Fine Line (Luzuplay) [En edición]

LXXII

Narra Samuel

Me desperté el sábado demasiado cansado. Me estiré bostezando y me gané un gruñido por parte de Rubén. Idiota. Recordé que Raúl había dormido aquí por lo que me dirigí a la habitación de invitados para comprobar que todo estuviera bien. Al llegar, llamé suavemente a la puerta y entré:
- Buenos días Ra... - me callé al verle hablar por teléfono con Ángel y decidí darles intimidad. Ángel podía ser un capullo, pero siempre estaba para Raúl. Bajé a la cocina y empecé a preparar el desayuno. Era sábado por lo que Rub pediría algo salado, así que empecé a preparar una tortilla básica que acompañara un par de tostadas y un zumo de naranja.
- Buenos días Sam, gracias por dejarme dormir aquí. Yo... De verdad, gracias - murmuró Raúl. Me giré mirándole y haciéndole tomar asiento.
- No es nada Raúl, nuestra casa es tu casa ya deberías saberlo. - Me encogí de hombros. - ¿Puedo saber qué pasó? - Raúl asintió y me invitó a tomar asiento. Accedí, no sin antes apagar el fuego y apartar la paella de este.
- Bueno, Borja estaba raro desde hacía ya unos días. Decidí darle una sorpresita, una tontería. Preparé la terraza para cenar los dos con su vino y velitas. Nada fuera de lo normal. Le esperé, me había dicho que no tardaría en venir. Le esperé diez minutos, quince, media hora, dos horas. Y no aparecía. Después apareció, hablaba con Frank por teléfono. Decía que alguien le estaba siendo útil, que era patético y que cuando ya no le fuera útil le dejaría ir. Además esa persona le permite una conexión con Iván y Ángel. Pensé que hablaba de mi, tenía todo sentido. Me fui de su casa sin hacer ruido. Y vine aquí. Necesitaba no estar solo. Lo siento - Raúl agachó la cabeza en señal de verguenza. Intenté hablar pero me interrumpió. - Sé que debería ir y hablar con Borja, pero no sé qué decirle. Al fin y al cabo yo he sido quien ha actuado mal y de forma infantil, pero no sé como actuar ante Borja. Es muy impredecible y no quería pelearme. - Tragué saliva nervioso. Todo se había ido a la mierda por mi culpa.
- Borja se peleó conmigo por un tema delicado. Aún así, soluciona lo de Borja y pregúntale de quién hablaba. Pero de ti seguro que no. Borja te quiere demasiado para utilizarte, no se lo perdonaría en la vida. - Le cogí de la mano en un intento de reconfortarle.
- Borja no me quiere. No dañas a quién quieres.  No le ignoras, no le mientes, no le engañas. - Dijo esas últimas palabras en un susurro - Borja no se preocupa por mi, lo intenta, pero no lo consigue. Siempre va él por delante.
- ¿Y Ángel? Esta mañana hablabas con él. - Sentía que Raúl tenía la suficiente confianza para contármelo.
- Ángel es un capullo, pero sé que si le llamo me va a responder y me va a escuchar. Borja no, Borja ataca. Arremete contra ti. - Asentí recordando la pelea en su casa. - Pero no tengo ni quiero nada con Ángel. Solo quiero a Borja. A uno menos capullo, pero a Borja.
-Te entiendo, pero Borja y tu no podéis seguir así eternamente. Llegad a una conclusión, necesitáis hablar. Poned las cartas encima de la mesa y decidid que queréis hacer. ¿Os veis capacitados para una oportunidad? Adelante. ¿No lo veis? Pues amigos y ya está. Estas en la facultad, te estás perdiendo mil oportunidades y estás perdiendo el tiempo con uno. Adelante Raúl, tírate a la piscina. - Terminé el discurso con una sonrisa triunfante.

Narra Borja

Después de dejar casa de Raúl y ver que este no se encontraba ahí, fui a mi casa a descansar física y mentalmente ya que iría a ver a Ángel para preguntarle si sabía donde estaba Raúl. Me desperté cansado, como si me hubieran aplastado cien camiones. Me di una ducha fría para despejarme y me vestí lo más cómodo posible, cogí las llaves del coche y me dirigí a casa de Ángel. No era muy difícil saber donde vivía ya, que Raúl me hizo ir un par de veces. Llegué y aparqué en la calle, confiaba en que estuviera ahí. Me bajé del coche cerrándolo y me dirigí a la puerta. Llamé al timbre y esperé a que el dueño abriera. A los segundos abrió. Tenía su típica actitud prepotente y yo muy poca paciencia.
- Raúl no está aquí. - Dijo apoyándose en la puerta.
- Qué sabes de él. - exigí marcando cada palabra.
- Que le vas a terminar matando, que no le mereces, que Raúl es mucho para ti - hizo una pequeña pausa - ¿Sigo? - Su tono de voz era totalmente arrogante. Estaba al borde del colapso, y al borde de empezar una pelea que no iba a ganar. - Luzuriaga, entérate de esto. Raúl confía ciegamente en ti, daría su vida y todo lo que tiene para verte bien. ¿Pero tu? Tu por el no darías nada. No serías capaz ni de dar la mitad que él da por ti. Si el Raúl que conocemos muere. El Raúl empático, cariñoso y sincero muere, que te quede claro que tu serás el asesino. - Ángel cerró la puerta dejándome a mi, de nuevo, en la calle sin saber el paradero de Raúl.

Notas

Hola cielos✨ nuevo capítulo. Un poquito menos interesante pero necesario para entender uno de los finales.
Espero que lo disfruteis mucho mucho✨❤️

Por otro lado, os dejo por aquí la sinopsis de una futura fic. Espero leer vuestras opiniones🥺❤️:

También quiero comentar que en mi perfil os dejé una pregunta (lo último subido) que me gustaría que respondierais. Muchísimas gracias a todos por el apoyo que le dais a Fine Line diariamente, no sabeis cuanto aprecio ver que cada día alguien se anima a leerla. Infinitas gracias. ❤️✨