XXXIV

1.6K 245 91
                                    

Narrador omnisciente

Última semana de clases, últimos examenes, últimos días de madrugar y últimas tardes aburridas haciendo resumenes. Pero antes, recapitulemos.

Raúl había sido dado de alta debido a su muy buena evolución, por lo que al salir se encontró a sus amigos y los abrazó como si fuera un reencuentro después de años sin verse. Al llegar a su casa, llamó a Elena, su psicóloga, para concretar día y hora de visita. Le prometió ir almenos una vez por semana para mejorar y solucionar las cosas con Borja. Pero, ¿Hacia bien o hacia mal? Eso no podía saberlo. Solo quería sincerarse con el castaño, abrazarle e inundarse de ese olor a café que tanto extrañaba. Pero aún no sabía como abordar la situación.

Por otro lado, Borja, se dedicó a llevar a su cama (y lo que no era su cama) a distintas personas para calmar el fuego y culpa que sentía en su interior. Sentía que lo había perdido todo pero, aún asi, Raúl seguia rondando su cabeza, gobernando sus sentimientos y llevándole por el camino racional. Borja estaba perdidamente enamorado de Raúl, y Raúl perdidamente enamorado de Borja.

Narra Borja

- ¿Así que fiesta en tu casa? - David asintió - ¿Y eso?
- Que menos que despedir este primer cuatrimestre con una fiesta a lo grande, como antes - los cuatro asentimos - y si, pueden venir Guille y los demás.
- ¡Perfecto! - sonrió Samuel - ¿Cuándo y dónde?
- Este sábado, en mi segunda casa, os espero antes, para cenar y eso.
- Ahí te veo tio. - Dijo Frank demasiado feliz.
- Chicos, me voy que he de hacer una cosa un poco urgente - dijo Samuel levantándose - pagádme lo mio y ya os invitaré a la siguiente. - asentimos y le vimos irse. No se iba con Rubén, ya que los de enfermería tenían aún tres exámenes finales por lo que no le di mas importancia. Es Samuel De Luque, no hay alguien mas centrado que él.

Narra Samuel

Cuando me despedí de los chicos, fui a casa de Raúl. Sabía que le habían dado el alta y que se encontraba bien. Toda la información cortesía del tontito de Rubén. Llegué a su puerta después de un rato andando y llamé al timbre de su casa (creía que vivía en un piso pero me equivocaba, aunque Rubén me comentó algo de una mudanza), después de unos segundos me abrió.
- Hola Samuel, si buscas a Rubén no está aqui. Creo que esta en la biblioteca municipal. - dijo sonriendo. El cambio que había dado ese chico era cuanto menos sorprendente.
- No venía por Rubén, venía a hablar contigo. - dije un poco nervioso. - se que debería haberte avisado antes, pero lo considero urgente. - Raúl asintió y me hizo pasar a su casa. Entré y le seguí hasta el comedor.
- ¿Quieres algo? Tengo café, agua, cerveza... Dime
- Un café, americano porfavor. - le pedí sonriendo. Su comedor era bastante amplio para una persona y daba a la cocina. Era envidiable su gusto por la decoración, realmente su casa estaba muy bien decorada y había cierto armonía. Pero lo que más destacaba de la primera planta era un precioso piano de cola de color negro que presidía el salón. Un rato después volvió con la humeante taza - muchas gracias - sonreí y él me sonrió de vuelta.
- Y dime, ¿Qué querías? - preguntó curioso.
- Quería hablar sobre Borja, como bien puedes suponer. - asintió levemente y un poco nervioso. Sentí una pizca de pena por lo que tendría que escuchar a continuación. Suspiré, hizo una señal para que empezara a hablar. - Antes de nada, ¿Como te encuentras? Cuando paso eso pensé en visitarte pero... No hay ninguna relación - sonreí brevemente - pero me alegra verte bien
- Gracias - sonrió sincero. - La intención es lo que cuenta Samuel - asentí - ¿Pasa algo con Borja?
- Quería contarte su situación, él... Te sigue queriendo, pero eso ya lo sabías, intuyo. Desde que hablasteis, esta bastante mal, y creo que tu puedes llevarle por el buen camino de nuevo.
- ¿Bastante mal? - preguntó preocupado.
- Tranquilo, solo... Se acuesta con todo ser viviente y... Su alimentación ha cambiado mucho. No se hasta que punto ha tomado drogas, pero no te preocupes cielo - intenté calmarlo. Sus ojos se aguaron - ey ey no llores chiqui, David y Frank le estan ayudando pero tu eres la pieza clave. No te estoy pidiendo que empieces a salir con él, ni mucho menos. Pero no se, intenta hablar con él o algo así. No quiero tampoco forzarte, pero mereces estar informado. Y se que nadie se atreve a contártelo.
- Gracias, pero no puedo hacer nada. Pero me encantaría, si Borja ha decidido estar así... Yo poco puedo hacer. Y se que si hablo con él seguiré siendo su objeto sexual. Como lo he sido siempre, y yo volveré a enamorarme y entraré en un circulo vicioso de sentimientos negativos.
- Raúl... - Esas palabras fueron como cuchillos, no sabía esa parte de la relación - Eso no es cierto, ayudale. Porfavor, antes de que David y Frank tomen decisiones poco favorables. - suspiró - porfavor Raúl - bebí de mi café - eres el único que puede hacer algo y no salir perjudicado en el proceso.
- No te prometo nada, pero entiende que no puedo volver a la vida de Borja sabiendo que se ha acostado con Iván y se esta follando a nose cuantos más, para que después me digáis que me sigue queriendo. Yo también le quiero Samuel, y me duele más que a nadie esta situación. Pero sus actitudes no se corresponden con tus palabras. Yo también estoy mal, pero no me he tirado a nadie. - sus palabras estaban llenas de resentimiento.
- Raúl, pero sois personas distintas. Cuando hablasteis en el restaurante se pasó semanas sin comer, hablar, ducharse entre otras cosas. Y se que tu también estuviste bastante jodido, solo que cada uno lo canalizó de una forma distinta. Tu recibiste ayuda de Rubén, Guille y Alex. Pero Borja... Se negó a acceptar ayuda si no estabas tu por enmedio. Lo de Iván fue un acto bastante poco común en él, le apartó y se preocupó por tu bienestar. Raúl, eres su única opción para que vuelva a ser el Borja que tu y yo conocemos. Porfavor - bajé mi tono de voz - porfavor Raúl, a cambio de lo que quieras, pero ayudanos - suspiró.
- Lo que he de hacer por Borja - suspiró - hecho. Pero por él. - sonreí.
- Muchas gracias. Por cierto, te espero este sábado en casa de David, Guille sabrá llegar. Nos vemos - sonreí y me levanté, me acompañó hasta la puerta y salí.

Fine Line (Luzuplay) [En edición]Where stories live. Discover now