XVI

2.1K 288 36
                                    

Narra Raúl

Estaba con los chicos yendo a la cafeteria de siempre, aunque sin Rubén, ya que llegaba tarde, pero ya era costumbre.

Entramos, pedimos cada uno lo de siempre. Alex un café con leche, Guille un americano, Rubén seguramente un chocolate caliente y yo macchiato. Nos sentamos en una mesa apartada intentando no derramar el contenido de las tazas.

- ¿Alguna novedad señores? - preguntó Guille curioso, siempre él sacaba temas de conversación de esa curiosa forma.

- Pues... Frank y yo estamos empezando una relación se podría decir. - Comentó el más bajito en voz baja, todos nos quedamos mirándole sorprendidos.

- ¿Y eso Alex? Cuéntanos. - Exigí curioso, desde el primer momento habían congeniado y no era extraño que hubieran dado ese paso.

- Pues... Se terminaron las inocentadas, empezamos a hablar más, quedamos y pues así estamos. - Rió un poco, todos le dimos la enhorabuena cuando Rubén llegó. - Hombre, porfin llegas. - Comentó el mismo dejando hueco en la silla.

- Perdóóón estaba ocupado. - Rub se sentó en el sitio libre al lado de Alex. - ¿De qué estabais hablando? - Preguntó mirando la carta de la cafetería.

- De que Alex tiene novio. - Contestó Guille sin pensarlo demasiado. El nombrado empezó a sonrojarse.

- ¡¿Qué?! ¡Enhorabuena pequeño! - Rubén le abrazó con una sonrisa. - Pues, ya que estamos en el tema, Samuel y yo también estamos empezando.- Contó orgulloso.

Ahora todos tenían pareja o algo, menos yo.

- ¿PERO ESTÁIS TODOS EMPAREJADOS? - Preguntó Guille sorprendido - ¿Tú, Raúl, también? - Negué con una mueca.

- ¿Yo? Que va, de vez en cuando hablo hablo con Lu... Borja, pero nada más fuera de eso. - Respondí quitando importancia al tema.

La sensación que había en mi pecho era demasiado rara.

- ¿Seguro Raúl? Mi información no dice lo mismo. - Comentó Guille en tono curioso y persuasivo. Todos me miraron medio sorprendidos.

- Mi... Mira Guille, lo... Lo que te hayan dicho es falso. - Bebí un trago largo de mi macchiato. - Borja y yo solo somos... Conocidos. - Aclaré finalmente pensando muy bien mis palabras.

- ¿Seguro? - Asentí. - Bueno, te creo porqué eres tu - Guille rió y los demás le siguieron mientras mi cara empezaba a adoptar un tono rosado.

- ¿Y tú, Guille? ¿Cómo vas con David? - pregunté ahora yo curioso.

- Lo típico, quedamos follamos y hasta la próxima. - La naturalidad con la que hablaba el castaño era sorprendente.

- ¡Guille! ¡Nos sobraba con un bien! - Todos reímos y Guille empezaba a ponerse rojo. La puerta de la cafeteria se abrió y todo el establecimiento se quedó callado.

Nos giramos mirando quienes habían entrado y era el grupito maravilla sectario (David, Samuel, Frank y Borja), la cafeteria volvió a su murmullo típico aunque, más de una persona y sobretodo chicas, no dejaban de mirar a aquél grupo.

- Mira que hay cafeterías que tenían que venir a esta. - Susurré tras rodar los ojos, los demás me dieron la aprobación.

- ¿Les decimos algo? - Preguntó Alex, nosotros negamos rápido, aunque no hizo mucha falta ya que ellos se acercaron a nosotros.

- Hey chicos, ¿Qué tal? - Saludó Borja con su típico timbre de voz. Yo tragué saliva y bebí mi café evitando responder.

- Pues... Bien, pasando la tarde. - Dijo Guille, una respuesta de mierda. - ¿Qué hacéis aquí vosotros? Digo, cada uno vive lejos y vuestros barrios son lo suficientemente buenos para tener mil cafeterías. - Cuestionó de mala gana.

- Relájate, Guille, estamos aquí porque queríamos pillar algo de comer. Ahora nos vamos, Díaz. - Comentó Borja, Guille rodó los ojos por ese tono tan prepotente. - Por cierto, Raúl. - Le miré curioso. ¿Qué bebes? - Cogió mi taza y le dió un sorbo.

- Pe... Pero... - Le miré medio cabreado sin saber como reaccionar. - ¡¿No era más fácil preguntarme, Borja!? Estoy bebiendo un Macchiato - Suspiré robándole mi taza, Borja se rió dejando que se la quitara.

- Nos vemos, chicos. - Samuel y Rubén se despidieron dándose un beso. Y, Alex y Frank, con una sonrisa ya que ambos eran más reservados.

- Así que, conocidos. Ya veo. - Guille me tiró una mirada cómplice.

- ¡Cállate! - Me puse rojo y escondí mi cara entre mis manos mientras oía a los demás reírse.

Fine Line (Luzuplay) [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora