no hagas eso, luego me quedan hinchados.

—Me es inevitable, amor. —agarra con sus manos el rostro de su amado y vuelve a besarlo.

Este beso se vuelve más intenso, al punto de tomar al más bajo por los muslos y sentarlo en el escritorio, posicionándose entre sus piernas. Los ruidos del beso se intensificaron al unir sus lenguas, Jimin jadeó. El alto sonrió al escucharle y se separa con esa sonrisa triunfal.

—Sabes... siempre lo he querido hacer en una oficina. —maliciosamente le dice y Jimin empieza a negar—. ¿Por qué, no? amor~~

—No. Nammie~ sabes que aquí no, pero si quieres en tu oficina puede ser. —le da la opción y el alto ensancha su sonrisa ante ello.

—¡Perfecto! entonces hay que irnos. —no pierde tiempo y lo toma de la mano sin importar los reclamos de su novio pidiendo que se detenga, no lo escucha.

Jimin pellizca su mano haciendo que lo suelte bruscamente y lloriquee por el pellizco. Voltea hasta su novio con mala cara.

—Por malo, Nammie malo. —le enseña la lengua y se dirige a su escritorio—. Ahora si me permites, contestaré. —Su teléfono había sonado durante el forcejeo, así que lo tomó y contestó—. Diga.

—Señor Park. —saluda la recepcionista de la empresa—. Hay un joven que pide hablar con usted.

—¿Un joven?

—Su nombre es Jeon Jungkook ¿Lo dejo pasar o llamo a seguridad?

Jimin amplía sus ojos al escuchar aquel nombre ¿qué hacía ahí? se suponía él lo buscaría y hablarían del trato. No esperaba su visita y no le daba buena espina que el azabache estuviera ahí.

—Hazlo pasar, Hannie.

—Está bien, señor.

La llamada termina y el pelinegro exhala con pesar, NamJoon se acerca preguntando que pasa y este sólo niega. No es que el alto no supiera la orientación de su amigo o la forma que él desahoga sus deseos, pero no sabía aún el trasfondo para llegar a aquel azabache, no le había contado y ahorita no era momento o más bien no había tiempo.

—Te cuento luego cariño, pero temo que nuestros planes se verán estropeados, debo atender a alguien.

—Bien, pero que quede claro que no te salvarás de mi oficina. —se acerca y besa los labios de su novio, pero antes de poder salir la puerta es tocada.

—No hables y después te cuento quién es, y de que trata. —le dice al alto y este asiente. Confía en su amado después de todo—. ¡Pase! —Dice fuerte y la puerta es abierta.

Un temeroso azabache entra y reverencia a sus mayores, saluda educadamente y estos le regresan el saludo.

—Seré claro, señor Park. —Suspira y habla con la seriedad que su nerviosismo le permite—. No sé porque me hace esto, sé que él es su novio —señala al alto—, y yo no deseo tener sexo o alguna extraña relación de swinger con usted, si es ese el caso.



BM~


El Elegido del Señor Kim |KookV|Where stories live. Discover now