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—¿Qué se siente ser arquitecto? —el pelirosa le dice y él sonríe.

—Aún no lo soy, Jin.

—No con los papeles, pero ya lo eres. —se encoge de hombros.

—Se siente muy bien. —sonrientemente le dice—. ¿Y tú, qué se siente ser ingeniero? 

—Meh... —se encoge de hombros—. ¡Mentira! —dice segundos después para arrojarse sobre sus brazos—. ¡Se siente de la puta madre! ahhhh... al fin dejaré esa maldita universidad, sólo debo soportar la pasantía y ya.

El azabache lo felicita y recibe gustoso el abrazo, en eso el castaño entra a la habitación con bebidas en mano. Hace una semana habían finalizado su ciclo y este día se habían reunido en casa de Hoseok para celebrar sin tanto alboroto.

—¿Empezaron los abrazos sin mí? —Se queja el castaño mientras deja las bebidas y golosinas sobre la mesa de noche.

Los otros dos se abalanzan sobre él y empiezan un abrazo de tres, todos felicitándose entre ellos por haber concluido sus estudios con satisfacción. Lo mejor era que, por las notas de cada uno, podían escoger y harían pasantías, ahorrándose el trabajo de la odiosa tesis, que sin duda era más tiempo y esfuerzo.

Se separaron y como si fueran animales sin alimento, empezaron a devorar las golosinas como si su vida dependiera de ello. 

—¿Todo bien con el Señor... Kim? —pregunta el pelirosado con la boca llena.

—Eres un maldito asqueroso. —le regaña el castaño.

—Todo bien. —les aclara—. Ya saben, sólo es sexo...

—Ajá —sueltan los dos mayores con evidente sarcasmo.

—Es lo que es —se encoge de hombros—, al menos por ahorita... —en susurro dice lo último. 

—Já ¡lo sabía! —aplaude con entusiasmo Jin—. Sé que eres un mocoso que se cuela rápido, es una lástima que el mayor no vaya a apreciar eso.

—Oye... yo no he dicho que lo estoy, no ahorita. —Se defiende y aclara con mucha seriedad—. Pero es muy lindo pasar tiempo con él, a pesar de su edad, es cómodo y reconfortante, me gusta eso. Lo que quiero decir... —con su mirada les advierte que no saquen cosas erróneas—, es que, por el momento está bien así, me gusta estar con él así, y espero se quede de esa manera porque ya saben lo que conlleva, así que no estoy "colado" como dices y si llega a pasar, estará bien, aunque eso lleve a no volver a convivir con él ¿entienden?

Los dos chicos comprenden sus palabras y asienten. Era verdad todo lo que decía, era un chico de buenos sentimientos y que rápido se encariñaba, por eso sólo tenía relaciones de una noche, porque siempre salía herido, eso era lo malo de tener un noble corazón. 

—¿Cuándo empiezas la pasantía? —cambia de tema el castaño, aunque eso siempre involucraba al mayor.

—No estoy seguro, pero es hasta año nuevo.

El castaño sólo asiente y no dice más, sólo se escuchaban los ruidos de sus bocas al masticar o esos soniditos satisfactorios por el sabor. Por su parte, Jin sólo se queda analizando lo sucedido y pensando en el futuro, ya que está al tanto del tiempo donde el contrato termina y eso está muy próximo, pero se reserva la duda para otro momento.

¿Renovará el contrato o se alejaría?


🐰🐯


Los días estaban pasando demasiado rápido y no faltaba mucho para que el contrato de los tres meses terminara, y eso era lo que tenía inquieto a TaeHyung. Eran muchas cosas las que llegaban a su mente, el estrés del trabajo, su familia y el chico azabache. Todo era como si se le estuviera acumulando. 

Su pregunta con respecto a Jungkook yacía en; el qué pasaría luego de esos tres meses ¿renovará el contrato? Porque por él está más que dispuesto, pero todo depende del menor quien es el que tiene la última palabra. TaeHyung no ha querido presionar, pero conforme la fecha se acerca, está más que ansioso por hacerlo.

Como se había prometido en el contrato, las fiestas, el chico las pasaría con su familia. En Navidad fue así, desde el 23 al 27 no vio al muchacho, de ahí sólo se habían encontrado el 28 para luego no verse, hasta el 4 de enero. Esos habían sido sus acuerdos.

Su contrato finalizaba el 14 de enero y eso estaba a nada. Le atemorizaba la decisión del chico, aunque muy en el fondo espera que lo renueve, no es por nada, pero se ha fijado en lo a gusto que ha estado respecto a su persona, en lo bien que se siente la compañía, sabe que el muchacho lo disfruta, y del sexo no se diga. Así que pide a los cielos que su intuición no sea errónea.

Su mente era una maraña, con las fechas del azabache y con las del proyecto que aún no sabía si involucrar a los chicos. Todo era un caos, el proyecto había sido presentado en la Junta y aprobado exitosamente, con los pocos inversionistas y personas involucradas, pero lo echarían andar. Éste empezaba el 7 de enero y se estima que estaría finalizando para julio del mismo año, esperaba que todo saliera como es debido.

Pega un brinco en su lugar y ve como un imponente hombre se adentra a su oficina, iba a matar a Jimin por no recordarle que su hermano regresaba de su viaje. Bufó un poco irritado y recostándose en su asiento, con sus brazos cruzados lo ve mientras alza una de sus cejas.

—Veo que pierdes el tiempo. —acusa sin más al haberlo hallado sin hacer nada, sin saludar siquiera.

—Digo lo mismo, vienes a perder el tiempo conmigo en vez de ponerte a trabajar. 

Su hermano suelta una risita amarga. —Así que... —empieza mientras se acerca al escritorio—, decidiste siempre echar a andar ese proyecto. —habla despectivamente.

—Ya deberías saber que siempre logro lo que me propongo. 

—¿Nuestros padres están de acuerdo? 

—Sabes que ellos no se meten con mis decisiones respecto al progreso de la empresa.

Una mueca de fastidio se dibuja en el rostro de su hermano, sabía que eso era lo que más le enojada, que sus padres siempre estarían de acuerdo, pero con él, era otra historia y siempre ponían muchos peros.

—¿Eso es Todo? —el pelinegro habla ante el silencio de su hermano.

—Sólo... espero que tomes en cuenta mi persona para dicho proyecto, hermanito. Ya sabes... quiero ayudarte...

Sabía que todo lo dicho era con malicia y nada bueno conllevaría a que sea partícipe, pero era algo que debía hacer, sus padres habían pedido eso, que siempre lo involucrara y esta no sería la excepción. Por eso, bufando asiente mientras ve como la sonrisa de su hermano se agranda. 

Sabía que nada bueno pasaba por su mente. 

—Sabes que sí. —afirma.

—Perfecto, sé que nos divertiremos~ —con su mano se despide para luego salir de la oficina, dejando a un intranquilo TaeHyung.

Y es que estos meses sin su hermano fueron maravillosos, pero él estaba de vuelta, y sabía que nada bueno podía pasar estando él cerca.



BM~

El Elegido del Señor Kim |KookV|Where stories live. Discover now