Ochenta y seis

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- ¿Hyung? – es escuchó la voz débil de Yoongi.

El hombre frente a él mostró una sonrisa que más parecía un rictus, algo lleno de condescendencia. Taehyung quien estaba parado en la puerta del recinto, sintió que tenía una imagen similar a la señora Choi, tan lleno de un aura mezquina y grandilocuente, lleno de elegancia e indiferencia; mientras pensaba eso vio como su novio dio grandes pasos tirando sin darse el cigarrillo al suelo sin darse cuenta, se dejó caer en los brazos de aquel hombre un poco más alto que él, y con una estructura corporal mucho más fornida.

- Yoonie. – Se escuchó decir. - ¿He llegado tarde nuevamente?

Se podía escuchar el sollozo del menor de los Min, un llanto desgarrador que intentaba ser contenido; todos los presentes se sorprendieron al ver esta imagen, Yoongi no había derramado ninguna lágrima durante las últimas horas, pero ahora se veía tan destruido y frágil en los brazos de su hermano mayor.

El hombre que abrazaba a Yoongi vestía una chaqueta café sobre una camisa blanca, y unos pantalones negros simples, no vestía para un velorio. Taehyung lo miraba detenidamente, no había escuchado mucho sobre el mayor de los Min, todo siempre se resumía a que era algo rebelde y de un día para otro abandonó sus deberes en la familia para viajar por el mundo, siendo bastante difícil de encontrar, de echo parecía que solo él podía comunicarse con la familia, y no al revés.

El alfa menor se alejó un poco al darse cuenta de la escena que estaba protagonizando, al girarse pudo ver los ojos sorprendidos de todos sus amigos, todos lo miraban y se podía sentir la tensión en el ambiente. Pudo ver a lo lejos a su novio quien lo miraba con una complexión triste, le hizo un gesto para que se acercara a su lado, lo que fue entendido rápidamente por el omega.

- Hermano, él es mi pareja. Kim Taehyung. – Dijo aún con un tono triste.

- Mucho gusto, soy Kim Taehyung – dijo el mejor haciendo una pequeña reverencia.

Al subir su vista nuevamente vio los ojos curiosos del mayor, lo miraba serio y frío, esa mirada tan característica de los Min, podía sentir como calaba y observaba cada rincón de su ser intentando buscar todo sobre él. Tras unos pocos segundos que a Taehyung le parecieron eternos, el hermano de Yoongi hizo ademán de respirar profundo y tras un momento sonrió amablemente y estiró su mano para saludarlo, a lo que el menor contestó.

- Mucho gusto. Estoy sorprendido, muchas cosas cambiaron mientras no estuve. ¿Cierto?

- Si, muchas cosas cambiaron. – Respondió Yoongi.

En ese momento se escuchó un quejido lastimero desde la puerta de entrada, era la señora Choi, quien había sido avisada sobre la repentina aparición de su hijo mayor, ella sin más corrió para corroborarlo con sus propios ojos. Después de tantos años, había perdido la esperanza de que su hijo volviera a casa, pero allí estaba, tal y como lo recordaba; se acercó a paso seguro y fue recibida por los fuertes brazos del chico, ella se aferró a su chaqueta con desesperación y aunque no derramó ninguna lágrima, era evidente que toda la situación la había sobrepasado.

Taehyung tomó con firmeza la mano de su alfa, quien sin dudarlo respondió al gesto y lo acercó a su cuerpo. La gente comenzó a emigrar nuevamente a la sala central de descanso, allí aún se mantenían los encargados del catering llevando algunos bocadillos la mesa. Todos miraban sorprendidos la presencia del recién llegado; muchos de ellos nunca habían visto al mayor de los Min, aunque era muy conocida la historia que lo rodeaba. El hijo rebelde de la gran familia Min, el primogénito que había decidido huir a vivir una vida sin restricciones. Ahora cual hijo pródigo había regresado justo para rendirle respetos a su difunto padre.

Nadie preguntó más de la cuenta, solo se escuchaban los murmullos de las viejas chismosas, las que de seguro ya habían hecho correr la noticia sobre la llegada de Donghyun a Daegu. Taehyung no podía ignorar las palabras que llegaban a sus oídos, todos comentando secretamente que al fin había llegado el legítimo heredero de la familia, la compañía tendría a la cabeza a la persona que siempre esperaron, y se sintió traicionado al escuchar esto. ¿Por qué? No lo sabía, él no estaba en las maliciosas palabras de esas mujeres, él solo estaba allí sosteniendo la mano de Yoongi, sin embargo, sabía muy bien cuánto su pareja se había esforzado para mantener todo en orden, por ganar la confianza de su padre y de los accionistas y trabajadores, las horas en vela y el miedo que lo corroía cuando finalmente podía dejar ir la careta dura y fuerte que se ponía cada mañana al salir de su habitación. Todo ese trabajo estaba siendo mirado en menos, solo porque había llegado el mayor de los Min, quien había huido sin preocuparle en lo más mínimo qué podía pasar con su familia, y como esto repercutiría en la vida de su hermano.

Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia CompletaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu