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—Humm~ su comida siempre es la mejor. —Halaga Jin con sus pulgares arriba, la señora Jeon sonríe apenada y agradece.

Todos se encontraban en la pequeña mesa del comedor donde las risas y halagos son los que predominan, están terminando su comida que fue preparada con mucho cariño por la progenitora de Jungkook.

—No es para tanto. —agrega la mujer mayor—. Mi hijo me ha dicho que de no ser por mi comida, la tuya sería su favorita, eso quiere decir que cocinas mejor que yo, porque al fin de cuentas, es mi hijo y en familia no vale. —todos ríen y Jin se pone rojo por el halago—. Me gustaría probar algo hecho por ti, SeokJinnie~

—¡Mamá! que sea tu hijo no quiere decir que no sea objetivo.

—Eso es verdad —apoya esta vez Hobi—, Jin cocina esplendido, pero usted es la número uno.

—Estoy de acuerdo —el pelirosa agrega con su rostro aún rojo—, yo sólo lo hago cuando estoy aburrido o no tengo algo qué hacer, me falta práctica aún.

—Eso sólo confirma lo bueno que eres en la cocina. —se entromete el mayor de todos, el señor Jeon—. Si sólo es un pasatiempo y si los chicos te halagan de esa manera, sólo deja saber que eres muy bueno en ello, mira que lo dice el hijo que tengo como glotón.

—¡Papá! —se queja Jungkook.

Las risas vuelven a la mesa y con más anécdotas donde el azabache quedaba en vergüenza, terminaron de degustar, los menores agradecieron por la comida y ayudaron a levantar la mesa. La señora Jeon se negó a que lavaran los trastes y los chicos no insistieron más.

Los cuatro hombres se dirigen a la pequeña sala de la casa donde los menores se sientan y el mayor en su silla de ruedas se acomoda cerca de ellos.

—¿Cómo van las terapias? —le pregunta el pelirosa al señor Jeon.

—Van más que bien, gracias por preguntar. 

No niegan que se les hacía un poco incómodo hacerles conversación a ambos mayores, no es porque fueran o se vieran de esas personas serias y que dan miedo, no, todo lo contrario, ambos mayores eran muy dulces y carismáticos. Lo que pasaba era que, Jin era un poco alborotoso y hablaba cosas que no debía frente a los mayores, por lo mismo, mejor se abstenía de comentar algo fuera de lugar. Por otro lado, estaba Hoseok, que él sí no era mucho de entablar conversación y siendo mayores, era aún peor.

—Kookie... —se atreve a decir el castaño—, nos comentó que en unos días será la última operación, esperamos que todo salga bien.

Jungkook que se mantenía en silencio, le daba un poco de gracia ver a sus dos locos y parlanchines amigos, no poder conversar con su padre, estaba consciente que con su papá les costaba más hablar que con su madre, pero aún así le parecía gracioso y por eso los dejaba apañárselas solos.

—Así es. —confirma el señor Jeon—. Estamos confiados que todo salga bien, después de todo, las terapias han funcionado y me han mantenido un poco de activo acá abajo —ríe sin gracia mientras señala sus piernas—, así que se espera un buen resultado.

—Ya verá que sí... —dicen Hoseok y Jin al unísono.

Luego de eso se extiende el silencio hasta que Jungkook ríe y su papá niega con su cabeza, al saber lo malo que es su hijo y no hacer que sus amigos estén menos tensos.

—¿Por qué no vamos a la habitación o ya es tarde para ustedes? —les pregunta a sus amigos cuando termina de reír. 

—Creo que ya es tarde y Jin tiene que irme a dejar aún. —Hoseok contesta y Jungkook asiente.

El Elegido del Señor Kim |KookV|Where stories live. Discover now