I - Responsabilidades

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¡Dios! ¡Casi me atropella aquel carro! Me detengo un poco para tomar un respiro y vuelvo a correr, estoy llegando tarde a la escuela de nuevo, es lunes y es el único día en que me toca historia a primera hora y si llego a tener otro retardo me darán una falta. Mis pulmones me arden y mis piernas ya no pueden más, pero veo a lo lejos la escuela y forzó a mi cuerpo a correr más de prisa.

Entro a sus instalaciones y corro directo a mi casillero, no me importan las miradas desconcertadas de mis compañeros o de los insultos que me gritan las personas con las que choco mi hombro, solo quiero llegar temprano a mi clase. Abro mi casillero, tomo mi libro de historia y me voy directo a la Sala B, donde se encuentra mi salón.

Al entrar veo que no ha llegado el maestro y suelto el aire acumulado en mis pulmones, busco un lugar y hay uno justo al lado de mi mejor amiga Sophie. Ella al verme me brinda una gran sonrisa y quita su mochila del asiento a su lado. Cruzo el salón y me acomodo a su lado.

-¿Pero qué te paso? Te ves realmente mal Deb- me dice frunciendo su frente.

-No sonó mi alarma- Dije lanzando desde una corta distancia mi celular a la mesa- ¿Me prestas tu espejo?- Sophie me asintió con la cabeza y me dio su espejo. Mi cara estaba sudada y un poco del rímel que me puse en la mañana se había corrido. Me lo quite con mis dedos y me hice una sencilla trenza en el cabello. Alce la vista y mi maestro de historia se encontraba frente a mí con los brazos cruzados y alzando una ceja.

-Señorita Moretti este es un salón de clases no uno de belleza- sentí la mirada de todos y mi cara comenzó a calentarse, sabía que me había sonrojado.

-L-lo siento- dije mirando a mis manos. El maestro se alejó y dió su clase. Así paso la mitad de mi día, de clase en clase, hasta que llegó la hora de salir y Sophie se ofreció en llevarme.

-Insisto en que necesitas un auto- Dijo mientras veía la avenida con atención.

-No tienes por qué llevarme a casa si no quieres- dije mientras miraba las casas.

-¡Oh no! No quise darte a entender eso querida, es que Deb, tienes dieciocho, necesitas un auto para trasladarte, no comprendo cómo te van a dar un departamento y no un auto- Y tenía razón, hoy era el día de mi mudanza, hace una semana fue mi cumpleaños y mi padre me prometió que me compraría un departamento a todo lujo, solo con la condición de que después del primer mes yo pagara al menos un poco de la renta, ya conseguí un trabajo en una cafetería, así que tenía una gran emoción de vivir sola, tendría que ahorrar para comprarme un carro, pero ya con el tiempo llegará.

-Lo sé- Llegamos a mi casa y nos despedimos, entre y me di cuenta de que me encontraba sola, como siempre. 

TRAPPED (Ian Somerhalder)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant