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Jungkook se sentía más que inquieto, luego de las palabras del Señor Kim, su cuerpo se había encrespado por el tono usado y la sonrisa satisfactoria del mismo. Su ser le gritaba peligro, pero por alguna razón no había huido.

El señor Kim después de eso sólo le pidió un poco de tiempo, en el cual hizo una llamada al que escuchó fue el señor Park, para luego acabar con los pendientes que estaba. Lo había tomado por sorpresa y el deber era primero, a parte que el azabache le había asegurado que poseía tiempo, así que un poco de espera no le haría mal. Lo malo era que se sentía nervioso e incómodo por estar sentado ahí sin hacer nada, a la espera de algo que no sabía. Cuando él propuso lo del contrato, sólo esperaba que se le dijera un sí y unas pequeñas cosas para luego firmar, pero tal parece se volvió a equivocar en suponer.

Se levantó de su asiento al ver por aquel enorme ventanal la ciudad, sus pies se dirigían solos hacia allí, dio una pequeña mirada al mayor quien se había concentrado en su trabajo y parecía no notarlo, rodó los ojos con un poco de fastidio, lo estaba ignorando y se sentía feo. Llegó al ventanal y su mano automáticamente se apoyó en el cristal, acercó su rostro y miró hacia abajo, un poco de vértigo le dio la vista pero luego quedó en segundo plano ante la emoción de poder tener tremenda vista, sonrió mientras retiraba su mano y su rostro hizo una mueca de horror al ver como la huella de su mano quedaba en el cristal, por sus manos un poco húmedas ante el sudor provocado por el nerviosismo. Con la manga de su buzo trata de limpiar, ya que sólo termina haciendo la figura distorsionada pero siempre visible, sus nerviosismo vuelve al empezar a pelear con el vidrio y tratar de limpiar lo empañado, maldice por lo bajo, se hubiera quedado sentado como estaba y nada de esto ocurriría.

Una dulce risa lo exalta y se voltea hacia el sonido que pertenece al mayor quien tiene una de sus manos cubriendo su boca por la pequeña risa. El menor baja la mirada avergonzado porque lo halla atrapado, seguro lo regañaría.

—Sólo déjalo así, alguien lo limpiará luego. —le sonríe ampliamente mostrando sus dientes, lo cual deja ver una hermosa sonrisa en forma de cajita. El menor se avergüenza aún más. Pero no recibe un regaño.

—L-Lo lamento, yo sólo...

—La vista es hermosa. —Es lo que dice el mayor, sabía que el menor se sentía avergonzado y sólo quería alejar eso de su ser—. Aunque por la tarde es mejor y en la noche no se diga.

Jungkook suelta un "Oh..." mientras vuelve a su asiento a esperar, y esta vez, sin tocar nada. El mayor lo observa con la misma sonrisa plasmada. Era raro, para Jungkook claro, se miraba... tierno, su mayor se miraba así con esa sonrisa.

—Sólo aguanta un poco más, casi acabo. —La sonrisa se va y el menor sólo asiente al ver como su mayor vuelve a sus labores. 

Era un poco decepcionante si le preguntan, ver como aquella sonrisa se esfuma, era muy cálida y sincera, y sobre todo, muy hermosa. Quiere volver a verla. Su nerviosismo se esfumó pero la intranquilidad de estar sin hacer nada lo inquietan, sus ojos viajan por todo el lugar, notando diplomas en las paredes, cuadros de pinturas reconocidas y otras que no, un lugar muy bonito y ordenado, a excepción de el escritorio que estaba lleno de papeles, menos una esquina que estaba en perfectas condiciones y podía apreciar un cuadro, sólo que la fotografía no estaba disponible ante sus ojos.

El aburrimiento lo estaba abarcando con forme el tiempo pasaba, ya había admirado muchas veces la oficina, fascinado con la arquitectura del lugar, pero ya no ayudaba eso y sólo quería irse. Su móvil vibra en su bolsillo y lo saca, siendo otro mensaje de su amigo. Tal parece Hobi estaba más curioso que Jin.

"¿Hablaste con él o no?"

Es lo que decía, él rió y rápido contestó con un simple "Estoy con él, luego te cuento" que sabía no tardaría en contestar y no se equivocaba cuando su móvil vibró seguido de más vibraciones, no los vería y mucho menos contestaría, lo conocía muy bien y se imaginaba cuales serían sus inquietudes, cosa que no podía decirle estando con el Señor Kim frente a él. Sonrió al volver a sentir su móvil vibrar, suponiendo que era el último donde se rendía. Volvió a acertar, ya que dejó de vibrar, volvió a sonreír y con eso llegó un carraspeo de garganta.

—Es hora de irnos. —La voz de su mayor le dice mientras lo ve de pie colocándose su saco.

—¿Irnos? ¿A dónde? —cuestiona pero se pone de pie automáticamente también.

—Mi casa, eso no lo podemos hablar aquí. —El azabache comprende y asiente con su cabeza mientras espera que el mayor avance y seguirlo.

Salieron de la oficina, en ningún momento TaeHyung se adelantó o atrasó, caminó junto al azabache. Todas las miradas de los empleados que pudieron apreciarles fueron de asombro al ver a aquel chico al lado del CEO, alguien que a simple vista se ve inferior a su clase, su vestimenta lo dice todo, pero eso no es tanto lo asombroso, sino el acercamiento y atención que el mayor le daba, cosa que no solían ver.

El camino a la casa fue tranquilo, leves pláticas del ambiente y cosas simples, sin relevancia. Fue agradable. Pero al menor había algo que lo inquietaba, algo que llegó a su mente, aquella cuestión que su amigo le había hecho, sólo... No hallaba como hacer la pregunta.

El auto se dio paso en la enorme casa, deteniéndose poco después cuando se estacionó. Un suspiro salió de ambos.

—Llegamos... —el mayor dice y ambos bajan. Por su parte Jungkook no dice nada ya que en su cabeza existe un dilema que no lo deja en paz. Sabe de lo que hablarán pero para eso necesita que su duda sea cuestionada, pero su nerviosismo y vergüenza se lo impiden. Sigue al mayor muy de cerca pero choca con la espalda del mismo cuando este se detiene antes de poder tocar la puerta—. ¿Qué es lo que te inquieta? Habla. —exige.

El menor se sorprende por lo dicho ¿era tan obvio? Ya no importaba, suelta su labio el cual no se había percatado que estaba mordisqueando, y habla.

—B-Bueno yo... quería-quiero saber... Es algo que llegó a mi cabeza, es que usted es... Ya sabe... bueno y yo... yo no... así que quiero que me diga, porque yo no....

La risa de TaeHyung resuena en el lugar y eso cohíbe un poco al menor quien deja de hablar y baja avergonzado la cabeza.

—¿Te das cuenta que no me estás diciendo nada? —una vez calmada su risa le inquiere—. Al grano.

El menor hace puños sus manos mientras tensa su barbilla y mira hacia otro lado que no sea el rostro del contrario, y habla. —Quiero saber si usted es activo o el pasivo porque yo no había pensado eso y no creo poder ser el que recibe porque una vez lo intenté y no pude, así que no estoy seguro de hacerlo y si usted es el que quiere dar pues creo que esto no va a funcionar porque--

—Respira. —interrumpe el mayor tomándolo de los hombros—. Puedes quedarte tranquilo. —sonríe—. Me gusta recibir. —le guiña el ojo y se voltea abriendo la puerta, dejando a un perplejo azabache quien procesa lentamente lo dicho.



BM~

El Elegido del Señor Kim |KookV|Where stories live. Discover now