Sesenta y dos

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El alfa miraba con el ceño fruncido a su omega, quien estaba acostado en el sillón con una expresión compleja de descifrar, pero eso no era lo que le molestaba en absoluto, sino el aroma que había en aquella habitación.

Apestaba a chocolate y menta.

La imagen de Jeon se vino a su cabeza inmediatamente apenas abrió la puerta; su lobo se descontroló y gruñía furioso, su omega había estado con aquel chico, podía olerlo, había dejado su asqueroso aroma impregnado en cada centímetro del chico.

- Mierda – susurró molesto Yoongi mientras se acercaba al menor.

Lo sacudió sin mucho cuidado, realmente estaba molesto y no podía controlar su fuerza, sentía como su sangre ardía debido a los celos, Jeon había sobrepasado todos los límites al tener el descaro de marcar con su aroma a su omega.

- Taehyung despierta – lo sacudió sin tener respuesta. – Mierda... Vamos despierta, tenemos que hablar – dijo nuevamente, pero no hubo respuesta, sintió como su lobo dejaba de gruñir y quedaba atento a la reacción de su omega.

Humano no siento a mi omega. ¿Dónde está? ¡No lo siento!

La ira de Min desapareció al escuchar esto y se acercó aún más al menor, pero ahora con delicadeza. Tocó su frente y se percató de lo caliente que estaba; Taehyung no estaba bien, y no lo había sentido. ¿Por qué no lo había sentido? Cuando él estuvo mal, su omega lo sintió y fue a buscarlo, pero ahora esa conexión ya no estaba.

- ¿Amor? – lo sacudió un poco, y recibió una leve queja. – Vamos, amor, abre tus ojos.

- ... A-alfa – escuchó en un susurró.

- Amor, dime qué pasó, ¿Jeon te hizo algo? – dijo preocupado mientras bajaba un poco la camisa del menor, para poder ver su cuello con mayor facilidad, tranquilizándose al darse cuenta que en él no había ninguna marca.

- ¿Jungkookie? ¿Qué pasa con él? – soltó el menor entre murmullos. El mote cercano hizo enfurecer al alfa. ¿Por qué se refería de esa forma al menor? ¿Por qué habían estado juntos? Un movimiento del omega lo hizo volver a la realidad.

- ¿Qué pasa Tae? – dijo mientras se alejaba un poco para darle espacio al castaño.

- Ne-necesito ir al baño – diciendo esto intentó ponerse de pie, pero sus piernas no lo pudieron sostener, Min pensó que sería imposible que subiera al segundo piso, así que corrió a la cocina a buscar un cubo y lo acercó al menor, donde finalmente vomitó. Con movimientos circulares acariciaba la espalda del menor que sollozaba y tenía espasmos de vez en cuando.

- ¿Comiste algo que te hizo mal? ¿Quieres que vayamos al hospital? – preguntó preocupado.

- No, no he comido nada raro, supongo que he pillado un resfriado – acercó su cabeza de nuevo al cubo para seguir vomitando.

- Deberíamos ir al hospital. – Sugirió.

- No Yoonie, no es necesario.

¡Pregúntale por mi omega!

- Tae... Mi lobo no puede sentir al tuyo – soltó sin más.

- ¿Q-qué? ¿Qué dices...? Él... - Se detuvo a pensar y sus ojos se llenaron de lágrimas. – Yoonie, tampoco lo siento... - Sus lágrimas comenzaron a caer y el alfa se puso de pie rápidamente.

- Voy a llamar al doctor Choi, esto no está bien Tae... Los lobos no desaparecen así nada más – y con apuro tomó el teléfono de su pareja para llamar al doctor, le dio la dirección y le rogó que se apresurara.

Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia CompletaМесто, где живут истории. Откройте их для себя